Dura pelicula sobre la adolescencia. Los tres púberes que la protagonizan trasmiten verdad, dolor y rabia. Estupendos los tres chavales (dos chicos y una magnífica chica), magistralmente dirigidos por Michael Cuesta.
Aquí no hay adolescentes bobalicones acomplejados por el acné. Hay chicos en una edad difícil que sufren, aman y viven su mundo con intensidad.
Muy, muy recomendable.

Maravillosa película que te mantiene pegado al sillón sin despegar los ojos de la pantalla de principio a fin. El encuentro de dos seres insatisfechos con su acomodada existencia, el drama de un enfermo sexual y la alarma histérica que presencia desata en sus vecinos, el amor de la madre de éste que se niega a ver la tragedia de su hijo, el ex-policía de turbio pasado que trata de disolver su culpa acosando al perturbado, el barrio residencial (a mi recuerda el Wisteria Lane de Mujeres desesperadas), tan bonito y tan apacible en apariencia pero poblado de gente cuya vida está poblada por fantasmas, frustraciones y mentiras.
Y al fondo los niños, espectadores y sufridores de la existencia acomplejada y mentirosa de un padre y el aburrimiento y frustración de una madre, utilizados, como en la vida misma, para los intereses de sus mayores.
Destacar el trabajo de la pareja protagonista, especialmente el de Kate Winslet, aunque todos están sobresalientes.
Muy buena.

Al igual que la película de Ripstein, con el mismo fondo argumental, esta estupenda película está basada en hechos reales.
Quizá la de Ripstein retrataba con más realismo el juego de la pareja loca de amor enfermizo que a base de asesinatos retroalimentaban su relación.
En la realidad Martha Jule Beck era rolliza tirando a obesa y ni por asomo tenía el tipazo de la Hayek. Raymond Fernández, hijo de españoles, y Martha Beck se confesaron autores del asesinato de 17 mujeres en los años 40.
Los actores están sobresalientes, sobre todo Travolta, en un papel muy contenido y la Heyek.
En ningún momento baja el ritmo y te mantiene atento a los avatares esta peculiar pareja. Película recomendable.

Fantástica de fantasía, de imaginación.
Turbador cuento gótico.
Jezila-Rose es una dulce niña, hija de jonkies, víctimas mortales de su terrible adicción, maravillosamente interpretada por la niña Jodelle Ferland.
Gillian yuxtapone desde el principio la terrible realidad de la niña (prepara los picos de heroína a su padre con pasmosa naturalidad) con su mundo imaginario.
Es en la posterior relación con Dickens y su obsesiva hermana taxidermista cuando la pelicula se torna realmente inquietante.
En la relación entre Jezila-Rose y Dickens, se muestran imágenes de sus juegos sexuales que pueden llegar a herir los sentimientos de alguna mente pacata.

Pelicula loca, "peligrosa" y hermosa.

La irracionalidad de los sentimientos, la fuerza del sexo, la necesidad de ser reconocido por otro ser humano, el abuso del poder, el hastío en la pareja.... Todo esto lo refleja Mackencie con muy buen pulso en una narración que, desde el principio, te atrapa.
Los actores, especialmente el magnético Ian Mckellen y la muy convincente Natasha Richardson estan sobresalientes.
Interesante.