Estamos en los 70 y esto es prácticamente un telefilm, pero también es una película de terror, y no precisamente de clase media sino de la aristocracia del género.
No es una obra rebosante de recursos cinematográficos, pero cuando nos disponemos a ver una película de terror lo que queremos es precisamente eso, sentir terror; y ahí es cuando "La centinela" aparece.

La escena en la que la chica se despierta a media noche y recibe una desagradable visita es antología y no apta para ver a solas durante la noche, y menos si se posee una vejiga delicada, porque habría que levantarse para ir al baño, y encender quizás la luz del pasillo ...

Cuenta la leyenda que Michael Winner utilizó auténticos freaks para la escena final, bastante sobrecogedora ella; aunque ese no sea el cenit de esta obra magna del terror.

Dice una frase algo así como que todos tenemos miedo hasta que sabemos a lo que tememos, y ahí radica la majestuosidad del film, en el mal latente que parece impregnar cada fotograma de la película haciéndonos desconfiar de cada personaje que surge ante nosotros, igual que desconfía la protagonista en casa de sus vecinas, auténtico climax de angustia que rompe todos los esquemas de raciocinio conocidos hasta la fecha.

Y es que a veces las incoherencias y las banalidades pueden llegar a acojonar, porque, al fin y al cabo, para qué explicar lo inexplicable.

Si hay una película que refleje la "alegría de vivir" esa es sin duda "Brigadoon".
Porque es una película de las que ya no se volverán a hacer jamás, un vestigio de otro tiempo que refleja un mundo indudablemente irreal e idílico que solo gustará a los que todavía guarden algo de inocencia o estupidez dentro de sí mismos; porque no creáis que la estupidez es un defecto, los estúpidos suelen acercarse más a la felicidad que los aclamados genios o los listillos del tres al cuarto entre los cuales desde luego no me encuentro, … pero bueno, volvamos a la película, que es sin duda una de mis debilidades.

Se trata de un musical, ¡ OOOOHHHH!, UN MUSICAL, ¡QUE HORROR, MENUDA PESADILLA, ETC, ETC … ahora que ha dejado de leer toda persona ajena a este género, que en realidad es la gran mayoría, debería provocar una huída en masa y deciros que no es que sea solamente un musical, sino que es uno de los más horteras y cursis que se han hecho y se harán jamás, pero que más da, a pesar de todos estos en teoría lastres, que para mi son virtudes, descubrir “Brigadoon” es olvidar la realidad, es adentrarse en una falsa pero maravillosa Escocia, la película fue rodada enteramente en decorados de la Metro, que nunca existió, pero que evoca unas imágenes de un colorido único y una vitalidad inigualables.

Atención al número musical que se marca el gran Gene Kelly con el sorprendente Van Johnson en el que bailan junto a los habitantes de Brigadoon en una especie de danza típica escocesa bastante surrealista pero sin duda maravillosa.

Hay un aspecto que la gente no suele tener en cuenta a la hora de ver una película, y este es el momento que escoge para hacerlo, se podría relacionar con la teoría de estar en el lugar preciso en el momento justo, por lo tanto esta es una obra que adquiere si cabe más valor si se visiona en un día, a ser posible de noche ( la noche para la mayoría de los mortales comienza a partir de las 9 de la noche, pero para mi no lo hace hasta las 11), lluvioso, con cierta bruma, y algo de frío en el ambiente; podría deciros también que existen dos lugares en el mundo en los que estas condiciones climáticas adquieren un carácter sublime, estos son Edimburgo (Escocia) y Belelle (Norte de Galicia); pero no desesperéis porque aunque no tengáis la suerte de vivir en ninguna de estas localidades, si veis la película bajo las condiciones que antes os he indicado, experimentareis una sensación muy próxima.

Hay comedias que no hacen gracia pero hacen llorar, dramas que dan risa, películas de terror que amodorran y aburren (la mayoría por desgracia), pues bien, de repente un día te encuentras con "El baile de los vampiros" la ves, y dices: pues no es una comedia, no me he reído (quizás sonreido), pero tampo es una peli de terror, y eso que hay no muertos, además la historia no es precisamente original.
... pero amigo, ahora no te ha convencido, y pasan los días, y llega la primavera, y luego el verano, y de pronto te das cuenta que ha llegado el otoño; el cielo está gris y además llueve, y de repente te encuentras la película en tu exigua o inmensa videoteca y dices: ah, voy a volver a verla, y entonces, solo entonces surge la magia, y lo que antes era vulgar se convierte en sutil, los vampiros parecen hacerse respetar más, y sobre todo la atmósfera de la película te transporta a un mundo completamente irreal (creo que se rodó en los estudios Pinewood de Londres) del que ya no podrás escapar hasta el final, mientras en la calle llueve y el frío trata de recuperar el lugar que le corresponde.

Películas como esta no necesitan un guión magistral ni unos actores increibles (Ferdy Mayne (El Conde Von Krolock lo es)), porque al fin y al cabo ... tampoco se trata de abusar.