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Críticas de Fui Kruegerface
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Críticas 34
Críticas ordenadas por utilidad
4
1 de marzo de 2012
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empiezo un breve zapping antes de irme a dormir. Veo que hacen "Van Damme's Inferno" en TNT. Mi cita con el maestro del séptimo arte es ineludible. ¿Quién dijo TCM Autor? Inmediatamente pongo el canal. No quiero perderme ni un segundo: cada minuto cuenta e incluso vale por dos. La película empieza. Un nerviosismo que hacía tiempo que no experimentaba me recorre todo el cuerpo. El título "Inferno" nos lo está diciendo abiertamente: esto va a ser un festival. Sé además que Avildsen está detrás de las cámaras, que Pat Morita está delante de ellas y que sale Jaime Pressly, que no está muy buena, sino buenísima. Esto ya es la leche.

Vemos a un Van Damme imperial a lomos de una moto, que se estropea y lo deja tirado en medio del desierto. La solución es sacar la botella de whisky y beber hasta olvidar el incidente. Esta es una película para machos que beben a palo seco. Van Damme parece desmayarse y hace su aparición Danny Trejo, amigo del primero que se erige en una especie de espíritu guía. Van Damme se nos muestra como un hombre consumido por sus pecados y que tiene la intención de hacer "su último viaje". Entonces, aparecen unos matones de tres al cuarto y le pegan una paliza a nuestro héroe, robándole la moto que le quería regalar a su amigo Trejo, pero tienen la desgracia de no acabar bien el trabajo. No saben lo que acaban de hacer. Van Damme tiene un objetivo: recuperar su moto. Y yo ya no pienso que esto sea la leche. Esto, en realidad, es ESPECTACULAR.

En el pueblo en el que se instala Van Damme para trazar su plan la mayoría de los personajes son realmente pintorescos y las actuaciones de los intérpretes son totalmente patéticas. Hasta Pat Morita parece un pato mareado con exceso de alucinógenos. Los comentarios tontamente jocosos y las bromas lamentables se suceden una tras otra, demostrando un sentido del humor cercano a la gilipollez más absoluta. Los diálogos sin trasfondo y el lenguaje escatológico se repiten en una espiral que provoca la mayor de las carcajadas. Y yo ya no pienso que esto sea espectacular. Esto, en realidad, es LA POLLA.

Los grandes momentos se suceden y te comen las neuronas: esta obra de arte está tan alejada de nuestra comprensión que ni con toda nuestra capacidad intelectual podríamos descifrar sus intenciones. El flechazo de Van Damme con Gabrielle Fitzpatrick o el momento porno de nuestro tipo duro nos quieren decir algo: esto lo vas a recordar toda tu vida. Para cuando te quieres dar cuenta ya nada importa. Tu nota ya está condicionada subjetivamente, porque sabes que aunque quieras guardar las formas y le pongas un 4, en tu corazón tiene reservado un 10. El final místico que propone esta pieza inolvidable te hace cambiar tus convicciones personales y provoca el descubrimiento de que hay un Dios en este mundo que no es el que todos pensábamos. La película se convierte en leyenda y me voy a dormir con una sonrisa en los labios y la sensación de que no puede pasar nada malo: mi salvador es Van Damme.
Fui Kruegerface
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9
27 de marzo de 2011
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nominada al Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín y al Premio del Jurado en el Festival de Sundance, la película se estructura en cuatro partes que se entremezclan: una especie de entrevista a Ginsberg (James Franco) en clave de falso documental, Ginsberg recitando su famoso ¨Aullido¨ a un grupo reducido de asistentes, imágenes de animación acompañadas por versos del poema y el juicio para determinar si el texto resultaba o no obsceno. Esta combinación provoca que estemos ante un filme único, con cierto toque de cine experimental, un torrente creativo envuelto por el poder lírico de Allen Ginsberg, figura clave de la generación beat en los Estados Unidos allá por los años 50 y 60. Además, cuenta con una buena interpretación del cada vez más emergente James Franco, apoyado por actores y actrices solventes como Jon Hamm, Jeff Daniels, Treat Williams, Bob Balaban y Mary-Louise Parker, sin olvidarnos del gran David Strathairn. Sin duda, una película llena de reflexiones interesantes y marcada por el ¨aullido¨ de Ginsberg, lamento a seguir por toda una generación que se sentía sin rumbo pero que tenía muchas cosas qué decir. Imprescindible.
Fui Kruegerface
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7
10 de enero de 2017
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que se hacen mejores en una sala de cine, que superan su condición vulgar para convertirse en obras que perdurarán en el recuerdo. Es el caso de "Silencio", el último estreno de Martin Scorsese, cineasta que se aleja de su querido terreno gangsteril para adentrarse en la espiritualidad que desprende el trato fílmico de la religión. El filme, basado en la novela de Shusaku Endo, cuenta la historia de dos sacerdotes jesuitas que se enfrentan a una persecución violenta cuando viajan al Japón de 1640 para buscar a su mentor, del que no tienen noticias desde hace tiempo. A partir de aquí, se relata un periplo a veces fatigoso para el espectador, con reflexiones y torturas a cristianos que se alargan más allá de las dos horas y media de duración, en un metraje excesivamente largo y falto de la garra e intensidad que sí que existía en "La última tentación de Cristo" (Martin Scorsese, 1988). Además, en el apartado interpretativo tenemos a Andrew Garfield como actor principal, quien no ayuda a que la película alcance cotas de verdad reseñables. Su actuación se me antoja falta de fuerza, especialmente en las escenas más duras, con unos "pucheros" en los que no caerían actores que creo hubieran sido mejores opciones de casting, como por ejemplo James McAvoy o Ben Whishaw.

