Más que la historia de unos homosexuales en el Londres de los años ochenta, es una miniserie que nos habla de la sociedad británica de esos días. Trata temas como la corrupción y la doble moral de la clase media, su devoción hacia Margaret Tatcher en los días de la guerra de Las Malvinas y la urgencia del ascenso político.
Todo esto es amalgamado y representado por la familia de Toby. Pero contado desde Nick, quien enamorado en secreto de éste accede a vivir con su familia, trabaja para su padre y cuida de su inestable hermana. Durante este tiempo Nick busca el amor con diferentes amantes y enfrenta el fantasma del sida y la desilusión, mientras desesperadamente intenta mantener las apariencias. Su nueva familia lo lleva de la gloria y el reconocimiento a la humillación y el repudio.
La historia toca temas como las drogas, la promiscuidad sexual, el temor al HIV y la hipocresía en la que se mueven quienes intentan el ascenso político y social.
Muy bien narrada, sin excesos y tampoco anestesia. Excelente Dan Stevens.

Para los que ya conocen el film de 1940, es un muy buen intento, a mi gusto mejor que el realizado por la BBC en 1979. Sin embargo Alessio Boni lo intenta pero no alcanza al misterioso y seductor Maxim De Winter tan bien logrado por Laurence Olivier. En tanto la joven e inocente señora De Winter (único nombre que conoceremos de la protagonista) conquista y convence de la mano de Cristiana Capotondi, pero no al grado de su predecesora. Para los que no conozcan la historia les recomiendo luego de ver esta versión que vean la de Alfred Hitchcock. La historia es maravillosa, llena de intriga y misterio. Rica en personajes que además van sufriendo una enorme metamorfosis a medida que se desarrolla la historia. Sorprende. El apático y frío Maxim guarda un secreto, la señora De Winter no comprende los motivos de su esposo hasta casi el desenlace. La manipuladora y avasallante señora Danvers, antagoniza maravillosamente con nuestra heroína. Se escucha de Rebecca desde el primer momento de la historia y hasta podría pensarse que se sabe algo sobre ella pero hay que esperar...
Repito, no es la maravillosa versión hitchkoniana pero esta bien.

Película súper simple y literal que nos lleva a pensar acerca de nuestras acciones y nuestras verdaderas pretensiones de la vida. Que es lo que realmente importa y nos hace felices; lo problemático de la exposición mediática y lo efímero de la fama.
Los personajes son muy simples y cotidianos y quizás en esto radica la magia de la película que si bien de a ratos es un poco angustiosa y ridícula, resulta más que nada simpática y te arranca una sonrisa.
Una historia para mirar sin mayores pretenciones y disfrutarla, con algunas lecciones de por medio al estilo que las dan los padres o los abuelos.

Luego de ingresar al cine con la expectativa de ver Australia, por un problema de horario termine viendo Crepúsculo. Al principio pensé que me había equivocado y había ingresado a ver “Otra Película Épica” o “Scary Movie”. Luego de más de dos horas de: caras de constipación, efectos especiales lastimosos; largas, insípidas e innecesarias escenas en de un supuesto irresistible e imposible amor (que se repitieron varias veces en primer plano y luego en panorámica) comprendí que sin remedio estaba ante una de las peores películas que vi (no la peor) pero que fuera así de mala provocaba la risa, al mejor estilo de una parodia. La parte deportiva fue la más animada, pero es imposible rescatar a los protagonistas de su falta de pasión, y mala actuación. Crepúsculo es un combo: le falta presupuesto, imaginación, veracidad y acción. No leí el libro pero creo que igual debería resultar coherente. La pareja principal carece absolutamente de química. No les creo que se amen y mucho menos lo de ser vampiros o desear serlo. El maquillaje de la familia parece de mimo es grotesco y chabacano. El recorte de presupuesto impacto en el vestuario diario de los actores, Eduard queda como un sucio que no se cambia la chaqueta en toda la peli. Las imágenes en retro y oníricas son ridículas, los diálogos absurdos, las expresiones exageradas. No pude evitar pensar en el Cáliz de Fuego, cuando Cedric desciende luego del viaje en traslador al ver a Eduard trepar a los árboles. Por favor no se puede escatimar en gastos con los efectos, no somos el publico de los cincuenta, las hazañas poco creíbles y bizarras prevalecían ¿No es que eran vampiros? Gruñían como dinosaurios. Igualmente debo rescatar que hay un buen pianista en escena aunque no sea un buen actor. Y que el rol de Alice es aceptable, junto con el padre hosco, los compañeros de escuela y algunos otros de los Cullen.