"Última noche en el Soho" es una de las más gratas experiencias de este año en materia cinematográfica. Edgar Wright te coge de la pechera y te agita y te grita justo después de que te haya contado un chiste.

Desde la primera escena te cautiva con una linda secuencia de Thomasin McKenzie (está genial esta chavala, sólo 21 años y tiene gran capacidad para sacar adelante una gran carrera) bailando con un vestido hecho por ella. Te trata de agradar en los primeros 30 minutos, te seduce, te invita a vivir en el Soho para después descolocarte con un giro de la trama.

Y me encanta como combina su estilizada dirección y frenético montaje marca de la casa de Edgar Wright para llevarte a un giallo de Argento. Pasa del "Baby Driver" que podía parecer los primeros 30 minutos para llevarte a "Suspiria" a que sufras. Tiene ese punto giallo dentro del thriller acompañado con una selección de témanos de los 60 que conjuntan una obra con un terror delicioso, estilizado y muy atractivo.

Una historia sobre fama, ilusiones perdidas y que muestra el estercolero que es una gran ciudad, en este caso la excesivamente adorada y romantilizada Londres. Edgar Wright se toma en serio a sí mismo, sale con un ritmo espectacular y a asustarte, conmoverte y alegrarte. Ojo con Anya, ya una estrella consagrada, como hace suyo cada fotograma en el que se le encuadra

Una de las favoritas este año en los premios de la academia, una de las obras más hermosas y humanas de los últimos años y de hecho una digna ganadora de la estatuilla a mejor película (Se la daría a Mank pero eso es otra historia).

El verdadero punto fuerte es el apartado visual. Chloé Zhao trae una serie de imágenes con una belleza incalculable donde le da una hermosura a la dignidad de estos nómadas. Fascinante fotografía que convierte esta roadmovie en una experiencia de un realismo incalculable. Contrastes del asfixiante interior de la caravana donde duermes donde cagas a los enormes parajes naturales de la basta naturaleza americana.

Un homenaje de unos olvidados de la sociedad americana, unos `outsiders´ que a los grandes focos no se muestran pero tienen muchísimo que enseñar y muchos puntos de vista que mostrarnos. Algo así como hizo Dennis Hopper en "Easy Rider" que nos mostraba la cara de una América más real que nunca, pero con un estilo y trama que no tiene nada que ver.

Frances McDormand está espectacular, como siempre. Y la historia no es más que un círculo, prácticamente un año en la vida de estos nómadas pero centrado en Fern (McDormand), con los recuerdos que cargan, un presente difícil y un futuro bastante incierto. Zhao nos cuenta que lo importante es tener un hogar, no una casa, y su protagonista lo tiene.

A cualquiera que haya visto la obra maestra del 50 de Kurosawa, Rashomon, le llama la atención "El último duelo". Historia en tres actos, cuentan una historia y varios puntos de vista, matices que cambian la historia. Que crean un mundo de justos y mentirosos, de héroes o heroínas y sanguijuelas.

Impresionante película e impresionante lo del señor Scott, menuda manera de dirigir una película tan sangrienta, tan violenta y tan cruda sobre la Edad Media. Si los relatos de películas medievales como "Ivanhoe", "El Cid" o "Los vikingos" van por un lado épico, legendario y de cuento, Scott va por el lado contrario. Se va a la Edad Media de manera literal, se aleja del hermoso y encantador Technicolor a una película gris y fría, la misma fotografía te congela. Los duelos eran heróicos, con bellas damas expectantes, sonrientes y muy arregladas, aquí viene la angustia, el dolor, la sangre, el acero, caballos ensartados y las lágrimas por el rostro de Jodie Comer.

En el fondo es cine judicial, contando de una manera lúgubre la angustia en la que vivía la mujer en la Edad Media, se agradece esa visión femenina que han querido los guionistas (Damon y Affleck) añadiendo a la guionista Nicole Holofcener. Aunque en la vida siempre hay "aunques", y es que Ridley Scott al inicio de uno de los 3 relatos indica de manera chula, porque lo hace muy chulo, que es el relato de la verdad. No era necesario, ya tan solo con toda la escala de planos, puesta en escena e incluso detalles del relato te dice sin palabras que es el cierto. Además quita el juego al espectador que quiera creer lo que quiera, aunque yo me quedaba con el relato de la verdad en el caso de que no se hubiera indicado, también os digo.

