Una novela poderosa convertida en cartón piedra fílmico. El casting es penoso, aunque no se si es por la selección o por la deficiente dirección. Personajes hirsutos, primeros planos de Nerea Barros en un gesto repetitivo de una sosez pretendidamente profunda y amargada.
Dario Grandinetti parece un alumno de primero de una escuela de actores. No sabe o no le dirigen, no transmite nada salvo que parece estar sorprendido. El montaje está bien, salvo alguna secuencia descolocada.
Fotografia notable, muy del gusto noir nórdico, grises plúmbeos, atmósfera intensa bien iluminada.
Pero el guión es un petardo, parece que quieren alargar la duración y metraje en demasiados capítulos (anuncian 8) estirando planos y contra planos que no dicen nada.
Los secundarios salvan un poco el desastre, a destacar y mereciendo un notable alto el veterano Vicente Romero.
A Paco Cabezas le viene grande esta novela. Un 4

Fascinante miniserie. Un guión admirable donde los silencios son protagonistas y las miradas son texto. Una fotografía que expresa el clima, el ambiente, la sordidez, la frialdad, la violencia, la tensión. Una música intensa, que sobrecoge, que acompaña, que rompe el silencio.
Lo mejor: Los personajes, los tipos, retratos perfectos del micromundo de Utmark, de una riqueza imaginativa diversa, daguerrotipos multicromáticos que componen un paisanaje humano de esa aldea norteña Noruega.
Es pura comedia negra, tragedia y drama a veces, emotiva y corrosiva, en un cóctel de historias entrecruzadas sin perder ni un momento la vis cómica de cada cual. Siri, Finn, Bilzi, Heig, Willman, Marin, Odd, Kari, ... todos una tribu de contrastes, de perfiles que componen un cuadro poliédrico, fascinante.
Una trama divertida, jugosa, inquietante, sorpresiva, cómica y trágica. Un guión redondo, interpretado con una solvencia brillante, magistral. Nadie desentona. A destacar Marie Blokhus (Siri), Stig Henrik Hoff (Bilzi), Tobias Santelmann (Finn), Alma Günther (Marin).

Bodrio. Una serie aburrida con un argumento gaseoso, una puesta en escena de principiante.
Guión para que se luzca Kaley Cuoco con un resultado penoso. La Penny de The Big Bang Theory era una actriz de comedia lucida y luminosa, de lo mejor de aquella serie, a la altura de Sheldon Cooper (Jim Parsons).
Pero aquí hace un personaje histriónico-histérico que sobreactua con unos tics sin sentido. Alcohólica hasta la extenuación que parece que va a caer de un momento al otro en un delirium tremens. Por la ingesta de vodka debería hacerlo en cada capítulo un par de veces.
Una trama que se pretende intrincada y atractiva y se convierte en insustancial y tramposa. Los actores cumplen en la medianía, salvo Kaley Cuoco que defrauda en sus tics y gestos de continuo asombro con esos ojos desencajados.
Ni thriller, ni comedia, ni drama, ni tragedia. Un popurrí insulso. Como dicen algunos críticos, desechable.

Woody Allen hubiera firmado este guión. José Luís Cuerda borda esta comedia de enredo menor con unos diálogos brillantes, mordaces, surrealistas, cínicos y cáusticos.
El monólogo que se larga el Agustín González (aunque sea un pegote en el film) es propio de "Amanece que no es poco".
Los actores lo bordan, destacando Resines, Carles Velat, Silvia Munt y Mercedes Camins.
Tiene el film un tufillo homenaje a Woody Allen, y Carles Velat parece por momentos un sosias de Allen.
Está claro que el film será muy del agrado de los "Cuerdistas", entre los que me encuentro.

Lo mejor: Belen López y un argumento creíble, sólido, un guión notable.
Una trama noir de factura impecable. Diálogos precisos, que sustentan muy bien una historia que te deja pegado a la silla casi sin resuello durante los 105 minutos. Aunque todo sea previsible a posteriori, las secuencias tienen la intriga necesaria para no perder nunca el interés. Una ópera prima notable de bajo presupuesto que tapa las carencias de producción con el reparto y el desarrollo del guión.
Algunas deficiencias de montaje, fotografia correcta, pero mejorable. Es una pena que el presupuesto no diera para unos escenarios más lucidos y convincentes. Sin embargo, los actores elevan el listón y sobre todo, una sobresaliente Belen Lopez, que lleva el peso del guión con brillantez. Un 7.5