...desde el primer minuto de película. Increíble cómo Zambrano consigue crear esa atmósfera de desolación, agarrarte y envolverte hasta el punto de notar la humedad de la casa en tus propios huesos. Carlos Álvarez-Novoa (y el perro Aquiles) conmueven hasta el punto exacto, sin excesos. Ana Fernández borda un papel totalmente biliar, rebosante de rabia e impotencia, y María Galiana...Simplemente inmejorable, sorprendente, deslumbra en cada escena, no creo que cualquier premio se merezca semejante interpretación, un 11 sobre 10, es sólo acordarme de esa mirada y esa expresión y se me pone la carne de gallina.
Una película en la que los silencios dicen más que las palabras. Cómo la vida misma.

La idea es buena, darle una vuelta de tuerca más al ya enrevesado argumento de la primera película. La elección del tema de una cuarta dimensión da bastante juego, universos paralelos, relatividad...Sin embargo creo que se ha quedado todo en un simple intento, quizá intentando no alejarse del todo del "gran público" y temiendo hacer un ladrillo de película demasiado teoríca, demasiado física, demasiado matemática, demasiado para "frikis" han descuidado la línea argumental en lugar de elaborarla más.
En mi opinión había un material genial digno para hacer una película a la altura de Cube e incluso mejor pero al final se queda todo en un cubo más "sofisticado" pero bastante más hueco.

En realidad creo que se queda al nivel de un libro de matemáticas de secundaria cualquiera: muchos enunciados y teorías lanzados al aire pero sin ninguna trama desarrollada para unirlos entre sí. Verdades como puños, pero a medias, sin resolver.