Aún no entiendo como esta gran película no ha tenido el éxito que se merece, toda una historia de amor, más allá de lo imaginado, con toques de humor y de reflexiones que dan que pensar, sin recurrir a la palabrería pedante.

Color, música, poesía en estado puro en una obra maestra, que aborda temas tan interesantes como el destino, los sueños y la reencarnación con tremenda fluidez.

La grandeza de esta película queda patente en la maestría con la que conduce al espectador, con tremenda inmediatez, de la lágrima al llanto.

Ambientada en un momento histórico terriblemente duro,es capaz de transmitir el mensaje de lo bello que es vivir, si se sabe como.

Moulin Rouge ha reinventado el género, de hecho ha creado una nueva clase: el musical democrático, aquel en el que todos cantamos y todos disfrutamos a la vez. Un viaje al París bohemio, a modo de cuento, en el que Nicole Kidman y Ewan McGregor brillan con luz propia.

No hay palabras para escribir lo que se puede llegar a sentir al ver a tan grandes actores en tan grandes papeles. Personajes reales, mafiosos y asesinos, crueles, a los que sin embargo, llegas a unirte, porque por encima de todo..irradian humanidad. La melodía, los gestos, las miradas van a permanecer por siempre en la historia del cine.

Creo no exagerar al afirmar que la primera y la segunda parte del padrino son dos de las mejores películas jamás creadas.