Tocar la guitarra, ir al baño, jugar con tu sobrino, ver mittines de Aznar, aprender acupuntura, limpiar el fregadero, llamar a líneas eróticas, ver los peces de la pecera, sintonizar la COPE, escuchar la COPE, cagarte en los de la COPE, masturbarte, otra vez, una más, hacer acumputura a tu perro, volver al baño, fumarte un "pitillo", ver mittines de Zapatero, ir a dar un paseo al parque, sintonizar la SER, escuchar la SER, cagarte en los de la SER, cagarte en la política, ir a cagar, oír cantar a Paris Hilton, ver balbucear a Aída Nízar en Salsa Rosa, reflexionar sobre "qué eras antes de nacer", llamar al Tarot, leer el interviú, tocarte las pelotas, leer el Abc, leer El País, compararlos, reírte, otra vez, jajajaja, contar las muescas de la pared, ver porno duro, no hacer nada... Todo esto es mejor que ver esas pijas en acción, sobre todo a Miss Beckam.....

Interesante filosofía sobre las drogas en Asia. La cruel realidad es reflejada gracias a buenos actores (excelente Joaquin Phoenix) y a una agradecida narración. Podemos observar la realidad empírica del narcotráfico como fuente de ingresos constante en el Sudeste asiático (en el caso de la película Malasia) pero también como un mecanismo de engaño para jóvenes con un futuro no demasiado venidero, y que puede concluir en la muerte. Cada día, niños y adultos se ven involucrados en un mundo paralelo y dependiente, realizando incluso rutas definidas para poder comerciar y vivir la experiencia “placer oriental”, muchas veces gratuito y deplorable.
Prometedor arranque, brillante final, un efecto mariposa que influye en la actitud de los personajes de manera brutal, poniendo en peligro el futuro de cada uno de ellos. La lógica impera. La intriga se mantiene hasta el último minuto, con un panfleto descarado al poder destructivo de los medios de especulación: Buena película.

El tema tratado no es fácil. La mutilación genital femenina sigue matando a muchas niñas incluso en España. La autobiografía de la top model Waris refleja dos mundos paralelos vividos por la misma persona. Por un lado, la miseria, el despotismo y la rabia. Por otro, el dinero, las pasarelas y las oportunidades. Consigue su objetivo: enternecernos con el personaje, considerando algún que otro momento excesivamente fibroso. La película es muy dura, sobre todo por el blanco de este monstruo: niñas inocentes.
Sin embargo, la auténtica revelación del filme es la también modelo Liya Kebede. Un descubrimiento en el mundo del cine al ver que no sólo encarna bien su faceta como top. El traspase de mendiga a millonaria es impresionante.
En conclusión, una película muy infravalorada en taquilla (en la página oficial del boxoffice ni siquiera aparece) que merece un estudio, no sólo por la calidad más o menos buena, sino por el arduo tema que se aborda, muchas veces olvidado.

Un incondicional de la serie jamás realizará una crítica fiable de este filme. Yo soy uno de ellos. Siempre me ha gustado ese cuarteto de maduras superficiales con dinero y ganas de sexo, detrás de las cuales se esconden grandes críticas al mundo farandulista. Por eso es importante advertir que todo lo que ocurra en la película, todos y cada uno de los gags - peores y mejores- que se muestran, jamás podrán ser criticados por cualquier "Carriefan" que se precie.
Dejando atrás la poca objetividad que existe en la crítica, es evidente que el director no se basa únicamente en trasladar la televisión al cine. Hay mucho más. Presupuesto, viajes, diálogos... El esfuerzo de evitar un alargamiento de un capítulo es visible...y satisfactorio.
Las chicas están estupendas, teniendo en cuenta la presencia omnipresente de Jessica-Parker (Exigió que en el cartel promocional únicamente apareciera ella) y el bombeo de capitalismo que no deja respirar al espectador...y que no a todo el mundo puede agradarle. A mí personalmente, sí.

A Pepe, lo que es de Pepe. Película emotiva, actores decentes y un poder de emanar paz impresionante. El paisaje, la trama, Queen Latifah. Una montaña rusa que comienza ardua y ruidosa para caer en una aplastante sesión de edulcoradas escenas que pueden resultar muy empalagosas. Como la miel. Exquisita en pequeñas dosis pero cargante cuando se sobrepasa el límite.
Sencillamente se trata de una película indescriptible. No puedo calificarlo como drama. La sensación final no es trágica ni triste. Evidentemente tampoco es una comedia. Misteriosa y semi-siniestra, pero a la vez muy dulce, como una abeja.