Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de Arcade
1 2 3 >>
Críticas 13
Críticas ordenadas por utilidad
8
8 de marzo de 2009
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Cant Dels Ocells es toda una experiencia cinematográfica por dos motivos. Por un lado, porque lo importante de esta pelicula no es tanto lo que sucede, sino la experiencia de ver cómo sucede, vivir el momentazo de hora y media que acompaña a los protagonistas, los Reyes Magos de Oriente que viajan para adorar al recién nacido Jesús. Por el otro, porque la sala de cine es el único lugar donde puede y debe ser disfrutada la película con plenitud. Con la predisposición y la oscuridad del espacio, la escala acongojante de la pantalla y el silencio complice de la comunidad de espectadores. Vamos, que en DVD este film puede ser una castaña importante.

Serra dice: “Además de buena, la película es divertida, y no excesivamente intelectual” o “Ésta o mi anterior película, son probablemente la mejor y segunda mejor película del cine español de los ultimos 25 años, a elegir el orden” Y tiene razón… en que su película no es especialmente para intelectuales, lo cual no quiere decir que su visionado no sea complicado.

El realizador cuenta de forma extremadamente pausada una serie de banalidades y momentos muertos en la vida de tres reyes magos, así en minúsculas, anónimos, todos de raza blanca, que caminan por un paisaje radical (rodado entre otros entornos, en Islandia y Tenerife) siguiendo la famosa estrella. Un argumento de sobra conocido permite, como el planteamiento del director reconoce, pararse en pequeñas conversaciones huecas y aparentemente inanes, y en la contemplación de estos tres hombres en todas sus acciones, desde echar una siesta, darse un baño, o buscar en el cielo la luz de guía. Estas secuencias, largas sin más, son con todo, lo que hipnotizan y producen a la vez una sensación de desasosiego argumental que una vez vencido, permite acceder a la paz que el director busca, la experiencia que nos mueve, y que nos permitirá no buscar ni moralejas ni tramas secundarias ni diálogos de relleno, tan solo reconocer mucha verdad, salpicada siempre con algo de humor y la sensación final de que lo que vemos proyectado está mucho más cerca de lo que pudo ser en realidad, que cualquier de las impostadas ( y aún así queridas, claro que sí) secuencias de carton-piedra del Hollywood de siempre.

Y es que Serra, al eliminar cualquier tipo de épica y aparatosidad histórica, lo que consigue es reducir personajes y motivaciones a sus más elementales ideas, sin dobles lecturas, simplemente va al origen y muestra a personas sin la carga que la tradición y la religión les ha impuesto. Y aún así, como él mismo reconoce, su película es profundamente religiosa, pues ni relativiza ni busca la crítica en el contrapunto, sólo explicita la humanidad de aquellos que viajaron movidos por su fe, buscando a Jesús. Quizás por eso, en el momento de la Adoración, la emoción embarga el discurso, que hasta ahora era sereno y por única vez escuchemos música en la película: El Cant Dels Ocells, de Pau Casals.
Arcade
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
31 de enero de 2010
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Carretera comienza en el que podríamos denominar año cero posterior a un colapso mundial de insospechadas consecuencias y desconocida naturaleza, en la que los pocos supervivientes se enfrentan a un duro y por momentos breve futuro sin recursos y bajo la oscura sombra de la desconfianza, la traición y el canibalismo como únicos medios de subsistencia. No es precisamente un planteamiento en el que quepan frases hechas, respuestas ingeniosas ni pequeños alivios cómicos que permitan recobrar el aliento entre actos. John Hillcoat no se anda con milongas ni medias tintas, y no duda en pone toda la carne en el asador para reconstruir con precisión milimétrica y sordidez extrema un panorama realista sin concesiones amables ni planos esquivos. El film logra transmitir a la audiencia una aterradora y angustiosa desolación existencial engarzando muy bien todos los elementos que lo componen formalmente. Una puesta en escena fría y calculada, interpretaciones austeras y apenas complacientes, caracterizaciones detallistas y una valiente fotografía monocromática del español Javier Aguirresarobe que consigue plasmar con mucha fuerza el ambiente contaminado, nuclear y deprimido de un planeta muerto. Y aunque allí donde otros no llegan, éste podría citarse como ejemplo sobresaliente, en lo que respecta a la trama y el desarrollo narrativo de la historia, lamentablemente, La Carretera se queda francamente corta. Hacia la mitad del metraje persiste una incómoda sensación de que el verdadero motor argumental del film nunca termina de arrancar ni hacerse visible, ahogado por la preocupación del director de mantenerse fiel al tono solemne de su tratamiento, reconduciendo a los dos protagonistas principales reiteradamente al origen de su drama mediante el abuso de flashbacks que poco valen el reclamo de una actriz como Charlize Theron y que anulan las posibilidades de progresión dramática de los personajes. Ambos comienzan su aventura con un nivel tal de ansiedad y tristeza, que parece que no haya forma de sobreponerse ni tan siquiera de empeorar, y las pocas ocasiones en que los vemos activarse e interactuar con el entorno, no son más que pasos en falso sin solución de continuidad que ya en el último tramo de la película, con un conformista e insípido final, puede producir el desinterés del espectador más exigente.

