Hay películas que, para mí, que soy un nostálgico de los años 80, producen placer con su recuerdo. Entre ellas se encuentra este film que junto con "After Hours" (¡Jo, Qué Noche!) de Martin Scorsese toman como idea argumental lo que te espera en una noche cuando las cosas se tuercen y se pone un paréntesis en la cómoda rutina. La obra de Scorsese toma un derrotero más agudo y penetrante con una historia inteligentemente armada, mientras que la de John Landis se apunta al campo del entretenimiento y el cachondeo puros, pero sin caer en la tontería de la mayor parte de las películas absolutamente vacías que se hacían y se siguen haciendo.
La película no es de esas que les encanta a los estetas albaneses, pero es muy recomendable para cualquiera que quiera pasar un buen rato. Hay que destacar al estupendo Jeff Goldblum en su papel de hombre que sufre insomnio, aburrido con su trabajo y cuyo matrimonio de clase media se va al garete; la banda sonora interpretada por B.B. King; y, en general, lo bien llevada que está por John Landis, que nos obsequia con muchas sorpresas, muchas carreras y personajes desternillantes (el inimitable imitador de Elvis y esos eficientes gangsters iraníes).
Por utilizar una frase del film, se puede decir que la película está en la categoría de OK.

Me viene a la memoria la frase que Morgan Freeman pronuncia en la promoción de un documental del canal DiscoveryMax: ¿A quién no le gustan los misterios?. La película, como todas las del mismo tipo, saca provecho de este principio y plantea unas premisas que el guionista Joe Eszterhas ya cocinó en "Instinto Básico": comienza con un asesinato de un personaje conocido de la ciudad y lo mezcla con el ingrediente sexual, como propone de modo muy sugestivo el cartel del filme. Da la impresión de que Joe Eszterhas toma prestados algunos detalles de las novelas de Raymond Chandler, si en “Instinto Básico” utiliza el picahielos, arma homicida en la novela “La hermana pequeña”, en “Jade” me hace recordar aquella escena de “Sueño eterno” en la que Marlowe descubre en una casa con decoración oriental a una de las hermanas Sternwood drogada y desnuda y una cámara escondida en una estatua exótica.
El desarrollo de la historia de “Jade” es muy convencional, con las típicas persecuciones de coches, aburridas escenas de cama, y repetidísimos personajes de estas películas, no crea un clímax adecuado y repite muchos elementos de “Instinto Básico”, que no indico para que os regocigéis reconociéndolos. Como en las novelas de Agatha Christie casi todos los personajes podrían haber cometido el crimen, y juega del mismo modo hasta el final enseñando su última carta como el truco ya manido de un viejo tahur conocido. El aliciente del erotismo no es tanto aunque la señorita Linda Fiorentino en aquella época gastaba rasgos de mujer fatal y desprendía algo de sensualidad, pero no nos lleva a la temperatura de ebullición como hizo Paul Verhoeven con Sharon Stone.
En conjunto una película para pasar el rato y tratar de adivinar como Joe Eszterhas nos engañará de nuevo con sus ingredientes habituales. Muy floja, prescindible.

!Qué bueno que fue el cine de los 80¡ Fantástica película sobre la redención de un gigoló que descubre el amor genuino después de haber proporcionado tanto placer a innumerables mujeres. No soy un fan precisamente de Richard Gere, pero este personaje le iba a la medida, y en cuanto a Lauren Hutton: a quién no le gustaría que le redimiera en el último momento una mujer bellísima, sensible y frágil como ella.
Desde el comienzo con la música de Moroder sonando a todo trapo te imaginas que el film promete, y la verdad es que no decepciona. Película recomendable para aquellos que quieran una buena historia con personajes creíbles y no de plástico, muy bien desarrollada, atada y culminada por Schrader.

Al ver a Michael Caine en el reparto supuse que debía tomar el camino de la ironía y de la comedia de intriga. Se inspira en películas de cine negro de los años 40 en algunas escenas (como "El sueño eterno"), y se apunta a la moda retro de los años 70 desarrollando la acción en 1947. No es una buena película ni siquiera recomendable para todos en general, pero está bien filmada (también buena fotografía y música) y es entretenida. Es un placer ver a actores como Caine, o Natalie Wood, y los diálogos, a veces ingeniosos, producen momentos de regocijo. Una película amable para olvidarse de los problemas cotidianos durante una hora y media.

Parece que hay una tendencia a comparar "Fedora" con "Sunset Boulevard" (Título en su V.O.), y situarla por debajo. Evidentemente, hay puntos en común, William Holden interpreta los personajes que desencadenan la trama ( El productor independiente en la primera, y el guionista endeudado en la segunda), ambas se desarrollan en el mundo del cine, y en ambas desempeñan un papel muy importante las actrices estrella.
Sin embargo, y aunque se puede pensar que "Fedora" es un retorno a "Sunset Boulevard", la cuestión central es el precio que se paga por mantener la aureola de actriz-leyenda, mantenerse eternamente joven, el golpe inevitable del tiempo. En cambio, en la película anterior la actriz Norma Desmond está completamente olvidada, y vive aislada en un mundo irreal y claustrofóbico, conviviendo con un reducido grupo de personas que la siguen adulando y manteniendo en la mentira de que sigue siendo la Gran Norma Desmond, cuando la irrupción del cine sonoro la dejó en el olvido total, algo que no ocurre en el caso de Fedora, que sigue siendo una actriz cotizada y demandada para hacer películas, de hecho, el productor que la busca sabe, con sus mismas palabras, "que con ella hay película", porque encontrará grandes estudios que la financien.

"Fedora" desarrolla un guión sobresaliente, como todos los de la pareja Diamond-Wilder, con dardos humorísticos muy punzantes característicos de otros trabajos anteriores y el drama está relatado de forma impecable. Una gran película recomendable a los aficionados de las películas de Wilder y del buen cine en general. Si hubiera que encontrar un defecto destacaría las mejorables interpretaciones de las actrices Keller y Knef, quizás otra actriz hubiera resultado más atractivo para ese personaje. Y por destacar un punto fuerte, la música compuesta por Rozsa, con un final brillante.