“A Serious man” es la última película de Elthan y Joel Coen. Está envuelta en una gran profundidad frecuente en sus anteriores películas, junto a sus mecanismos y su temática, e incluso, al gran poder de los planos (que nunca recae en un esteticismo comercial). Tal vez sean factores para mostrar la posible pieza más valiosa, la cual pretende comprender el universo en el que giran las mentes de estos dos hermanos al llevar a cabo sus obras.
De la mano de un marcado regreso a sus orígenes, muestran un film de bajo presupuesto que nos cuenta la historia de un profesor de física muy metódico con su vida truncada: su mujer decide dejarle y los problemas empiezan a acumularse.
Tras quemar después de leer, los hermanos Coen escogen un reparto desconocido que protagoniza Larry Gopnik (Michael Stuhlbarg). Este encarna a un judío norteamericano que intenta superar los malos momentos, mostrando un constante devenir en la historia y con una gran carga de ironía. Como puede ser la escena de la pizarra, en la que se muestra la insignificancia de Larry al enseñar el Principio de Incertidumbre de Heisenberg que desarticula la fiabilidad de toda certeza.
Absténganse fans Coenianos a la busca de historias disparatadas o personajes y diálogos pintorescos e irrepetibles a la altura de Barton Fink, El gran Lebowski y similares. “A Serious man” es brillantemente nihilista y comprometida en su contexto social.
Presentado por un personaje inspirado en la figura bíblica de Job, los hermanos Coen emplean parte de su cultura y educación para construir una comedia tan demoledora para el personaje como su fondo sarcástico. Su tono negro se ríe del drama que presenta, pero ambos hermanos saben manejar la frontera entre lo tragicómico y el humor negro haciendo que el film sea siempre ameno y entretenido. Para ello no emplean a ninguno de sus actores habituales y llevan a cabo un reparto que funciona estupendamente.
Muestra un mundo complejo donde la religión (el Judaísmo en concreto) es el tema principal. El film, desde su cortometraje inicial, está plagado de simbología, metáforas y referencias a dicho tema tanto en las imágenes como en los diálogos. Otros asuntos como el destino, la fatalidad, la libertad, la suerte… giran en torno a esta historia que crece en intensidad a medida que pasan los minutos. Es una obra inteligentemente sobria e inconfundiblemente Coeniana. Los momentos de humor son brillantes, marca de la casa. Sin embargo, es muy probable que "A Serious Man" exija un segundo o tercer visionado para disfrutarla, y quizás entenderla, plenamente.
La ambientación y la música, totalmente de finales de los sesenta, es irresistible. Aunque como curiosidad, la película está ambientada en 1970, no en 1967, como he visto escrito tanto en periódicos como en Internet.

Al escuchar Scott Pingrim, podemos recordad el cómic de Bryan Lee O´Malley , que será llevado al cine y protagonizado por el conocido Michael Cera, actor cuya carrera se ha consolidado por hacer siempre de sí mismo – Supersalidos, Juno, Nick & Norah (una noche de música y amor), Paper Heart…- y ahora Youth in revolt, del director Miguel Arteta.

En “Youth in revolt”, película basada en un libro de casi quinientas páginas escrito por C.D. Payne, Michael Cera tiene una oportunidad única: interpretar el papel que hace siempre al tiempo de crear a François, su alter ego(un Cera con mini bigote), una variación rara del actor.

La historia es simple: Michael Cera, un desesperado e intelectual adolescente virgen que vive en un mundo lleno de gente con pareja, y el Michael Cera de siempre conoce a la chica de sus sueños, intepretada por Portia Doubleday. Pero para poder alcanzar a la mujer de sus sueños el personaje se desdobla en el ya mencionado François, que le hace cometer “locuras” que el cándido protagonista nunca haría. Hay partes de la película que están animadas como en Paper Heart, y recuerdan a esas dulces escenas.

