Hacía tiempo que una película no me llamaba la atención como ésta lo ha conseguido. Ante todo el trabajo de los actores me parece excelente, la mayoria de ellos sale de los convencionalistas papeles a los que nos tienen acostumbrados. Nicole Kidman rompe con su imagen idílica y perfecta para bordar un papel tosco y no apto para puritanos. Matthew McConaughey convence, cosa que no había conseguido en las interminables comedias románticas, con un personaje que destapa su intimidad poco a poco en el trasfondo de su cometido en la historia. Zack Efron aporta la ingenuidad que necesitaba el chico de 19-20 años al que representa. John Cusack consigue disgustarte, sentir desprecio desde el primer instante en el que aparece y hace intuir lo que se esconde detrás de su personaje. La narración por parte de Macy Gray ayuda a entrar en la atmósfera cargada que tiñe la película y aporta el punto de vista de una observadora emocionalmente ligada a ellos.
Película totalmente recomendable para gente que disfruta de las películas que no tienen la pretensión de ser aptas ni agradar a todos los públicos.

Si bien se trata de una historia más de inmigración española a otros países (en la que destaco la película de Carlos Iglesias "Un Franco, 14 pesetas"), encuentro que esta película está contada desde el prisma galo con humor y no hay que buscar profundidad en un film que no la busca ni aparenta pretenderlo. Creo que nos muestra de forma irónica riéndose de los clichés propios y ajenos una historia sencilla en la que se entreve una leve crítica a las clases altas, más que a la procedencia y origen de cada uno, y una sencilla historia de amor.

Fui al cine con la esperanza de disfrutar de un cuento como me sucedió en "El Señor de los Anillos". Tengo que reconocer que no fue así. Es una película con guiños a las anteriores, con puntos de humor, con un Gollum como siempre brillante, pero no salí con la sensación que esperaba después de tanta expectación. Si algo me fascinó con anterioridad a parte de la historia fueron los personajes de carne y hueso.
Entiendo que las nuevas tecnologías se introduzcan en algunas secuencias que de otra manera serían más inverosímiles si cabe. Pero, por ejemplo, en el caso de los orcos, en la anterior trilogía me pareció fascinante el trabajo de maquillaje y realismo al elegir a actores para meterse en el papel de los principales enemigos a los que se enfrentan los protagonistas (aunque luego los multiplicaran digitalmente). En "El Hobbit" tenían la ventaja de no enfrentarse a tal número de bestias como para digitalizarlas de la primera a la última y realmente todavía no se ha llegado al realismo que requiere para abusar de esta técnica.
Lo mejor: La nitidez de imagen que se aprecia al grabar en 48 f. p. s.
Lo peor: Abuso de los personajes digitalizados.