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Críticas de Harmonica
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Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
9
1 de octubre de 2008
40 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Em primer lugar, debo reconocer que siento especial debilidad por esta película. Su visionado me produjo un gran impacto, convirtiéndose en una de esas películas que establecemos inmediátamente como de referencia en nuestro particular universo cinéfilo. Tanto es así, que la considero entre lo mejor en la filmografía de su director, y, por qué no, entre lo más destacable de la década de los setenta.

Lumet y su guionista, a partir de una sencilla base argumental, proponen una turbulenta historia de marcado carácter psicológico. "Sacuden" literalmente a sus personajes y los arrojan al borde del abismo, enfrentándoles directamente con sus más temibles sentimientos, aquellos que no pueden detener dentro de su mente, y que les torturan. Ésto, lo plasma Lumet visualmente de forma inmejorable, su planificación es eléctrica, no se limita a filmar correctamente lo que podríamos llamar una "pieza de teatro" (como lo podría hacer, por ejemplo, el Nicholas Gessner de Alguien detrás de la puerta o La muchacha del sendero), sino que utiliza ampliamente los recursos cinematográficas para lograr una intensidad visual acorde con la tensión psicológica de sus personajes a lo largo de la película, consiguiendo un aumento progresivo de la misma hasta llegar a un sublime final, al que por cierto se refirió el director John Houston cuando en su día comentó que la media hora final de este film era lo mejor que había visto en su vida.
Es indudable también, que la propuesta funciona porque los actores están a la altura de las circunstancias. Asistimos aquí a un memorable duelo interpretativo entre Sean Connery e Ian Bannen, ambos soberbios, en papeles muy difíciles; sin olvidar tampoco al veterano Trevor Howard, igualmente magnífico.
Por último, cabe mencionar la fotografía de Gerry Fisher, hermética, de colores frios, ajustándose de forma impecable a lo que la historía pedía.

Una película profunda, que, a mi juicio, merece mayor reconocimiento.

MUY BUENA.
Harmonica
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3
25 de noviembre de 2008
62 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
No, no me vale. Esta vez no. No me vale eso de que es una película para fans de Carpenter, de que es un autohomenaje referencial, un pastiche del ideario carpenteriano, de que es una gamberrada simpática de las que ya no se hacen, de que es otra muestra del carácter outsider de su director frente al sistema de Hollywood, de que es una divertida recuperación de la serie B más transgresora…lo siento pero NO. Supuestamente solo podrán valorarla positivamente los seguidores del director neoyorquino, de su universo cinéfilo que encuentra consecuencia en este, su último film. Pues bien, yo soy un ferviente seguidor de Carpenter, y, francamente, me resulta completamente imposible defender algo como Fantasmas de Marte, porque no llega, en mi opinión, a alcanzar si quiera un mínimo exigible.

Marte, año 2176. No empieza mal, de hecho me gustó esa primera secuencia en la que el tren recorre el planeta rojo, luego todo se tuerce irremisiblemente, a parte, de que paulatinamente nos vamos dando cuenta de uno de los aspectos más llamativos, esto es, el pobre diseño de producción con el que cuenta la película y que hace inevitable la perdida de cierta credibilidad. Lo más curioso es que según tengo entendido el film contaba con un presupuesto de 28 millones de dólares, ¿en que se empleó? Es un misterio. Afortunadamente, y quizás sea esto lo único destacable, Gary B Kibbe se muestra competente en el apartado fotográfico, y al menos consigue mitigar, en cierta medida, las evidentes carencias de muchos de los decorados, otorgando un digno y por momentos atractivo acabado visual.

Pero la pobreza del diseño de producción no es el problema, es decir, al fin y al cabo es un elemento (ornamental) más, importante, pero no determinante. Yo antepongo por encima, una solidez narrativa, algo que si considero fundamental. Pero tampoco es el caso. El guión de Carpenter es malo, no me molesto en intentar buscar algún sinónimo más benévolo o a aportar alguna idea que argumente la posible deficiencia del esqueleto del film, es que no hay más, el guión es directamente malo. Los diálogos son risibles, los personajes son de una sola pieza, arquetípicos, simples marionetas que Carpenter dispone en el encuadre.

No existe tensión dramática, las escenas de acción no tienen ninguna fuerza, aparecen atropelladamente, deficiente es la narración, y poco mejor es la realización de Carpenter, apática y desganada, con la inclusión de algunos efectismos y cámaras lentas tan gratuitas como innecesarias. Particularmente horribles me parecieron las peleas cuerpo a cuerpo, de las que hay unas cuantas, terriblemente falsas, ¿ensayaron? ¿había alguien encargado de las coreografías?. Con respecto a la música, Carpenter abandona su minimalista sintetizador y se entrega de lleno a una especie de rock metálico y heavy metal cuya función con respecto a las imágenes es más ruidosa que descriptiva.

