Impresionante film sobre el arte del videojuego, en el que el espectador se involucra al mismo tiempo que los personajes. Admito que hay que ir preparado a verla teniendo un conocimiento previo de lo que rueda Cronenberg, porque tal vez pueda resultar un tanto extraña para quién desconoce los rasgos de cuya imaginación, pero es un thriller fantástico y original que te transporta de un sitio a otro antes de que te puedas dar cuenta, y que tiene un giros espectaculares en la historia, igual que en la vida misma, pues esta cinta, al mismo tiempo de deslumbrarte con una espléndida ficción, reflexiona ante una realidad difícil de diferenciar como tal.
Si el tema te gusta, al instante te sentirás involucrado, y te sumergirá tanto, que cuando acabe te dejará incluso preocupado, pues plantea alguna dudas sobre lo que nos rodea.
Una imaginación digna de admirar, fiel a la tendencia de la "Nueva Carne", con orígen en el mundo del ciberpunk, que indaga y explora lo órganico y carnal de la naturaleza, basandose en el tacto, en el roce, en la experimentación y exploración de nuestra anatomía.

Visión sumamente fría, dura y ante todo, realista, sobre la vida en la calle y el tráfico de drogas.
Una peli redonda sin duda, de aquellas con las que sientes que no has perdido el tiempo viéndola, y que algo te ha podido enseñar sobre la estructura y funcionamiento de la sociedad actual. Una historia con fondo e impactante.

Aquí Spike Lee, consiguió hacer un gran film, de una historia que otros habrían transformado en acción yankie absurda e inútil. Cinta para ver en cualquier momento, pues difícil de calificar entre ficción o real.

Sales del cine enamorado de su argumento, de su fotografía, de su música, de su banda de efectos, de su espectacular montaje y la maestría con la que ha sido dirigida.
No le pongo un excelente, porqué cuya calificación me la reservo para títulos de carácter más culto, pero desde luego, si quieres ver un thriller mucho más que en condiciones, éste es el mejor.
Cuando veas su ritmo, su tempo, sus cambios, su brusquedad, su cantidad de información comprimida que explota y que apabulla y te deja con una sonrisa en la boca, y te des cuenta que desde que empezaron los créditos no has respirado, querrás ser un buen espía, y no para llevar colgado el geto de Pitt ni conducir la bestia parda de Redford, sino por la vuelta al cole a esa asignatura que nunca impartieron en las aulas, y el valorar cada segundo que pasa en un reloj como a toda una vida.
Espeluznante el impacto que ofrecen los antíguos magnetófonos, mezclados con una loca y veloz banda de audio digna de premiar por solo su costosa elaboración.

Scott, sigue con tus veladuras, con tus cambios de eje, con tu detalle visual y la perfecta sincronía que rompe toda armonia. Sigue ofreciéndonos tu forma de contar las cosas, porque conseguiras que cuando estemos cansados de ver pedanterías premiadas en los grandes festivales, podamos comprar una entrada y regenerar nuestras neuronas con un poco de cine en estado puro.

Es una película especial, un terror nuevo en su época, y una historia fascinante, la de unos niños que toman la iniciativa de formar un poblado solamente por jóvenes, y sacrificar a los mayores de edad. La premisa ya asusta, y el desarrollo es técnicamente muy apropiado, lástima de un final un tanto siniestro, como gran parte de las obras de "King", que intentan ser comerciales a último momento. Pero el resto es fantástico, aunque en los tiempos que corren es una historia floja y que pasa desapercibida, pues notoria en su día, ha servido de referente para muchos terrores posteriores, y nada de este film ahora nos sorprendería.
Yo no la ví en su momento, y aún así, las caras de los niños mezclada con la banda sonora, inspira un pánico inolvidable.
Creo que ningún amante del terror se la debería perder, porque con todo, es una buena película.
Lo mejor: la banda sonora.
Lo peor: el "tenebroso" cielo del final, (hay que tener en cuenta que no tenian los recursos de hoy en día), pues no es el final sinó lo cutre en lo visual.

Magnífica ópera prima con la que Calparsoro nos avisa de la dureza y frialdad de su futuro cine.