Cada vez sorprende menos que en una industria como la americana cueste tanto encontrar el equilibrio necesario entre los distintos aspectos de un film para que se convierta en una obra perdurable y recordada. La Carretera está varios pasos por delante del cine puramente comercial que nos llega de Hollywood, pero sus pretensiones y su magnífica atmósfera aunque reseñables, no están debidamente compensadas y quedan huérfanas dentro de una historia débil y muy diluida, que no mata, pero tampoco llena.
Arcade
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
29 de marzo de 2009
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La absorbente historia está contada en dos bloques claramente diferenciados en planificación y desarrollo, aunque intercalados entre saltos de tiempos precisos y nada confusos. Por un lado la genial historia de amor presentada en apenas dos escenas de forma magistral que se desarrolla por los cauces propios de un film reflexivo que me recordó mucho en su planificación y uso de cámara al hombro a la labor del director mejicano Alejandro Gómez Iñarritu en 21 gramos, y también a algunos pasajes de la serie documental Lonely Planet –con los honores que para el género eso conlleva–, sobre todo por el gusto por una fotografía sobrexpuesta de tonos rojizos que dan un marcado carácter pasional a la película. La historia de amor desemboca casi sin notarlo en un thriller de formas exóticas pero de muy claros planteamientos a pesar del gran número de personajes e intereses en juego, que en más de una ocasión me dejó con la boca abierta al conseguir transmitir una sensación de acongoja y tensión pocas veces vista y que también acusa influencias de El Caso Bourne, sobre todo en las escenas de tonos azules que se desarrollan en urbes europeas (con especial atención al montaje de resultados esquizofrénicos en la Estación de Londres).

El guión de El Jardinero Fiel conjuga de forma extraordinaria registros cinematográficos muy diversos extrayendo de cada uno de ellos lo mejor, y abriéndose como un ramillete que parte de la más sencilla historia de amor y te lleva por diferentes caminos sentimentales y racionales hasta completar un puzzle de grandes dimensiones éticas y políticas que en ocasiones exigirá más que atención por parte del espectador. La atípica pero sana –por equilibrada, pacífica y sensual– historia de amor entre el diplomático y la “solidaria” explica en el inicio del film la excepción a la enorme brecha entre los intereses económicos y los humanitarios en que desembocan los acontecimientos y para los que parece no haber reconciliación.

Creo que este film tiene grandes hallazgos visuales y argumentales así como una definición de personajes y trama muy competente fruto de una dirección muy eficaz. Quizás el discurso que subyace respecto a la injusticia social en África si bien es acertado a veces cae en la reiteración y en alguna escena como la de la niña en el avión se vuelve tremendamente sentimental. Aún así, ésta podía haber sido una película comercial al máximo sin pretensiones de ningún tipo más allá de las recaudaciones en las salas, y el buen hacer de su director la han convertido en una obra de autor magníficamente rodada con la que es muy fácil identificarse y hacerse después un nudo en la garganta.
Arcade
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Heima
Concierto
Islandia2007
8,0
2.091
9
8 de marzo de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"En casa", eso significa el título de este largometraje. Cuenta la vuelta a los orígenes, el regreso de un viaje lleno de éxitos, el retorno a las ideas de un grupo profeta en su tierra, Sigur Rós. Una tierra, Islandia, que comienza teniendo un papel sospechosamente comercial en los primeros minutos, para promoción del producto de moda de EMI Records, pero que sin embargo, conforme la no-trama avanza (y sorprendentemente entonces comienza a surgir un argumento) va cobrando más y más protagonismo, hasta el extremo que parece que más que un film sobre la banda en Islandia, asistimos a un precioso documental sobre la geografía física y humana del país, del que también participan ellos a través de su música.

