De qué va:

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Es, en difinitiva, una historia de amor. Un amor juvenil que resulta tempranamente abortado por causas externas, lo que nos lleva a sospechar que su reanudación será sólo cuestión de metraje.

El enamoradizo prota es un famoso ilusionista (Edward Norton), ella es -toma complicación- la prometida del heredero al trono.

El tiempo y lugar: la Viena de 1900 (aunque está filmada en Praga).

El reencuentro se produce durante una actuación del mago. El heredero del imperio le encarga a su jefe de policía (Paul Giamatti) que hunda al mago, pero el inspector no puede evitar sentir una cierta admiración y simpatía hacia el personaje que le encargan destruir...

Lo que más me gustó:

* Indudablemente: las muy notables interpretaciones de Norton y Giamatti. Y la "química" que se produce entre sus personajes.

* El hacernos caminar dubitativos -y con ojos hasta infantiles- en la frontera de la ilusión, al no saber como espectadores si estamos ante una historia fantástica y mágica o ante un ilusionista sublime; el director juega [hasta abusar un poco con alguna trampa, cierto es] con nosotros aprovechando las posibilidades que le ofrece este tipo de historia.

* El hermoso aspecto visual de la película, con su lograda ambientación, esos exteriores de Praga, esos interiores en los teatros, me gusta hasta el maquillaje, ea: esos mofletes héidicos que le colocan a Jessica Biel tras el fornicio... ¡dan ganas de repetir!

Lo que menos me gustó:

* Las "trampillas" antes insinuadas.

* Contraindicaciones: puede producir algún pequeño, leve y pasajero sarpullido a espectadores/(im)pacientes hipersensibles a la "melazina" de etiología cupídica.

* Yo -que disto mucho de ser un espectador "avisado"- pude anticipar con cierta facilona previsibilidad el final de la historia.

Frases favoritas: «Vida y muerte. Espacio y tiempo. Destino y casualidad. Estas son las fuerzas del universo»

Qué alegría poder tener de vuelta a este ingenioso humorista que tras dos años horribles de escarnio público ha sabido rehacerse y asumir con valentía un comportamiento inapropiado y dar la cara.

Esperemos que algún día se le perdone y pueda volver a trabajar con normalidad, pero mientras tanto, para que no se despedicie su talento, él mismo se produce y comercializa sus espectáculos.

Y este no defrauda, es como otros anteriores, se sitúa al mismo nivel. Su humor sigue siendo tan incorrecto como nos gusta a sus seguidores y empieza burlándose de sí mismo, de su propia desgracia.

Da gusto poder volver a verle de nuevo en el escenario gesticulando con esa teatralidad suya característica tan cómica para acentuar sus gags. Vuelve a sus temas habituales y sin cortarse lo más mínimo, incluso esta vez da algún paso más allá en temáticas delicadas con las que no se suele bromear. Realmente lo da todo en el show: acaba empapado en sudor.

Un lujo de actuación, una gran medicina risoterapéutica en estos tiempos tristes de trágica pandemia. Altamente recomendado para elevar los ánimos si eres capaz de disfrutar del humor gamberro.

Con lo mínimo -la ciudad de Cuenca como fondo y tres actores- Saura consigue poner en pie un enorme homenaje a Buñuel cargado de un enorme erotismo subyacente y de un surrealismo fino y elegante. Obsesiones, modernidad y el escapismo libertario en un entorno hostil y aburrido le confieren un interés tremendo a tan minimalista producción.

“Becarias” es un cortometraje nominado a los premios Goya que aborda el tema de la independencia y la madurez de una manera divertida a la par que honesta. La obra, que apenas llega a los diez minutos, nos muestra a tres jóvenes recién graduadas que se mudan para vivir juntas e iniciarse a la vida adulta. A pesar de su entusiasmo inicial, pronto se percatan de que la supervivencia es diferente a lo que alguna vez pudieron imaginar.

El corto se siente natural porque se intuye no poco material autobiográfico de las autoras. Esto facilita que la historia sea consistente. Se hace uso de la stop-motion con unas marionetas con un diseño sencillo, pero altamente funcional al conseguir una gran expresividad; tiran de diversos recursos a modo de comodines ingeniosos para transmitir un amplio abanico de emociones. También destaca el recurso de la utilización de unos adorables sonidos infantiloides ininteligibles en sustitución de diálogos realistas. 

Se aprecian diversas referencias cinematográficas (Matrix, El exorcista), del manga o del anime. El diseño es precioso y está tremendamente cuidado, como la iluminación, los decorados, el vestuario, la ambientación musical y los detalles en general.

Muy hermoso visual y artísticamente y además es entretenido y lleva su carga de profundidad crítica en el mensaje de fondo. Recomendable.