Vi esta película en el festival de Málaga y me dio auténtica repugnancia moral. No fui el único. Las personas del público con las que hablé, algunas profesionales del cine documental, sintieron lo mismo. El planteamiento de la película es el siguiente: una cámara oculta que graba las sesiones de psiquiatría infantil de varios niños con problemas de lo más morboso: violaciones, autolesiones, violencia familiar, complejos, etc La cámara encuadra a los niños en primer plano, de frente, contando a un psiquiatra al que no se ve sus miserias y sus problemas, recreándose en sus rostros y sus lágrimas. Ya. No hay más. Sin duda el material acabará en internet. Es imparable porque el morbo tiene su público. Sólo espero que cuando esos niños sean adultos demanden a la directora, a la productora, a los psiquiatras y a sus padres que permitieron (¿por dinero?) que se expusiera su intimidad de semejante forma. ¿Para qué? ¿Para hacer una obra de arte? En muchos países afortunadamente está prohibido maltratar animales en los rodajes. Parece que en México está permitido maltratar a niños. Y en España exhibirlo en un festival oficial. Mi crítica al festival de Málaga por haber seleccionado esta cruel "obra de arte".