A pesar de las críticas negativas que se ha llevado por parte de los lectores de la novela original, me parece una película muy bien trabajada, donde el director ha querido contar una de las historias principales del libro, sin grandes sensiblerías ni exageraciones. Eso desde el punto de vista de alguien que no ha leído el libro (todavía). Muy buenas las interpretaciones de Cámara y Raúl Arévalo; Maribel Verdú está increíble... con ese grito desgarrador, buf... se me ponen los pelos de punta.
En definitiva, una película sincera e interesante, la recomiendo.

Empieza muy bien, con gran calidad de imagen, diseño de personajes y animación; muy intrigante y con una comedia buenísima cuando comienzan a "desvelarse" misterios. Sin embargo, lo que tanto promete pierde interés al sumarse demasiados personajes inconexos que congelan la historia principal a mitad de la serie. El final... bueno, la verdad que esperaba algo más trascendental.

Lo más relevante, los primeros episodios, realmente son muy buenos.

Para empezar no tenía ningún tipo de expectativas con esta película, sabía que iba a gustarme porque estamos hablando de Pixar, y de una saga que me pilló en plena infancia.

Sin embargo, he de decir que esta peli es un festival de humor, acción, ternura, técnica y guión. Y es que se nota que los creadores han puesto todo su corazón en ella y le han dado un broche de oro a la trilogía con todo lo que tenían. Han bestializando los recursos de los que ya disponían aprovechando que los personajes principales ya estaban totalmente definidos: los riesgos son más espectaculares y dramáticos, y las gracias más sorprendentes y originales. Puede que el esquema de la trama se repita con respecto a las dos anteriores, y como algunos dicen, que se centren menos en la evolución o profundidad de los personajes; pero señores, no soy capaz de imaginarme qué pueden llegar a crear estos Pixarianos si en vez de hacer películas 50 o 60% infantiles hacen algo 100% serio, tal vez la versión extendida de la historia del matrimonio de “Up”,(entonces todos lloraremos y optarán a un oscar a mejor película, quién sabe).

Busca emocionar al espectador, y lo peor es que acaba consiguiéndolo utilizando los recursos más fáciles y a la vez más ruines. No quiero revelar el final de ésta mezcla de traumas infantiles y jóvenes románticos (y cuando digo románticos me refiero a poetas atormentados del s. XIX) descontextualizados e idílicos; pero si lo que persigue el autor es el súmmum del dramatismo, lo consigue totalmente con los métodos más baratos e irrespetuosos. Así cualquiera consigue un final lacrimógeno.

Lo único que se puede destacar de esta película es la interpretación de Pattinson, parece que es algo más que una cara bonita.