No esperéis ver la típica película americana de gore tipo "Hostel". Ésta no es solo una excusa estúpida para mostrar sangre y vísceras, es una película de terror psicológico muy retorcida y tiene todo lo que le falta al cine americano gore vacío de contenido: es un viaje al interior de la locura, de la oscuridad de la mente humana, de la esquizofrenia y el sufrimiento.

Si eres amante del gore y echas de menos algo más que sangre, si te has aburrido de cine de terror estúpido que ya no te dice nada, si eres de los que saben de antemano quién va a morir porque todas te parecen iguales, creo que esta película te sorprenderá gratamente. Las incursiones del cine francés en el mundo del terror y el suspense nunca han sido muy acertadas, pero en esta ocasión lo han conseguido. Me he tragado muchos bodrios con la esperanza de encontrar una película como ésta.

Tony Scott sabe lo que se hace en cuanto a acción se refiere. El ritmo narrativo es tan trepidante que la película no deja un solo segundo de respiro, la fotografía, el montaje, todo está enfocado a ponerte de los nervios. Y la siempre bienvenida presencia de Denzel Washington no hace sino contribuir a ello. Cuando finalmente acaba la película, el bajón te deja literalmente agotado.

No es una película de culto, no es para debatir sobre ella durante horas: es exactamente lo que uno espera cuando va a ver cine de acción.

Tierna, dramática, a ratos sensiblera, un exceso de lágrimas en el papel de la Vilarasau, una dulce Marta Etura y algún toque demasiado sesgado en el guión. Pero no hay defecto (en cualquier caso de poca importancia), que pueda hacer sombra a lo que sólo puedo calificar como de otro planeta: la indescriptible interpretación de Fernando Fernán-Gómez. Una lección magistral de cómo ser sobrio y al mismo tiempo desgarrador, un personaje que te despierta los sentimientos más intensos. Grande, grande, muy grande, maestro.

Cómo crear una película de la nada: corta escenas e ideas de "Matrix", "28 días después", "Silent Hill", "Prison Break" y "La isla", bátelo todo bien junto con una banda sonora muy heavy, y pégala al final de una saga estirando el hilo al máximo aunque ya no dé más de sí. Ale hop! Ya tienes un bodrio que llenará las taquillas.

Siendo "Terminator" una película que llegó a convertirse en culto, ha envejecido bastante peor que esta secuela. Las paradojas temporales y la rebelión de las máquinas son temas bastante tratados por el cine, pero en esta saga además se han combinado con una acción trepidante y unos efectos especiales más que notables (no olvidemos que se trata de una película de hace 20 años). Fue la primera en utilizar el "morphing", una técnica innovadora en su época, y la más cara de la historia en su momento, ya sabéis que el megalómano de Cameron siempre hace las cosas a lo bestia y los 4 Oscar técnicos que ganó lo confirman.
Arnold hace lo que mejor se le da, de tío grande, duro e inexpresivo, también se puede ver la gran progresión de la Hamilton como actriz, y Edward Furlong se dio a conocer como joven promesa.
¿Alguien puede olvidar la mítica música que da comienzo y final a la película? Creo que no se puede pedir más a un film de su género. Después llegó "Terminator 3", bastante mala en mi opinión, y resucita luego con "Terminator Salvation", aunque con una atmósfera totalmente distinta.