Decididamente, no me vale.
Harmonica
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8
30 de septiembre de 2008
25 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bastante desconocida y olvidada en general se presenta esta película de Don Siegel, y al verla, uno se pregunta el porqué. Pues yo no lo sé, francamente. Ya que este film de 1974 atesora no pocas virtudes:

- Atractivo guión que mantiene el interés en todo momento y, que cuenta, con algunas set-pieces sencillamente memorables.

- La magnética presencia del excelente Michael Caine.

- Un estupendo plantel de secundarios comandados por Donald Pleasence y John Vernon

- Una magnífica dirección artística.

- La soberbia dirección del maestro Don Siegel, referente en el género que nos ocupa.

Resultado: Un thriller directo, emocionante, áspero, seco, duro y contundente.

Estoy por ponerle un nueve...
Harmonica
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7
1 de octubre de 2008
23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de la más que decepcionante Negocios de familia (última colaboración con el escocés Sean Connery), el veterano director de Filadelfia Sidney Lumet regresó con fuerza con este estupendo thriller en el que volvió a tocar uno de los temas dominantes en su filmografía, la corrupción policial (pensemos en títulos como Serpico, El principe de la ciudad o La noche cae sobre Manhattan). Y el resultado es más que interesante en una película de guión y personajes, grandes creaciones por parte de sus intérpretes, en especial la de un soberbio Nick Nolte en el papel del teniente Mike Brennan, sin olvidar a Timothy Hutton como el adjunto del fiscal Al Reilly, ni a Armand Assante como el mafioso Bobby Texador, éste último incluso fue nominado al Globo de Oro por este papel (a mi juicio uno de los actores más desaprovechados de nuestro tiempo).

La película es una adaptación de una novela de Edwin Torres, el también autor de Carlito´s way, luego llevada (magistralmente) al cine por Brian de Palma (conocida en España por Atrapado por su pasado). El guión, escrito por el propio director, es bastante sólido, lo que unido a una muy buena puesta en escena que deriva en secuencias de grán intensidad, hace que no se pierda el interés en ningún momento tornándose muy emocionante las idas y venidas del policia corrupto y la consiguiente investigación al respecto. No obstante, algunos aspectos del film restan algo de calidad al conjunto, particularmente la inclusión de alguna subtrama que no acaba de desarrolar y que entorpece levemente la narración, y sobre todo, la música de Rubén Blades, a mi juicio, muy poco adecuada.

En todo caso, un film muy recomendable, y que, sin duda, se erige como la mejor película (junto a La noche cae sobre Manhattan) de Sidney Lumet en la década de los noventa.
Harmonica
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6
31 de octubre de 2008
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película número dieciseis en la filmografía del veterano Sidney Lumet, que supone la segunda colaboración con el actor Sean Connery tras la soberbia La colina (The hill) en 1965 (posteriormente volverían a reunirse hasta en tres ocasiones más).

De entrada, esta película me pareció una rara-avis en la trayectoria de su director (y más concretamente en su más inmediato contexto) por su marcado carácter típicamente comercial. Quizás a Lumet le hiciera falta un éxito de táquilla y optó por este proyecto, mucho más accesible y "superficial" que sus anteriores trabajos.

Supergolpe en Manhattan no es una gran película, ni por supuesto la podemos situar entre lo mejor de Lumet, pero tampoco entre lo peor. Su mayor "problema" es la convencionalidad de su argumento, mil veces visto, a saber: ladrón que sale de la carcel y reune a un grupo de personajes para dar su último gran atraco. Típico desarrollo que ya conocemos de infinidad de películas inscritas en el subgénero de atracos. Este punto de partida, su argumento, es muy difícil de remontar, aún así, su guionista, Frank Pierson (que ganó el Oscar por Tarde de perros, también de Lumet), le otorga cierta entidad a la cinta introduciendo en el desarrollo narrativo algunos detalles interesantes, como la inclusión de una serie de flash-forwards a lo largo del relato, o la "condición" para la financiación del atraco. Así el resultado es bastante apreciable e interesante en un film hecho desde la profesionalidad contrastada de sus responsables, desde su director (con una puesta en escena sobria y muy efectiva) hasta sus protagonistas (con el citado Connery, el excelente secundario Martin Balsam o un primerizo Christopher Walken).

Una película convencional (muy convencional si se quiere) pero nada desdeñable, con buen ritmo, buenos momentos y sumamente entretenida. Recomendable. Un 6,5.
Harmonica
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