Creía que los conciertos se viven en los estadios, en los teatros, en los auditorios, en los pabellones, en los parques, en las calles, en las playas .... pero hoy, tras el 1,2,3... 14 la sala del cine se convirtió en un concierto repleto de miles y miles de espectadores gritando, vibrando y sintiendo la música de u2.

Puede que al espectador le guste más o menos la música de u2 (a mi me encandila)...pero lo indudable es que U2 es un grupo valiente, innovador, novedoso que utiliza todo lo que esté a su alcance para acercarse a sus fans y para sorprenderlos. Utilizar este novedoso sistema en 3D me parece una avance brillante que logra que te sientas un espectador más de un espectáculo digno de disfrutar.

Siempre soy de la opinión de que aunque no te guste u2, los espectáculos que conforman en cada concierto son dignos de disfrutar y ver... el documental me parece una obra de arte en cuanto efectos, realización, sentimiento y emoción.

No sé si será una crítica objetiva ¿Cuál lo es? Aún viviendo en directo un concierto de esta gira, hoy en la sala del cine me volví a trasladar al pasado para recordar todo aquello que viví en el cesped de un estadio, pero disfrutándolo en un la butaca de un cine con sonido Dolby Sorround.

Guy Ritchie ha aprendido la lección después del batacazo de Barridos por la marea y vuelve por la senda del éxito de películas como Snatch y Lock and Stock.

El Sr. Ritchie combina en una misma coctelera tramas entrelazadas, ácidos diálogos, buen rock and roll, negocios oscuros, chispazos de humor negro, la madre patria rusa y una pequeña cuadrilla de pintorescos personajes, que dan como resultado una cinta con un corte diferente al que hacer actual de hollywood, sin perder la maestría y el talento.

En definitiva, una película que sorprende, divierte y gusta... sin llegar al nivel de sus predecesoras pero totalmente recomendable para disfrutar de un producto poco convencional pero no exento de calidad.