Antes de nada debo de cir que la anterior película dirigida por Vadim Perelman ("Casa de arena y niebla"), a mí no me gustó.
No obstante, siendo esta una pélícula teóricamente menor, resultó de mi agrado.
Plantea cosas interesantes sobre la conducta humana y de un modo sutil nos va sumergiendo en la historia que, aunque en algunos momentos flojee, termina siendo bastante coherente.
Muy dignas interpretaciones de Una Thurman y Evan Rachel Wood.

Historia interesante en su planteamiento.
Los personajes despiertan un enorme interés, sobretodo en lo que no dicen. Sin duda, aquí el director ha hecho un juego magistral con los silencios.
Quizás alguno de los aspectos de la subtrama que gira entorno a la familia de la chica haga que la pelicula pierda bastante.
Psicológicamente, es un retrato muy bueno.

La primera mitad de la película lo tiene todo: diversión, amistad, ternura, emoción; simplemente magnífica; toda una obra maestra sobre las ilusiones de la infancia y la amistad con aquellos que nos rodean y lo que podemos aprender de ellos.
Pero en cuanto el niño se hace grande, la película pierde fuerza e interés, al menos desde mi humilde punto de vista.

La película, como tal, no me ha parecido mal del todo.
Muy buena historia de misterio que mantiene la tensión en todo momento, cuyos personajes están muy bien creados.
Mención aparte merece el trabajo de Jane Fonda, un oscar más que merecido.
Lo que, en mi opinión, descompensa algo la película es la historia de amor, me parece algo metida con calzador en sus últimos tramos.

Dejando a un lado las cuestiones éticas del tipo de relación que nos plantera esta película; se consigue que el espectador comprenda las motivaciones de los personajes, mostrándonos una relato de afecto y cariño sincero.