Un don excepcional es un filme convencional en su forma y planteamiento, pero es conmovedora. El tema que trata es sobre la genialidad. Este tema a sido llevado en numerosas ocasiones al cine, pero en esta ocasión se promueve el derecho a disfrutar de la vida y el no ser excluido de la sociedad a causa de un talento o genialidad. El dilema entre tener una vida normal y una vida que esté acorde con la excepcionales habilidades del individuo está presente en el filme. La película claramente apoya la primera opción. En ocasiones le faltó dinamismo. Sin embargo, logra mostrar de manera muy natural la situaciones que presenta, aunque en ocasiones esté a punto de caer en el sentimentalismo. Mckenna Grace hace un gran papel y le agrega fuerza al filme. Agradable filme que emociona y deja una reflexión en torno a la niñez.

El cine iraní es ejemplo de que no se necesita tener grandes recursos para crear buen cine. El viajante de Asghar Farhadi es prueba de ello. Obra que está realizada de forma muy realista, sin contar con los efectismos propios del cine Hollywoodense. Filme sencillo. Pero no hay que confundir la sencillez con la simpleza. Crear un cine sencillo, sin contar con medios que ayuden a realzar determinadas emociones, requiere de un director con habilidad. El ritmo pausado, pero bien llevado, nos conduce por las contradicciones y dilemas que van enfrentado los personajes a lo largo del filme. El dilema moral está presente en este filme: el hacer o no hacer ante una situación, sobre todo ante una situación que ha generado un daño y en el que pueden resultar involucrados nuestros principios éticos. El dilema también cae en nosotros. El espectador es un participe más. Las actuaciones de Babal Karimi y Mina Sadati son muy naturales. Otro buen filme que nos deja Irán.

Nos llega otro filme que muestra las miserias de la guerra por medio de la mirada infantil. En está ocasión el espectador es testigo de como dos hermanos judíos tienen que huir de Francia tras la invasión nazi a ese país. Durante su viaje se ve como los hermanos tienen que enfrentarse a los numerosos desastres producto de la guerra. Aunque sencillo, el filme está muy bien realizado. Está hecha con honestidad y lograr conmover al espectador sin llegar a la manipulación. Es cine de sentimientos. Las actuaciones de los niños protagonistas son excelentes.

Kobayashi fue un gran director japonés quien resultó eclipsado por la trinidad del cine de ese país: Ozu, Mizoguchi y Kurosawa. Desgraciadamente aún sigue sin tener el reconocimiento que merece. Por fortuna hay cinéfilos que luchan por colocar a Kobayashi en el lugar que merece. Kobayashi fue director humanista, y quién mostró gran conocimiento del arte cinematográfico. En el apartado técnico sus filmes (o por los menos los que he visto) son excelentes, pero también creó un cine comprometido socialmente.

La Herencia es un filme con cierto todo ligero. Presenta la historia de un viejo empresario, quien al enterarse de que le quedan pocos días de vida, pide ayuda a sus empleados para ir en busca de tres hijos no reconocidos y entregar una parte de la herencia a quien considere digno de ella. Sin embargo, tanto su esposa como sus trabajadores trataran de beneficiarse lo más que puedan de la herencia.
Este filme no llega a tener la maestría y complejidad de otras de sus obras, pero Kobayashi realiza una labor notable. La fotografía es excelente. Mantiene en vilo al espectador, aunque el ritmo cae en determinados momentos. Con errores y aciertos este es un filme a destacar.

Ozu fue director que creó uno de los universos cinematográficos más interesantes de la historia. Fiel reflejo de la cultura de su país. Ozu diseccionó con la precisión de un cirujano los cambios y contradicciones que estaban aconteciendo en Japón.
Flores de Equinoccio, el primer filme de Ozu a color, nos muestra la preocupación y temor de un padre hacia el deseo de su hija mayor de contraer matrimonio. Las nuevas generaciones reclaman el derecho a tener voz propia y a tomar sus propias decisiones, pero sus mayores siguen anclados en las tradiciones. Choque entre las vieja y nueva generación. El Japón de la pre y pos guerra. El padre, a pesar de adoptar ciertas costumbres occidentales, no puede evitar que su hija se case sin su autorización, y con un hombre que él no conozca. Ozu en este filme nos muestra el cambio en las tradiciones y el gradual rompimiento de la sociedad patriarcal.
Flores de Equinoccio está meticulosamente realizado. Ozu fue un maestro del detalle y este filme no es la excepción. Las emociones surgen con gran naturalidad como agua en manantial, contrario a la manipulación recurrente al otro lado del océano.