Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Philipauskas
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
10
30 de abril de 2006
23 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los últimos años han sido funestos para el Cielo, el número de almas que aprueban el exámen de entrada ha disminuido notablemente. Lo altos cargos del Cielo están muy preocupados ante semejante catástrofe. La situación es absolutamente inversa en el Infierno donde el exceso de ingresos ha propiciado un problema de espacio, lo que significa que la batalla entre el bien y el mal parece haber sido ganada por los rebeldes. Sin embargo la petición de una madre para salvar el alma de su hijo puede cambiar las cosas. El alma en cuestión es la de Many Chávez (Demián Bichir), un boxeador de pasado oscuro y de caracter excesivo. Principalmente guionista, Agustín Díaz-Yanes realiza con "Sin noticias de Dios" una desangelada, ciertamente excesiva y finalmente brillante, comedia fantástica, dejando a un lado el desaforado ambiente del extarradio que dio a conocer su faceta de realizador con la excepcional "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto". Con un desorbitado presupuesto de mil doscientos millones de pesetas, lo que permite la extraordinaria factura técnica, esta gran producción se puede considerar la más polémica de su año, 2001, en la que fue muy reconocida por los miembros de la Academia otorgándole once nominaciones para los premios Goya y siendo preseleccionada como representante española a los premios Oscar, pero suscitando una notable dualidad entre los que la defendían y los que la atacaban. La mayor baza del relativo éxito cosechado por esta atípica obra genial es el enfrentamiento en la ficción entre dos de las mejores actrices del panoráma nacional, Victoria Abril y Penélope Cruz, capitaneando el rol angelical y demoníaco respectivamente, opción que se contrapone a lo que cabría esperar. Aunque al margen de la soberbia interpretación de ambas y de la brillantísima y variopinta gama de actores de diversa nacionalidad, de los que es necesario hacer especial mención a los hermanos Demián y Bruno Bichir, Gael García Bernal y a Fanny Ardant, "Sin noticias de Dios" es una película ciertamente necesaria en el cine español por tratar un tema inteligente, manjar de cualquier debate e involucrar un nuevo concepto transgresor, lo "religiosamente" incorrecto, con otra clase de críticas como aquella a la política laborla de las empresas, a la burocracia, etc. Pero tan superlativa idea principal de enorme originalidad se desarrolla sin miramiento alguno a la confusión narrativa que puede ocasionar manejar tantos elementos, todo ello proporcionado, quizás, por la desmesurada ambición creativa de Díaz-Yanes. Aunque ante todo, y al contrario de ser una obra fallida como así la denostan sus detractores, "Sin noticias de Dios" es un producto de enorme atractivo y aconsejable, una gran cinta. Muy buena.
Philipauskas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
30 de abril de 2006
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como ya hiciera con sus dos primeros trabajos, "La buena vida" y la ingeniosa pero fallida "Obra Maestra", David Trueba vuelve al género de la comedia (un pelín ácida) tras su reconocida y verdadera obra maestra "Soldados de Salamina". Este cambio de registro se produce sin hacer escalas intermedias entre el género cómico y dramático, lo que aupa aún más esa sensación de frescura y jovialidad, a pesar de hablar de la forzosa transición a la madurez por medio de la convivencia, de la implicación emocional en las decisiones trascendentales, los temores y las inseguridades, y sobre todo, un inesperado embarazo.

La gestación del guión se inició durante el festival de Cannes del 2003, donde David Trueba presentaba "Soldados de Salamina". En una reunión con personas de diferentes edades alrededor de una mesa, surgió una conversación sobre la madurez que implica y el cambio y la unión que supone un embarazo. A partir de ahí fue tomando forma la historia de Eva y Samuel, interpretados solventemente por Pilar López de Ayala, en un personaje humano, misterioso y coherente, y Alejo Sauras, perfecta reencarnación de ese peter pan forzado a crecer. El propio Trueba ha reconocido que la película es Alejo Sauras.