El film comienza con Nick masturbándose debajo de sus sábanas mientras observa pornografía. El personaje es un fan de Frank Sinatra, un típico “intelectual” de los de ahora, que gozará de 90 minutos de película para enseñarnos la evolución de tierno patetismo, hasta el chico malo que le traerá tantos problemas, aunque será un buen método para hacerse con la chica.
A parte de Cera, el elenco está formado por grandes actores: Steve Buscemi, Ray Liotta y Zach Galifianakis -conocido por su papel en “The hangover” (Resacón en las Vegas) -.

Grito, salto primario, gofre belga, ginseng y anfetaminas: no hay que abusar de ellas pero joder, que bien vienen a veces.

La mayor parte de la historia es más real de lo que uno podría creer, ya que la realidad supera a la ficción más a menudo de lo que pensamos. "Los hombres que miraban fijamente a las cabras" es una película muy creativa, ya no tan sólo por ese llamativo título sino que por su temática, capaz de atrapar al espectador en la butaca durante hora y media, desarrollando algunas atrevidas tramas paralelas que mantienen el interés de la cinta hasta el final.

La experiencia del reparto compensa fallos de principiante en la cinta, ópera prima de Grant Heslov (para adaptar la novela homónima de Jon Ronson) que es bastante irregular y transporta a sus personajes a un cierto exceso de buen-rollismo. Recuerda mucho al toque de los Coen, aunque también es cierto que el reparto goza de actores de sus películas (El gran Lebowsky, O Brother!...) dónde los actores se meten en otros papeles bajo distintas directrices, consiguiendo un gran resultado.

La interpretación que cada personaje le da a su papel es de una sorprendente convicción y “seriedad”: Ewan McGregor periodista pero que abraza su vínculo jedi; Clooney encarnando a un paranoico ex-miembro del ejercito de la nueva tierra; Jeff Bridges, repitiendo prácticamente el papel que más seguidores le ha dado, El Nota de El Gran Lebowksi, pero claro está vez se llama Bill Django, es un militar reconvertido a hippie excéntrico llevado al extremo. En la otra cara de la moneda se encuentra Kevin Spacey, con su rol de malo malísimo, digno de cualquier villano de cómic. Y entre los demás actores, la propia cabra, una caída digna de un Oscar (sin mofa, ya que este galardón es propenso a darse a dudosas actuaciones) tuvo sus segundos de gloria, realmente poco más.

Esta película es un ejemplo de estar a favor o en contra; con una detallada realización, cargada de gags(la muerte súbita de la cabra que sale en el trailer o la del hamnster) y todo marcado por un guión tan absurdo que satiriza todas esas estrambóticas actividades paranormales de mediados de los 80. Y sí, las constantes caídas de ritmo y bajadas del humor negro que le hacían especial, colocan a este film en un intermedio entre obra a maestra y mediocre, una película que no se puede contar, debe verse, ya que estos “videntes remotos” merecen una oportunidad.
“Pero no lo voy a dejar. No voy a renunciar. Porque cuando miro lo que está sucediendo en el mundo. Sé que, ahora más que nunca, necesitamos ser todo lo que podemos ser. Ahora, más que nunca, necesitamos un Jedi”

“Paper Heart” es tan amable como superficial. No obstante, de la mezcla sale un filme que sabe tener cierto encanto y entretener, conteniendo algún gran momento especialmente en las entrevistas reales.

Charlyne Yi no ha experimentado el amor y cree que es incapaz de estar enamorada, Acompañada por el director Nicholas Jasenovec se embarca en la realización de un documental acerca de qué es el amor. Se recorre Estados Unidos recogiendo testimonios de diferentes personas. En una fiesta conoce a Michael Cera, por quien empieza a sentir cierto interés. Ambos se ven ocasionalmente, pero siempre perseguidos por las cámaras.

