Me divertí al principio, gracias sobre todo al Paco León amnésico, con un trabajo de actor impagable, y a la aportación de Carmen Machi, tan profesional siempre. Cuando comenzaron los bailecitos de "Las Mamis" me entraron las ganas de salir a fumar y cuando la moralina barata y sensiblera irrumpió con el estúpido concurso televisivos y sus secuelas el aburrimiento se apoderó de mi. Arrancada de caballo y parada de burro, proceso no infrecuente en la filmografía de Colomo. Los secundarios y los figurantes funcionan bien sin exceso. la fotografía, muy aceptable. Me ha salido muy subjetivo, pero, como lo hago gratis, me lo voy a permitir.

Lamento discrepar de muchos críticos autorizados y comprendo que "para gustos están los colores". Cada cual tiene sus cánones estéticos. A mi me ha parecido una película apta para fetichistas muy muy pacientes. Indudablemente no se ha intentado "épater le bourgeois", porque desde luego y a estas alturas sería prácticamente imposible. Relatar en cine es sumamente difícil, máxime si no se tiene claro el hilo ni el ritmo adecuado para el relato.Para muestra, este botón.

Pues eso, que ni con la mejor voluntad puede uno sustraerse del tedio que te produce esa sarta de gags patosos. Los actores navegan a bandazos por un guión sin pies ni cabeza y una dirección errática. Sigo con mucho interés todo intento de comedia española, que ha dado frutos del nivel de "Amanece que no es poco", "El milagro de P. Tinto", "Carmina o revienta" y un largo y venturoso etcétera. ¿Es que Curro Velázquez no tenía dónde aprender? Me ha dolido ver a Karra Elejalde haciendo el tonto dentro de un personaje falto de definición y de objetivo. La verdad es que no la aguanté más de media hora, y eso que era un sábado de puente. Menos mal que tenía libros interesantes para echar una tarde plácida.

Supongo que intentaba ir por el camino de los ocho apellidos y afines, pero no salió la jugada. No basta con tener una ocurrencia, porque luego hay que saber desarrollarla con tino y ritmo. El argumento suizo se agota en unos diez minutos y luego hay que discurrir por donde se puede con gags más bien idiotas a base de amoríos no menos idiotas, cura "trabucaire", descarados plagios de "Bienvenido Mister Marshall" y todo lo que viene a mano para salir del atolladero y lograr un largometraje con elementos que a duras penas hubieran dado para un mal corto. Menos mal que no tuve que pagar entrada, porque la conseguí gratis y pude emplear el dinero en un par de copas para recuperarme del mal rato. En realidad don Kepa tenía que haberme pagado a mi por aguantar semejante bodrio.

La ausencia de coherencia y cohesión no cierran del todo el paso a un drama a ratos verosímil, aunque deje tantos cabos sueltos. La tensión dramática existe, qué duda cabe, pero funciona a picos. respecto a los actores, con todo mi respeto y consideración por Carmelo Gómez, Adriana Ugarte y los demás, creo que andan a ratos perdidos en unos personajes no dibujados del todo. Incluso cabría afirmar que nadie les ha fijado una línea de acción clara. Me parece una película honesta, pese a algunos momentos de excesiva truculencia (en mi opinión).