Sinceramente, qué genial.

El libro discrepa con la película, pero aún así considero de esta una adaptación muy buena, los planos muy interesantes, bien enfocados, tanto así que no sentí en ningún momento estar viendo una película de los 40´s. Llena de buen suspenso y basada en un libro maravilloso.

Los actores destacan y brillan al máximo, son de peso y no sólo me refiero a nombres sino en cuanto a calidad de interpretación me pareció de lujo. Muy buena actuación de Laurence Oliver, Maxime de Winter el hombre agotado y misterioso, qué actor, y Joan Fontaine marca bien la diferencia de la nueva señora de Winter que llegó ingenua, una niña y la señora de Winter que es más una mujer. Ya ni qué decir de quien interpreta a la Señora Danvers, Judith Anderson, la ama de llaves de Manderley pone la piel de gallina con tan buena interpretación y corporalidad, los gestos son claros causando demasiadas sensaciones.

Definitivamente tremendo reparto, creo que Hitchcock le supo captar la esencia.
Deben verla, no se arrepentirán.

Si hay algo rescatable en la película es la idea de la búsqueda de uno mismo, sin embargo está mal enfocada pues es una búsqueda dólarizada, para encontrarse a uno mismo no se tiene que viajar a los confines de la tierra, sencillamente en donde se esté se puede llegar a buen puerto. La película no es mala pero creo que muy pocas personas se sentirían identificados con el personaje, que interpreta Julia Roberts, es floja y a veces se hace tan tediosa que uno se distrae y pierde el hilo y cuando vuelve a prestarle atención es totalmente predecible. Sin embargo cuenta con bellos paisajes y conceptos de autoconocimiento, búsqueda del propio camino que no se resuelven de manera adecuada sino de una manera banal.

Esperaba encontrarme con la típica película romántica, es más en determinado punto me dije: "ya está", sin embargo la trama cambia completamente y es muchísimo más de lo que esperaba.
Una película emotiva, en la que la historia se va desarrollando lentamente y los personajes van cambiando, así progresivamente como en la vida misma.
Creo que si hacemos un análisis es a Dexter (Jim Sturgess) quien la vida le da más a palos, es él en el fondo según mi punto de vista quien es el verdadero protagonista de esta historia y quién madura más o al menos es en quien se nota más, pasamos de un Dexter joven que tiene el mundo a sus pies a uno más apagado, que ha perdido la brújula más de una vez. Emma (Anne Hathaway) es el contrapeso, la típica chica enamorada, insatisfecha de su vida, con muchas inseguridades y la eterna mujer enamorada del mejor amigo que con el tiempo va madurando.
Ambos se complementan, llegando a tener una amistad única que afrontará muchas situaciones y para seguir en pie.

¿La recomiendo?

Totalmente, creo que pasaran un buen momento, algo emotivo, pero una película que se deja ver y encantar.

Esta película la he visto infinidad de veces desde los 14 años, he tenido la oportunidad de verla a color, blanco y negro, en inglés, en español España y el español de Latinoamerica, en todas las oportunidades la he disfrutado sobremanera.
Hace poco me llevé la grata sorpresa de que la tenían en HBO y otra vez Susan Vance me arrastró a la búsqueda loca de Bebé (el leopardo) y a su vez impedir que David Huxley (alias Hueso / Bota) se case con la apática señorita Swallow.
Alguien puede pensar que la banda del Leopardo después de 83 años no le saca una carcajada a nadie pero en lo que respecta a mí sigue teniendo la frescura que le encontré hace 16 años.

Me gustó demasiado y hasta me dejó cierto aire de nostalgia por más de estas películas y menos de lo que se produce ahora.

Sobre todo porque rescato la bonita amistad que se forma entre dos personajes, un escritor de renombre, demasiado excéntrico, que se oculta del mundo y un muchacho del Bronx excepcional que está por comenzar a recorrer su propio camino, ambos se llegan a conocer de la manera más inusual y ayudan mutuamente, formandose un lazo muy especial entre ambos.

La recomiendo porque es una historia muy bella que resalta valores y sobre todo se deja disfrutar.