El elenco es completado por Ariadna Gil, musa del director, una reportera de sucesos, árida, escéptica y con visión pesimista de la vida; Juan Echanove, un crítico de cine ciego que busca el verdadero amor; Jorge Sanz, un reportero machista, abrupto, mujeriego y hueco; Javivi, reportero musical que usa a su familia para reafirmarse; Julián Villagrán, periodista económico, radical sindicalista; Juana Acosta, stripper, amiga de la infancia de Samuel que aparece paraponer a prueba la infidelidad del chico y Concha Velasco, la superprotectora madre de Samuel. Todos ellos forman una fauna de lo más peculiar, personajes magnífica y coherentemente escritos (vale perdonar ciertos excesos del personaje de Concha Velasco) y no peor interpretados por un reparto curioso, inusual y del que nadie desentona.

Con estos elementos, David Trueba, buen director y excelente escritor con capacidad camaleónica para alternar géneros, crea una historia madura, de aprendizaje y madurez, un trabajo muy personal como es de costumbre en él, construído en base a diálogos brillantes y de enorme inteligencia y situaciones reales de la vida en pareja o de la vida profesional (en este caso, fotógrafo de prensa, con las parodias que esto puede suscitar y que Trueba utiliza sin reparos) Tierna y sin caer en el incómodo empalago, certera y sincera al hablar de amor y libre al mencionar el sexo. David Trueba quería que su cuarto film figurase entre las mejores películas españolas de este año, y lo ha conseguido.
Philipauskas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
30 de abril de 2006
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es "Volver", un título omnipresente en esta obra de enorme ternura y hermosura. No solo los que se reproducen dentro de ella a diversas escalas, sino todos los que la rodean desde fuera. Es el volver de Almodóvar. El volver a reencontrarse con la más sufrida, conocida y "suya", de las chicas almodóvar, su madrina Carmen Maura. Es este el volver, también a los mejores exitos de su filmografía al quedarse en sus entrañas desde lo mejor de "¿Qué he hecho yo para merecer esto¡", a lo mejor de "Mujeres al borde de un ataque de nervios", pasando por los mejores tintes de "La flor de mi secreto" o revisando de reojo la magistral "Todo sobre mi madre" o incluso pellizcos característicos de "Kika". Es este un volver al cine de actrices, tras su arriesgadísima "La mala educación". Es este un volver a su origen manchego, al viento solano, al olor de las casas de las abuelas, a la arena en los ojos. Posiblemente, sea un volver a la academia, pero eso es otro cantar. La historia, dentro de la pantalla, da zarandeos entre el ambiente de extrarradio y el pueblo de siempre, entre la comedia más vivaz y auténtica y la tragedia más desgarradora, entre lo verosímil y lo surrealista. Las actrices, todas en su justa medida, excepcionales, salvo Penélope Cruz, que se encuentra en todo momento superior a cualquier elogio, superlativa. Y ¿qué decir de Blanca Portillo que aún no se sepa? Pues que está tan demoledora como veraz, aún mantengo en la retina el rostro de Portillo saliendo de un plató de televisión, al igual que la escena de Penélope Cruz arrancándose a cantar, una de las escenas más emotivas y sentidas de los últimos años en el cine español. Como normalmente suele pasar en el cine de su director, la revisión es obligada para ir deshojando sus entrañas, esos sentimientos silenciosos y siempre presentes a flor de piel. El recuerdo de cada una de las escenas, permanece e incluso crece, porque "Volver" es una historia compleja, que se construye en buena parte, con aquellos elementos elípticos, con los silencios, algo que corre cuenta de la primorosa dirección de actrices. Y como es natural, tratándose de una película de Almodóvar, hay que hacer mención a la vistosidad del conjunto, proporcionada por unas llamativas dirección artística y fotografía y una excelente música, además de la maestra dirección, bordada esta vez, desde una mayor solemnidad y discreción y siempre con un estilo de marcada personalidad. Quizás sean estos los calificativos que mejor definan a esta esperadísima obra maestra, pieza de gran cine, narrada sin maníqueos y eternamente necesaria en la filmografía del genial Pedro Almodóvar.
Philipauskas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow