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España España · Palma de Mallorca
Críticas de Robert Denigro
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Críticas 211
Críticas ordenadas por utilidad
1
2 de febrero de 2024
383 de 564 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo más raro del director Yorgos Lanthimos no son las rarezas de sus películas sino la forma en que su cine ha evolucionado desde una interesante perversión a una aburrida extravagancia. El punto de inflexión de este cambio llegó con "La favorita". Hasta entonces sus películas se movían dentro del género fantástico. Eran películas europeas para minorías. Pero "La favorita" era una película de época, de corte clásico y sobre todo feminista. El poderoso imperio del "me too" no pudo evitar postrarse a los pies de una película que hablaba de reinas díscolas de sexualidad no normativa. Oliva Coldman ganó el Oscar. Lanthimos despegaba hacia el olimpo de Hollywood amparado por el más eficaz sortilegio para embaucar al público: el feminismo.

“Pobres criaturas” también tiene el feminismo por bandera. La actriz Emma Stone interpreta a Bella Baxter, una joven que tras morir ahogada es revivida por un siniestro doctor. Bajo su tutela Bella va creciendo a medida que su mente atrofiada asimila con apetito curioso el comportamiento humano.

Pero esta nueva adaptación del mito de Frankenstein tiene muchas trampas. “Pobres criaturas” es, de nuevo, una excusa para el manifiesto feminista. Un discurso sobre la mujer fuerte, independiente y liberada. De lo que no ha logrado liberarse este modelo de mujer es de la belleza. La protagonista es el primer Frankenstein sin cicatrices. Una criatura de rostro perfecto y sexualmente atractiva. Porque el asunto va de sexo y una mujer fea no es buen reclamo.

Bella descubre pronto que meterse frutas y verduras en la vagina proporciona placer. A razón de esta lógica también descubre, en un burdel parisino, que la prostitución es una magnífica forma de ganar dinero y buenas fornicaciones (según sus propias palabras). Al parecer la clave del triunfo femenino es mantener una práctica sexual promiscua, diversa y continuada. Algo así como una dieta mediterránea del coito. Tal vez Bella aprende álgebra, filosofía o los ríos de Europa, pero todo eso queda fuera de la vista del espectador. La película se centra en el sexo como valor indispensable del empoderamiento.

Lo peor de “Pobres criaturas” no es su sexualidad histérica sino la falta de empatía de su protagonista. Bella es un ser profundamente antipático. No hay en ella ni un ápice de amor ni cariño. Bella observa el mundo como un robot, almacena datos y aprende, pero no quiere a nadie. La impertinente novedad de “Pobres criaturas” no es su sexualidad hipertrofiada sino la proclamación de un mundo gobernado por el capricho individual. Un mundo egoísta que se mueve por el placer inmediato. Un lugar donde podemos masturbarnos en público, vomitar en público y tratar con desprecio al prójimo. Un mundo sin pudor ni intimidad. Sin respeto ni educación. Bella es guapa pero sigue siendo un monstruo por dentro. Si Bella es el ejemplo a seguir entonces estamos glorificando la falta de humanidad. Porque follar sabe hasta el más tonto.
Robert Denigro
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5
27 de diciembre de 2021
243 de 371 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este texto no es un análisis, más bien una inquietud. Steven Spielberg insiste en que el clásico "West Side Story" tiene mucho que contar y las nuevas generaciones se merecen disfrutarla desde una mirada ajustada a su tiempo. Spielberg se presenta como el heraldo que saca brillo a lo viejo para colocarlo en la actualidad. Pero este mensaje en positivo tiene su reverso: lo que viene a decir el director es que el "West Side Story" de 1961 ha envejecido mal. Ha perdido interés. Necesita una reforma.

¿Ha envejecido mal "Casablanca"? Tal vez deberíamos convertir a Rick en un homosexual afgano huyendo del régimen talibán. La juventud se aburre con "Ciudadano Kane", tal vez una versión en color sería más actual. Otro género que ha envejecido fatal es el cine mudo. Deberíamos sonorizar "El acorazado Potemkin" y todas esas antiguallas de Buster Keaton. Por no hablar de la Biblia, ese gran texto indescifrable. Deberíamos resumir la Biblia en un tuit y acto seguido abrir un perfil de wasap a Don Quijote. Todo vale con tal de convertir la cultura en un producto fácil.

Flaco favor nos hacemos si rebajamos la cultura a una papilla fácil de masticar, a la altura de la dieta de un ignorante. La sabiduría exige esfuerzo. A veces la distancia cultural es inevitable y negarla es pedante. Por ejemplo hoy nadie sabe griego y nos perdemos el placer de leer a Homero en su voz original. Pero seamos curiosos para acercarnos al pasado con la máxima inquietud y descubrir su belleza. No cometamos el error de creer que la cultura es una foto en Instagram.

