El documental toma, lentamente, un bello y creciente cariz positivo. Escenas con kilovatios de un brillo cada vez más intenso:

1. Cuando ella expone que él no lleva bien realizar ese trabajo.
2. Cuando él habla sobre ellas, las vacas, y su capacidad de sentir.
3. Cuando cuentan el planteamiento de hacer algo diferente.
4. Cuando planean su proyecto agrícola.
5. Cuando decide llevar a las vacas a un lugar de acogida y verdadero hogar para ellas.
6. Cuando reciben y leen las cartas de apoyo de muchas personas.
7. La escena desde arriba de él caminando junto a las vacas que saltan y corren de exultación.

El desarrollo del documental es brillante, de un granjero que para ganarse la vida manda a unas vacas recluidas a un matadero, pasando por un hombre reflexivo que comparte sus deseos de cambio, a un brillo en los ojos de una persona entusiasmada con su nuevo y significativo proyecto, que visita a las vacas que tiempo atrás tenía encarceladas. Qué apasionante transformación y qué precioso mensaje.