El grupo decide hacer una gira de conciertos por Islandia, gratuíta y sin previo aviso, tocando en pequeños pueblos y entornos de gran belleza que, justificados o no, sirven, como quien no quiere la cosa, para construir un retrato tan poco usual como atractivo sobre el entorno natural de la isla y la vida social de los lugareños. A ello contribuyen las entrevistas pequeñas e íntimas de diferentes miembros de Sigur Rós, en lo que apenas hay mucho que decir, pero en las que relatan con sencillez los motivos de su vuelta a casa y las anécdotas del viaje en el que al parecer no se llevado demasiados egos.

Técnicamente la película es primorosa, en su acabado visual y su exigencia fotográfica, fuera de los corsés del cine comercial al uso, y en el propio discurso fílmico, pausado, descriptivo y quizás no apto para todos, pero que una vez sintonizado correctamente transmite mucho más de lo que estamos dispuestos a esperar de un documental musical.

El film se descubre finalmente como una obra desconcertante y exuberante, bastante más profunda, universal y seria de lo que en un principio cabría pensar. Sigur Rós vive, toca e interpreta su música sin perder de vista sus orígenes, y a ellos hacen continuamente referencia, en sus múltiples ámbitos, desde el argumento ecologista, la oda a la tradición o la anticipada crítica al liberalismo económico dominante, sin que podamos tampoco pasar por alto que hoy, dos años después del rodaje, Islandia está sumida en una importante crisis financiera y social, bastante más severa de la que vivimos en Europa.

Con Heima, el espectador pasa de ser un perfecto ignorante cultural, a anticiparse al desenlace real que existe más allá del último concierto al que asistimos en la película. Un intenso relato sobre un lugar recódito del planeta que probablemente jamás pisará. Una película que deberías ver.
Arcade
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
8 de marzo de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mediocres, egoístas, torpes, tontos en definitiva… así podrían definirse todos los personajes que deambulan por Estómago, ganadora de la última edición de la Seminci de Valladolid. Y es que ante todo, este es un film sobre la cutrez del mundo y las personas que en su ignorancia, necesitan constantemente sentirse por encima de los demás para creerse felices, o al menos más seguros de sí mismos.

Existen bastantes películas con la cocina como fondo (se me ocurre ahora mismo la inusual Como Agua Para Chocolate), donde el placer de los alimentos y la buena gastronomía son casi un personaje más en la historia. En Estómago, la cocina no es ni sofisticada ni redentora, sino más bien un listado de viejos trucos de abuela, que en manos del inocente Nonato, alias Romero, se convierten en puras herramientas de supervivencia, en un entorno en el que unos y otros tienen demasiadas pocas luces. Precisamente por eso, el escaso saber de Nonato es su tabla de salvación a la que se agarra como a un clavo ardiendo, pero cuyos beneficios le satisfacen sólo porque son tan humildes como él, mientras que al otro lado de la pantalla nos despiertan tierna compasión.

El director retrata un mundo de tontos en el que caben muchas cuestiones, aunque todas giran entorno a la soledad y el egoísmo como única forma de no ser aplastado por el resto. Sutil crítica social, nada demagógica, que comienza con algunos buenos toques de humor bastante acertados, y que sin embargo termina haciéndose truculenta en exceso. Todo ello, aderezado con una buena dirección de actores, un lenguaje muy directo y realista, fotografiado con aparente improvisación, y algunos ocurrentes recursos de montaje, incluso cómicos, como los planos gastronómicos, más propios de un spot publicitario, con la cámara lenta y una música sensual y provocativa cargada de crítica que hace sonreír. En su tramo final al director le tiembla levemente el pulso y parte de ritmo y frescura del inicio se desvanecen, con secuencias un pelín largas que conforme avanza la trama pueden empachar un poco sin hacerse nunca aburridas. Nada que le reste méritos al film. Un plato recomendable, agridulce, y con ingredientes de buena calidad.
Arcade
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow