George Washington: La leyenda (TV)

Entretenido film televisivo sobre la figura de el general y luego primer presidente de los EEUU George Washington.
El film está bien dirigido y competentemente interpretado por Jeff Daniels así como pese a no tener un presupuesto colosal está bastante bien hecho dentro de lo que cabía esperar.
Un film histórico que no pasará a la historia pero que merece la pena. Interesante.

La película resulta aburrida. Todo se limita a presentarnos un batallón de soldados derrotados que, no se sabe por qué, de pronto resulta que son vencedores en una batalla.

Falta épica, falta aventura, falta entretenimiento. Los propios jefes del batallón, empezando por Washington, también parecen aburridos.

¿Y así es como se independizaron las colonias y nació EEUU?

222/26(21/07/20) Con motivo de que en este mes está el 4 de julio, Día de la Independencia USA, me he decidido a ver este telefilm del género histórico dirigido por Robert Harmon, centrado en la figura del legendario Comandante en Jefe del Ejército Continental George Washington (a la postre primer POTUS) y más concretamente en el mítico ‘Cruce’ del río Delaware la noche del 25 al 26 de 1776 (inmortalizado por el pintor germano-estadounidense Emanuel Gottlieb Leutze en su lienzo “Washington cruzando el Delaware”), para la posterior Batalla de Trenton contra los Hessians (temibles mercenarios prusianos al servicio del Imperio Británico), que supuso un punto de inflexión en el devenir de los 7 años de la Guerra de Independencia. Basado en la primera novela homónima del renombrado historiador Howard Fast (que también se encarga de guionizar), protagonizada por Jeff Daniels como George Washington. Puede resultar algo didáctica sobre como exponer un momento clave en que las ansias de independencia pudieron ser aplacadas por las derrotas y la huida permanente, pero incluso esto me queda muy superficial en el modo que se nos muestra la hazaña como una locura suicida, y luego vemos que la batalla se resuelve en un plis-plas, sin épica ninguna, sin dramatismo, sin involucrarme mínimamente, sin que veamos rastro de la fiereza de los hessians, que más bien parecen granjeros que han pillado con el pijama puesto. No hay sentido de la aventura, no hay espíritu de valentía en el Cruce del río, reflejado de modo ordinario, incluso se permiten el lujo de cantar en la travesía, por lo que carece de un mínimo de suspense, no hay reflejo de ese sufrimiento y hastío de las tropa rasa, todo me resulta plano y desprovisto de sentido del entretenimiento. Apenas 87 minutos que llegan a producir tedio en algunos momentos. Con una dirección pobre visualmente, la escasez de presupuesto es notoria en la precariedad de figurantes como soldados, resulta grimante ver a tan poquitos en batalla, batalla por cierto recreada de modo torpe y sin chispa alguna. Llegas al final y ter ha dejado frío.

Hay algunos oasis que te hacen pensar que no todo es una pérdida de tiempo. Empezando por la notable actuación de Jeff Daniels como George Washington, transmite carisma y fuerte personalidad; Está muy bien los choques de Washington con su coronel John Glover (estupendo Sebastian Roche), el segundo prototipo del ciudadano de a pie, un pescador metido a militar que no gusta de llevar uniforme, no lleva peluca, discute las opiniones de su Comandante en Jefe, pero entre los dos se establece un entendimiento del yin y el yan, para compensar en esta misión el quijotil pensamiento de Washington con el raciocinio sacho-pancesco de Glover; El momento adusto en que Washington encomienda a un joven capitán Alexander Hamilton (Steven McCarthy) hacerse junto a un compañero con un puesto avanzado de hessians, su mirada es un poema de sentido del deber, aunque el modo de reflejar la toma del lugar combina crudeza con eso de lo que hablo arriba de que estos hessians de salvajes le puede dar lecciones un gatito; Y también apuntable como un subalterno hace ver a Washington que las motivaciones de los hessians no son tan diferentes de las suyas (ellos luchan por dinero, y la Revolución USA comenzó por dinero, por el de los altos impuestos); Resto se queda en un vestuario estimable.

Seis meses después de la Declaración de Independencia, en diciembre de 1776, el Ejército Continental de las colonias rebeldes es diezmado, y los hombres sobrevivientes están enfermos, heridos, fríos, hambrientos y mal equipados. Huyendo para perseguir bandas de abrigos rojos y británicos, Washington se las arregla para buscar los únicos barcos disponibles en el río Delaware y ponerlo entre su ejército y el enemigo, al menos temporalmente. Mientras 2400 soldados se apiñan en las orilla occidental del Delaware, 1200 soldados de Hesse, "los soldados más disciplinados, entrenados rigurosamente y los mejores" del mundo, ocupan la aldea de Trenton, en el lado este, para vigilar a los rebeldes. Washington no tiene comida, medicina ni mantas para sus hombres, y cuando el río se congela, los hessians y los británicos simplemente cruzarán y tomarán la ciudad de Filadelfia sin una oposición significativa. Pero un reconocimiento nocturno para espiar a los hessians inspira un plan loco para sorprender a los mercenarios complacientes. En la noche del 25 de diciembre, Washington propone llevar a sus hombres de vuelta al otro lado del río y atrapar a los hessians durmiendo, literalmente, con la resaca de la fiesta navideña.

Me queda una película endeble, que apenas es un pellizco de ursulina, film pasable. Fuerza y honor!!!