Una de las grandes películas de acción del siglo XX. Sus momentos más intensos te llenan el pecho de pura adrenalina y no puedes parar de mirarla, ni pestañear. Con algún que otro buen toque de humor que la hace bastante similar a "Die Hard" o más conocida en España como "La jungla de Cristal". Es más, si en lugar del fantástico Keanu estuviera tito Bruce podría tratarse sencillamente de una secuela de la mencionada, es más, ojalá esta hubiera sido la cuarta parte de las aventuras de John McClane.

Una de las mejores cintas de los 90s, indispensable para los fans del género y para los amantes de Keanu Reeves.

Mientras Hollywood no deja de llevar a su territorio grandes films asiáticos como hará en un futuro con Your Name y Train to Busan, el director coreano Lee Kwon decide hacer un remake de la estupenda película española Mientras Duermes de Jaume Balagueró. En lugar de hacer un calco esta vez la historia es casi en su totalidad desde la perspectiva de la víctima. Un buen ejercicio de como debería ser un remake.

Que alguien intente entrar en tu casa mientras estás dentro es una situación de lo más terrorífica, por lo que jugar con esa carta es moderadamente sencillo. Son en estos momentos de invasión donde mejor funciona, cada vez que la protagonista vuelve al piso y no sabemos que pasará. Secuencias tensas de principio a fin, aunque no muy imaginativas.

Su gran problema es su guión, que nos regala alguna escena muy estúpida y se cree más ingenioso de lo que es. Durante buena parte se nos trata de vender quien es el acosador, pero claro, es sobradamente obvio que él no lo es. Podrían haberse deshecho de este personaje bastante pronto. Tampoco ayuda que usando la razón es sencillo destapar la identidad del auténtico invasor.

Logra distanciarse de la obra original pero en ningún momento llega a su nivel.

Como seguidor de Doona Bae y tras leer la sinopsis me entraron ganas de ver esta película y tras verla lo que me llevé fue una gran decepción, donde lo único positivo son las actuaciones del elenco principal.

La película cuenta como en un mundial de Ping Pong se vieron obligados a unirse los equipos de Corea del Norte y de Corea del Sur. Por tanto ya sabemos cual será el mensaje principal de la película, ambas naciones tienen que unirse. Pero tras acabar la película no pensaremos en ello, fallando así en su propuesta.

Con muchas situaciones irreales que nos harán sentir vergüenza ajena en ocasiones. Un claro ejemplo, llegado el clímax la parte "X" no deja ir a "Y" a un lugar. ¿Cómo hará "Y" para lograr ir? Va hacia "X", que hasta ese momento había estado muy dictatorial, y le dice una línea de diálogo y este le deja ir, un despropósito.

Otro factor muy negativo son los jugadores masculinos. Están pero como si no están, nunca les veremos protagonizar algo interesante, ni siquiera juegan un partido. Tan solo en un momento nos dirán que han jugado. Solo están en la cinta para desarrollar la típica historia de amor no correspondido, creando un drama que no funciona.

Pero bueno, siendo una película sobre ese maravilloso deporte donde los asiáticos son extraterrestres veremos grandes partidos, o eso pensaba. Todos, excepto el último, tienen el mismo esquema y suerte será que veamos un plano de más de 3 segundos, cada golpe a la bolsa será en muchas veces un cambio de perspectiva, creando partidos sosos y visto uno vistos todos.

Se nos queda una película sin sangre, sin nada destacable salvo como ya mencioné, el elenco principal, el dúo formado por Doona Bae y Ji-Woon lo hace excepcional, pero no puede salvar una producción mediocre.