Séraphine es una película sobria. No sobran palabras, no sobran escenografías, no sobra acción. Es más, esta última es prácticamente inexistente. Y es de eso de lo que se trata, de plasmar la rutina cotidiana de una mujer simple cuyo mundo interior, entre fantasmas y desvaríos (pero incluso éstos comedidos), le proporcionan el alimento suficiente para crear, para ser artista. Gracias a esta película te das cuenta de la fragilidad que rodea al mundo del "arte"; te conviertes en artista gracias a que alguien influyente en este sector, sepa ver que ahí detrás se esconde algo de valioso? qué eres hasta ese momento y dónde caes si este reconocimiento te vuelve a faltar? La evolución del personaje de Séraphine, bordado gracias a la magistral interpretación de Yolande Moreau, en mi opinión podría haberse llenado de más detalles que ayudaran a entender el recorrido por el que atravesó su mente y su espíritu. Aunque tal vez la magia de esta mujer, cuya inspiración fue fruto de algo muy íntimo, éxtasis religiosos mezclados con una comunión muy estrecha con la naturaleza, resida precísamente en el hecho de que sólo podamos intentar entenderla, gracias a su obra.
Interesante.

Estamos delante de una película....insólita. Podría tambien representarse en un escenario teatral, incluso de reducidas dimensiones, pues todo ocurre en un espacio limitado, con dos únicos protagonistas y el todo se desarrolla en tiempo real. La originalidad es tambien formal (la fotografía de tipo publicitario, abunda en imágenes muy nítidas, limpias y con abundancia de primeros planos) el personaje de la teenager, es de una lucidez y determinación chocantes y conduce la acción hacia un desarrollo, no siempre coherente, pero sin duda capaz de capturar la atención del espectador.
Los dos actores están impecables.
Aviso: Los espectadores de género masculino verán la película, bien encogiditos en sus asientos...

Creo que he sido una de las últimas personas en ver esta película y claro, demasiado tiempo de aspectación. ¿¿¿Pero qué les ha pasado a mi hermana, a mis suegros, a mi mejor amiga, a la vecina del quinto??? Todos encantados con la película, magnificando la ternura que de ella se desprende...Y una duda tremenda me viene...¿Seré yo, que me he vuelto una cínica insensible y ya no me emociono con nada? La verdad es que la película me ha parecido una sucesión de disparates mal atados, situaciones insostenibles y personajes improbables. Ha sido como participar en una fiesta de Fin de Año, donde al parecer todos se están divirtiendo muchísimo y tu, ridículamente sobria, no logras entrar en la atmósfera festiva. Me he quedado super frustrada en mi butaca, incapaz de ponerme el gorrito y soplar el matasuegras, como los demás.

A pesar de que la calidad del dibujo alcance los standars a los que la industria de la animación nos tiene ya acostumbrados, el contexto en el que se desarrolla la historia y el vocabulario utilizado no son muy adaptos a un público infantil. He ido con un grupo de niños de 6 y 7 años y han perdido la atención en bastantes momentos durante el transcurso de la filmación. A pesar de que la historia en si sea bonita y los distintos personajes estén bien descritos, el ritmo es un poco irregular. Los niños, sea como sea, han salido encantados...

No se si me ha gustado porqué he vivido 22 años en Roma y la he podido seguir en italiano...muy probablemente esto influya en que haya sentido muy próximos cada uno de los personajes. Temo que doblada pierda mucha de su espontaniedad. Es más una obra teatral que una película. No hay acción ni prácticamente exteriores...todo ocurre (o nada ocurre) en poco más de 24 horas. Cada uno de los personajes son conmovedores y creibles. La escena primera es genial y te invita a creer que va a haber un "crescendo" que tal vez no acabe de llegar. Sobran algunas escenas y te quedas con las ganas de que nunca terminen otras. El movimiento veloz de la cámara, me ha resultado un poco mareante.
Una visión de nuestros "mayores" muy, muy tierna.