Spielberg, siempre ambicioso, se ha atrevido con algo que nadie le ha pedido. Su "West Side Story" es impecable pero personalmente solo veo artificio. Su película es un calculado baile de máscaras que siempre remite al baile original. Comparar es inevitable. Una película innecesaria cuyo mayor logro sería despertar en el advenedizo la curiosidad por la obra maestra original.
Robert Denigro
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1
21 de febrero de 2022
129 de 206 usuarios han encontrado esta crítica útil
Artificiosa hasta lo obsceno. Una puesta en escena tan calculada que por momentos parece una coreografía de musical, pero aquí no canta nadie. Lo que más canta son sus decorados digitales del río Nilo. Importa poco que el paisaje de fondo sea Egipto o los anillos de Saturno, todo es ordenador. Un montaje abigarrado, lleno de planos cenitales, contrapicados, movimientos de grúa y simetrías escénicas. Un tono de folletín exageradamente teatral. Todo realmente agotador.

Pero lo más irritante no son sus excesos formales. El mayor atractivo del género "Who done it" es despertar la curiosidad del espectador por la investigación en curso. Lograr que el público se identifique con el detective protagonista y descubrir juntos al asesino. Para ello es importante presentar bien a los personajes, distribuir los tiempos y dosificar con claridad las pistas para estimular el interés por el enredo. Pero un guion precipitado y unos personajes vacíos lo hacen imposible. Branagh no deja espacio a la reflexión. Aceptamos resignados las deducciones de Hércules Poirot con más fe que certezas.

"Muerte en el Nilo" se hace fuerte en lo superfluo y fracasa en lo esencial. Una película de misterio que descuida el misterio y se preocupa en exceso por la estética del viaje tan apreciada por la cultura instagram. Un Egipto aséptico, incapaz de conmover porque es digital y para colmo el suspense brilla por su ausencia. Lo único que brilla es su fotografía saturada de filtros de colores casi radiactivos. Oro parece y plátano es.
Robert Denigro
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1
6 de septiembre de 2022
208 de 365 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los años 90 se puso de moda la lectura de Tolkien. Por aquel entonces me lo leí casi todo, incluso "El Silmarilion" el Génesis de la saga. No recuerdo ninguna página de "El señor de los anillos" donde la Dama de Galadriel empuñara una espada. En la novela era descrita como una pitonisa mayestática y de infinita sabiduría. Ciertamente una mujer poderosa pero en absoluto una mujer de armas.

En la nueva serie de televisión nos encontramos una Dama de Galadriel guerrera, con yelmo y coraza, que pese a su juventud ostenta el cargo de comandante. Una mujer airada y beligerante muy alejada de la elegante serenidad que transmitía el personaje original. Parecen dos mujeres totalmente diferentes. Algo no encaja.

Esta nueva Galadriel que reparte estopa es tan ridícula como el Yoda saltimbanqui de Star Wars. No hay quien se los crea. Si esta Galadriel es la verdadera entonces la Galadriel de las películas de Peter Jackson ha tomado una sobredosis de tranquilizantes.

Para colmo la nueva Galadriel guerrera ofrece un aspecto impecable. Siempre a punto para una cena de gala en casa de Isabel Preysler. A pesar de la brutalidad de las batallas su rostro luce una piel digna de un anuncio de cosméticos. Su perfecta melena rubia también parece ajena a los estragos de la contienda. En definitiva: una guerrera de Instagram. La comandante del postureo élfico. La nueva Galadriel sabe que el secreto de una victoria contra los orcos es un buen maquillaje.
Robert Denigro
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5
20 de febrero de 2023
73 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
Colocar a un ser humano en una isla desierta no es precisamente una idea argumental muy original. Una idea que atraviesa la historia de la literatura desde la isla Utopía de Tomas Moro al "Señor de las moscas" de Golding. Sin ir más lejos actualmente la mayoría de televisiones generalistas recurren a este formato para ofrecer concursos de supervivencia. Ruben Östlund se sirve de una metáfora social bastante manoseada en su película más excesiva.

Ruben Óstlund sigue siendo el gran forense de las patologías del capitalismo extremo, como viene demostrando en sus últimas películas, casi una trilogía formada por "Fuerza mayor", "The Square" y "El triángulo de la tristeza". Pero todo lo que de afilada ironía había en las dos primeras, en esta última se vuelve vulgar, forzadamente provocador, excesivamente discursivo y para colmo gratuitamente escatológico. A Ösltund se le ha ido la mano con la metáfora, hasta el punto de que algunas situaciones son muy incoherentes.

Si en "El ángel exterminador" de Buñuel las personas de servicio doméstico eran las primeras en huir, en "El triángulo de la tristeza" el servicio toma el mando. Con mucha más gracia Bong Joo-Ho hizo algo parecido en la magnífica "Parásitos".

Personalmente el cine que critica el capitalismo siempre me genera dudas. ¿Realmente las películas de Östlund pretenden cambiar algo? o sirven para lo contrario, es decir: una reafirmación del sistema que pretende denunciar. El filósofo Marc Fisher, con mucha razón, decía que el capitalismo necesita de una calculada dosis de autocrítica para hacerse más fuerte. Así como en la edad media la culpa católica se limpiaba con el acto de confesión la culpa capitalista se lava con películas satíricas y un concierto de Beyonce contra el hambre en África.
Robert Denigro
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