La película en sí es una obra de ficción, pero combina entrevistas reales con una trama planificada de una forma interesante. Esta original idea de Nicholas Jasenovec y Charlyne Yi está desarrollada de forma personal y con cierto encanto, a pesar que sus momentos iniciales en los que parece que semejante concepto de ir en busca de una respuesta sobre qué es el amor puede degenerar en una gran tontería. La película cuenta con además con la participación del actor Michael Cera, quien teóricamente se interpreta a sí mismo demostrando que es lo que ha hecho en la mayoría de sus películas anteriores. El peso de “Papel Heart” es llevado por Charlyne Yi, quien seguramente funciona mejor en un escenario que en la gran pantalla, ya que a pesar de que tiene cierto impacto, le falta presencia. Charlyne Yi y el filme se esfuerzan en exceso en quedarse en algo gracioso y sin sustancia, pareciendo que su único objetivo es ser visto con extrema facilidad por un público adolescente. “Paper Heart” no aporta nada nuevo más que algún momento con cierta gracia y un tono dulce y simpático, no aprovechando con más inteligencia y aparente preparación el concepto de unir un documental con ficción.

Kick-Ass nos presenta al joven Dave Lizewski(típico <Nerd>, estudiante de instituto y fan de los cómics. Ideará el concepto de crear su propio superhéroe “sin” poderes para proteger las austeras condiciones e injusticias de la ciudad, aunque un a serie de circunstancias que transcurren y un peculiar entrenamiento le ayudarán a proteger a los débiles de los villanos. Todo va bien, el intenta lo que puede (hasta obtiene fama) pero todo cambiará cuando se encuentre a los nuevos dos locos vigilantes – Hit Girl (Chloë Moretz) y su padre, Big Daddy (Nicolas Cage) y forje una “amistad” con otro “amante” de la lucha contra el crimen, Red Mist (Christopher Mintz-Plasse). Y juntos se enfrentaran al villano, Frank D’Amico (Mark Strong), sus alianzas y sus verdaderas habilidades serán puestas a prueba.

Está claro que es una revisión de los mitos del cómic con un punto de vista sarcástico. Y lo hace siguiendo el patrón de todas las películas de superhéroes, desde el paria social convertido en superhéroe, a conquistas imposibles, villanos que en este caso no son ficción, personajes realistas de la vida en la que vivimos. Es una patada en el trasero a todas las superproducciones que gastan millonadas sin conseguir realmente un resultado óptimo.

La combinación de escenas y estilos es digna de mención, y aquí destaca una de las mejores escenas del film, en la que Hit Girl irrumpe a oscuras en el lugar donde están siendo torturados los protagonistas, y que culmina de forma dramática. Vaughn combina en ese momento violencia hilarante- al igual que ‘Kill Bill’ (film al que recuerda en su uso humorístico de la violencia salvaje) -y gore, drama y comedia de forma extraña y absolutamente emocionante, y poco después de eso prolonga el desenlace de la historia añadiendo más espectáculo y carcajadas. Y no, no es una Tarantinada, aunque hay que reconocer que puede estar tocado por la magia violenta del creador de Reservoir Dogs en un cuerpo mucho más joven e inexperto en el arte de la locura.

Aaron Johnson interpreta bien su papel, aunque a veces roce el patetismo con algunas de sus jugadas con la cámara, este actor protagonizará una película biográfica “Nowhere boy” que recorrerá los primeros años de la vida del músico John Lennon hasta la formación de los Beatles, parándose en su infancia y adolescencia. Escrita por Matt Greenhalgh, guionista del film “Control” que narraba la vida de Ian Curtis.
También nombrar al supersalido Christopher Mintz-Plasse(¡McLovin!), del que desde la primera a última de sus películas (sigo quedándome con la primera) interpreta a una figura de patético-personajillo-entrañable. Aunque he de decir que el doblaje no me gusta mucho, espero que gane más en V.O.

(...) -continuación, no spoiler-

Vamos, lanzaros a la calle, crearos un atuendo, y defended al mundo de los villanos!