En resumen, gran película judicial con una estructura narrativa hija de Kurosawa, gris, apagada y muy sanguinolenta. Jodie Comer está espectacular, Damon y Driver están demasiado bien, y el que sobresale para mí es Affleck. El mejor papel de su carrera, fuera de sí, gañán, macarra y con un carisma muy poco habitual en sus personajes.

El cine polar francés es un subgénero dentro del cine negro, una vuelta de tuerca de sus códigos, una modernización de ellos. Se quedaron atrás los cínicos Bogarts para traer los fríos sepelios de las miradas de Alain Delon. Se dejaron en el pasado las ciudades vistas desde una fotografía expresionista para que una paletas de colores fríos, azulados, polares. Ya no se sigue la historia de un antihéroe, o héroe puntual, para seguir a un criminal. Alguien que en ningún momento obra el más mínimo gesto de bondad.

En este contexto encontramos "Círculo rojo", una película de atracos desde un prisma de sobriedad, realismo y ni un solo artificio que le otorgue la espectacularidad de la ficción. El trabajo de Melville tras la cámara es sutil, delicado y extremamente sensual.

Melville logra retratar la experiencia criminal en si misma. La carencia de elipsis y banda sonora, lo artesanal del film (ver como todos los personajes hacen las cosas, construyen las armas, rompen meticulosamente una ventana...) y el guión claro te apartan toda sensación ficcional. Inmerso en una película de crímenes que una dosis muy gorda de realismo. No hace falta diálogos apenas por que todos los personajes saben que hacen, se habla lo justo y necesario. La escena del robo probablemente es una de las mejores escenas de atracos de la historia del cine.

Estrellas de época francesas; Alain Delon, majestuoso; Yves Montand, derruido, excelente; Bourvil, frágil; y Gian Maria Volonté, contenido y rabioso.

Sin plot twists rebuscados la trama fluye tranquila, se mantiene la intriga los 130 minutos de película. Suave y con estilo se mueve la historia de un delito en unos planos preciosamente encuadrados. Deja que el fatalismo innato del film noir envuelva la situación. Que ni un mínimo triunfo de los protagonistas va a evitar que la derrota, fatal y negra derrota, les llegue. El crimen no es impune.

Quinto largometraje del neoyorquino John Cassavetes, una obra que me ha maravillado, con un mensaje único, con un mensaje con el que le he encontrado una similitud con "Los inútiles" de Federico Fellini. La película parece un drama "Coming of age" en plena crisis de los 40, una tragicomedia sobre la vida con una dirección única y unas actuaciones increíbles. John Cassavetes está demasiado bien, Peter Falk en su línea, saliéndose (Este señor no solo es "Colombo") y para destacar entre los tres, la soberbia actuación de Ben Gazzara, que se come la escena en cuanto se le ve por el encuadre.
No quiero adentrarme en aspectos técnicos, quiero hablar de ella más como la obra artística que es.
Tengo aún unos escasos 20 años, Cassavetes tenía el doble que yo cuando hizo esta película, he vivido la mitad que él, pero aún así todos tenemos algo que ver en esta película. Nosotros queremos seguir disfrutando de una juventud que queremos que sea eterna, seguir bebiendo cervezas hasta las tantas, cantándonos nuestras letras, recorrer la ciudad borrachos riéndonos de todo lo mundano que nos rodea, decirnos de todo a las tantas y acabar abrazados porque sólo nos tenemos a nosotros. Sin embargo, muchas veces en mi soledad me he parado a pensar, ¿qué pasará si un día se va uno?, ¿cuándo será la última litro de cerveza que nos tomaremos en el parque de toda nuestra vida? Ojalá nunca lleguen esos momentos, pero llegarán, es inevitable. Cada vez todos queremos centrarnos más en nuestras vidas profesionales y progresar y lo que nos quedará será ver viejas fotos con una mueca de sonrisa y una nostalgia que nos sentará como una patada en el pecho. Pues esta obra me ha hecho volver a replantearme todo esto y ha provocado que me adentrara a escribir mi primera crítica. Una obra sobre la vida, la falta de ella y para que te marque para toda ella.

Me gustaría destacar 3 secuencias que voy a analizar en la zona de spoiler.