Sin embargo, todos los obstáculos quedan en un segundo plano en la sala de cine, donde "Silencio" luce majestuosa con una portentosa recreación del Japón de la época y una lucha de creencias que, aun repetitiva, resulta capital incluso en su sinsentido. Esa dicotomía del fervor creyente se personaliza hacia el final de la película en el encuentro entre Liam Neeson y Andrew Garfield, donde el padre de "Venganza" vuelve a dar una lección de hondura interpretativa que se aprecia aún más enorme en pantalla grande. En este punto, el "crescendo" del filme es ya imparable y cristaliza en una escena que pasa a la historia del cine, donde la imagen se ralentiza y se elimina cualquier sonido que pueda distraer de la idea de soledad ante el silencio de un dios cristiano. Os aseguro que en la sala de cine no se oyó ni el vuelo de una mosca, un momento mágico que nunca había vivido y que supongo que nunca volveré a vivir, como también os digo que a falta de dos o tres minutos hubo gente que se marchó de la sala después de haber aguantado casi las dos horas y media del relato. "Silencio" no es un plato fácil de digerir, hay que ir preparado para el cambio de rumbo que supone la nueva aventura del director nacido en Queens, pero es una experiencia cinematográfica que se magnifica en la sala de un cine. Scorsese sigue filmando, huye del sigilo y se lo da a sus espectadores en forma de un tesoro que bien vale el pago de una entrada. Es, en definitiva, un silencio que grita a voces.
Fui Kruegerface
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6
23 de abril de 2011
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película entrañable del mediocre pero esforzado DeCoteau, hecha con cuatro duros y un guión muy justito. Ratas de plástico, austeridad de decorados y agujeros narrativos para un filme que, sin embargo, se consigue disfrutar gracias a su sabor ochentero y su sinceridad cinéfila, con claros ecos de largometrajes como ''Estoy vivo'' (el mítico bebé asesino) o, sobre todo, ''Alien''. Sin duda lo mejor lo tenemos en las transformaciones de algunos personajes, muy propia la de Jesse y muy influenciada por ''Posesión Infernal'' la de Kate, y en una banda sonora típicamente 80's y muy ''videojueguil''. En el apartado interpretativo siempre hay que destacar a una de las reinas del terror de los 80, que no es otra que Linnea Quigley, además de Ashlyn Gere (aquí con el seudónimo de Kim McKamy), actriz porno en los 90 (curiosamente, el desnudo le toca a Quigley y no a Gere). Sin contar las pegas narrativas, ''Creepozoides'' es una película simpática, una serie Z hecha con gracia que ocurre prácticamente en un único escenario, posiblemente uno de sus puntos fuertes. Casposa y orgullosa de serlo.
Fui Kruegerface
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8
27 de abril de 2011
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran cortometraje, de mucha intensidad y fuerza en los diálogos, con situaciones realistas y de sentimientos que afloran para reestructurar la vida de sus protagonistas. Lección de ¨acting¨ naturalista por parte de Pilar Castro y Luis Zahera. Un corto que sin duda basa su funcionamiento más que nunca en el trabajo de sus actores, que incluso consiguen un tono de humor amargo ante una situación desesperada para ellos. Hasta se puede ver una cierta crítica al glamour español, a veces falso e injusto con sus actores y actrices, que no son otros que aquellos que hacen que todo esto vaya hacia delante. Muy bueno.
Fui Kruegerface
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