La caja negra

Se pueden decir muchas cosas del cine francés (y una de las más acertadas es, sin duda, “pretencioso”) pero tampoco se puede poner en duda su valor para hacer un tipo de películas que nadie esperaría fuera de Hollywood. Con esto no quiero decir que todo lo que hacen sea bueno (que nadie confunda cine osado con buen cine), pero cuando les sale bien tiene su mérito y cuando les sale mal se le mira con la benevolencia del “bueno, por lo menos lo han intentado”.

Durante gran parte de su metraje, “La caja negra” tiene una atractiva estética oscura y fría, envolventemente esquizofrénica y repleta de giros que por lo general han sido trabajados y resultan coherentes. La historia está bien hilvanada y anima a quedarse a verla hasta el final para ver qué es lo que le pasa al pobre protagonisa.

Desgraciadamente, se han pasado de valientes y vanguardistas y la cagan de mala manera en uno de los giros (ver spoiler1) y de una manera aún peor en el final (ver spoiler2). ¿El resultado? Pues una historia entretenida, con sospechosas reminiscencias a "Memento" y "El número 23", pero que provoca una enorme sensación de decepción al terminar de verla. Aún así, recomendable.

Al tal Berry le debió de impactar "Memento" y, pasados los años, se paró a pensar: Me mento, no me mento… se metió, y nos regaló este batiburrillo de flashbacks aderezado con toques de “Aterriza como puedas”, “Kill Bill”, “Azul”, “Freud, pasión secreta”, “Muerte de un ciclista”, “Abre los ojos” y “Su puta madre a caballo”. Además sale José García, que es clavado a un antiguo colega de la facultad. Debe de ser por eso que le profeso cariño y manía a partes iguales. Pero no puedo con él. Congelé la imagen en varias ocasiones y me puse a meditar, a darle vueltas a mi caja negra, como dicen en la peli, para ver si le encontraba algún encanto. Pero no hubo suerte; otra vez será, Pepe.
La verdad es que la película no es tan horrible como pudiera parecer, bien es cierto que los noventa minutos escasos que dura se te hacen por momentos interminables. Pero con la mentalización adecuada puede llegar, incluso, a entretener.

"La caja negra" es un film que cuesta que te atrape, si es que llega a hacerlo.
Si no consigues meterte en la piel del personaje la vas a aborrecer de mala manera. El ritmo irregular y los altibajos en la historia no ayudan a ello y, lo que podría ser una película interesante, acaba por ser todo lo contrario.

La idea está bien. Tratar temas como la memoria y el subconsciente siempre dan mucho juego. Está claro que Richard Berry, el director, ha visto "Memento" y le ha parecido cojonuda, pero, sin embargo, no consigue, ni de lejos, los resultados que sí obtuvo la película de Nolan.

El inicio es algo confuso y misterioso, lo que resulta suficiente como para que no te plantees dejar de ver la cinta. Pero, a medida que ésta avanza, se evidencia la falta de fluidez de la que precisa. No obstante, transcurrido medio film, hay un giro inesperado que conseguirá llamarnos la atención de nuevo y hará que recobremos cierto interés por saber cómo terminará el desenlace.

En fin, que la película se puede ver e incluso puede que nos entretenga a ratos, pero en mi opinión, queda lejos de ser una buena película.
Aún así, por mi parte, se agradece el intento.

Fotografía aburrida, que puede verse como atractiva de inicio pero que a los diez minutos ya está quemada. La Caja Negra sólo tiene como virtud su país de procedencia, que le da un toque un poco más exótico al alejarse de los típicos thrillers norteamericanos de bajo presupuesto.

Toda esta novedad, como digo, dura demasiado poco, y el desarrollo acaba haciéndose muy cuesta arriba. Todo lo que tiene que hacer, lo muestra demasiado rápido, y sólo queda esperar a que termine.

Interesante propuesta que sumerge al espectador en un mundo en que lo onírico y lo real se entremezclan creando una permanente confusión.

Con leves recuerdos a "Memento", la película presenta una trama que podría haber dado mucho más de sí y, desafortunadamente, termina quedándose en un "casi". Como película "de relleno" no está mal.