En 3 minutos el cazador será cazado. Como moraleja no está mal, suponiendo que esa sea la idea...
Nolan, el chico de oro, hizo algo de ruido con este peculiar cortometraje surrealista, dando señas de talento latente y que después dejaría constancia en su ópera prima Following.

Una sola palabra para definirla ADICTIVA.
Alessandro Fabbri, Ludovica Rampoldi y Stefano Sardo, son los artífices de una de las grandes revelaciones del audiovisual europeo a nivel de series televisivas, junto con la danesa ´1864´. Bien es cierto que países como Reino Unido tiene una gran tradición de excelentes series televisivas, y últimamente Dinamarca y Suecia están pegando fuerte. Pero desde luego Italia no había lanzado aún un producto televisivo de semejante calidad, el único antecedente similar podría ser ´La meglio gioventù (La mejor juventud)´.
1992, es un excelente ejercicio de documentación, y prueba de ello son las referencias televisivas y políticas de la época. Aunque avisan de que los hechos y los personajes son producto de la imaginación de los creadores, uno siente como real lo que ve. Desde luego que una serie no se sustenta en el nivel de ambientación, y 1992 no sería tan excelente serie si no contara con un guión sublime. Sus tramas están muy bien hilvanadas y los personajes no parecen autómatas que cumplen con lo que dice el guión. Al contrario, los sientes humanos y cercanos, te identificas.
Además la formula en la que se desarrollan los capítulos, con un final que te dejará con ganas de ver el siguiente capítulo hace más llevadero las tramas políticas de la serie. 1992 es eso, es un reflejo de la sociedad italiana (o española) desde el prisma de la política, la televisión y la justicia, y como todas éstas conviven y se nutren de la corrupción. Había muchas formas de abordar un tema así de complejo, pues abre muchas heridas mal cerradas.
La relación de la política con la mafia, el juego de la televisión bailando el agua al poder para perpetuarse a sí misma, y una parte de la justicia intentando no corromperse a la vez que lucha contra la corrupción. Una compleja red en la que los personajes principales se ven envueltos y a la vez son conductores, interrelacionándose unos con otros.
Su banda sonora es simplemente perfecta y visualmente además es hipnótica. Por tanto 1992 es un producto televisivo genuino, uno siente cierta envidia sana de ver lo que se puede hacer con un buen presupuesto, un guión sólido y buenas interpretaciones.

Canada I love you!
Gracias por ésta hilarante y corrosiva comedia, este engendro entre el falso documental, callejeros, Los chicos del barrio y El vaquilla.
Gracias por Bubbles, esa especie de Filósofo de otro tiempo y otro lugar, con frases celebres como: “¿A quien llamas retrasado, cabrón?” “este es mi gato favorito, el sargento Miau-Miau”. Con su kart tirando de carritos robados, es el amo de este sector de la delincuencia, y es la mente sensata del trío calavera canadiense.
Gracias por Corey y Trevor, y su: “Te queremos Julian”
Gracias por Lahey, él es el alcohol, y presiente siempre cuando se acerca una tormenta de mierda. Y su inseparable Sancho Panza…Randy, al que siempre le faltará la camisa y deberás temerle si se quita los pantalones pues es posible que te de la paliza de tu vida.
Gracias por el rey de los “gangsta-rappers” del barrio de Sunnyvale, J-Roc, y su ¿entiendes? ¿Entiendes? ¿Entiendes? ¿Cuántas veces puede haber dicho entiendes en siete temporadas? Seguramente si escuchase esta pregunta me diría: “¿Qué eres de la Liga del entiendes? ¡No me controles mis entiendes!”
Gracias por Ricky… y los fingers de pollo, y por los mogollones de movidas que pasan por su cabeza, cualquier tipo de razonamiento acaba en pillarse un buen pedo y cogerse un ciego que te cagas, a ser posible con su padre… Ricky si estás leyendo esto, que sepas me he tomado muy en serio tu consejo de desaprender y vaciar mi mente de cosas, por si me da un día un infarto que me salve la vida.
Julian, el corazón del barrio, el cerebro, el hombre de los músculos, la camiseta negra, las gafas de sol, y ese tintineo de los hielos de la copa permanente en su mano.
Gracias Sunnyvale por regalarnos 7 años de vuestra vida. Os queremos.

No es de ciencia, así que no vais a encontrar ningún chiste de Stephen Hawkins (por primera vez en un monólogo de Ricky Gervais).
En este monólogo en concreto, coge lo políticamente correcto y lo sodomiza delante de los espectadores hasta convertir su actuación en una de las más irreverentes que yo haya podido ver. Simplemente es brillante.

Como dijo el creador de la serie "The Wire": ¡A la mierda la audiencia media!. Y no le faltaba razón. Se ha dicho mucho sobre esta película, la mayoría comentarios de 0,60 céntimos, que no aportan nada, que dicen mucho y en realidad no dicen nada. Prefiero aún así, leer y releer que Sexy Beast es una auténtica mierda, que dejar que el propio silencio sea su crítico. Eso querrá decir que se ha hecho un buen trabajo, los necios la odiaran, y los que piden algo nuevo, algo ingenioso, una capa nueva de chocolate en el delicioso helado, serán recompensados con Sexy Beast.
He leído que bebe de directores como Tarantino o Guy Ritchie (grandes directores, por cierto), pero ¿de verdad alguien puede pensar algo así al ver esta peli? Está mucho más cerca de David Lynch que de Tarantino. La parte onírica ocupa un gran papel en la película, otorgándole una nueva visión al genero.
El montaje, quizás no sea novedoso, quizás si que suene a Tarantino, o Guy, pero ¿ sabéis una cosa? Tarantino y Guy, son de todo menos novedosos, ¿adivinas porque? Porque ellos han bebido de géneros y subgéneros y los han refrito hasta conseguir un "semi-estilo" narrativo. Dejando atrás los "parecidos", el montaje de este film, es mucho más inteligente e ingenioso de lo que pueda parecer. Es trepidante, el sosegado, es inquietante en pocas palabras.
Parece ser, que en lo que coincide todo el mundo es en la interpretación de Ben Kinsley, alelujah! No voy a descubrir "el nuevo mundo" ahora hablando de este genio de la interpretación. Simplemente está brillante, soberbio. Pero ni por asomo es lo único que tiene esta película.
¿Podemos hablar de los brillantes diálogos? No, gracias. ¿Para qué? Si solo tiene a Ben Kinsley.
Súmenle a todo ésto, la brillante banda sonora. Y acaba dando Sexy Beast.
Se reconocer los errores cuando los veo, y no son el parecido a otras pelis, ni nada de eso, creo que flojea en el climax, y en la resolución de las tramas, ya casi al final. Pero aún así, cuando acaba, sabes que por mal sabor de boca que pueda dejar, has visto algo único y genial.
Sexy Beast, os ha follado las mentes amigos.