Animales sin collar

Film lento que transcurre su casi hora y media sobre un secreto que verdaderamente es una tontería y para adornarla y seguramente extender su duración aparecen varios personajes que no tienen ninguna explicación de ser ni influencia en la trama. El guión gira a traves de la esposa de un prominente político que esta a punto de ganar las elecciones, pero un secreto de ésta (irrisorio, acá en mi país con ese secreto el esposo puede ser presidente tranquilamente), pero bueno, aquí puede perder la ansiada elección. Y así con idas y vueltas, en tono cansino va transcurriendo la película en donde no hay grandes actuaciones intentando un final moralista aunque ya tarde para tamaño aburrimiento.

Ante todo, con justicia, reconozco que es una más que aceptable Opera Prima. Mr. Linares se ha desenvuelto como pez en el agua con su cámara, añadiendo a la película un tinte árido y reseco, muy andaluz, siguiendo la estela de los últimos y estimables Thrillers españoles. A mí me encanta ese amarillo de los exteriores, más allá de que lógicamente se trate del Sol. Ha habido varios planos secuencia que me han hecho agradables cosquillitas. En general, la realización aprueba con solvencia.
Ahora bien, la historia, que también parece seguir la estela de recientes producciones hispanas, hace aguas, por poco original y por mal planteada. Toca temas y situaciones que son sumamente emocionales, pasionales y tortuosos. Sin embargo, el planteamiento de la historia y, posteriormente, el pésimo guión, no sacan apenas jugo de ello. Hay momentos en que el film despunta hacia el thriller, y otros en los que despunta hacia el drama... y al final ni uno ni otro. Finalizamos esta intermitente e indefinida experiencia, encontrando de repente un film de género Moralizante, o de género de Género (valga la redundancia), o yo qué sé cómo definirlo, porque últimamente me encuentro con numerosas películas que sin ton ni son me ofrecen eslóganes feministas o moralistas, como setas que brotan espontáneamente. Ya me parece bien que el Cine ofrezca moralinas o puntos de vista o incluso mensajes políticos... pero por favor, ¿sería mucho pedir que esos mensajes tengan una mínima conexión con la trama, con el argumento o con algún personaje, con un mínimo de verosimilitud?
Las interpretaciones no están mal, pero nunca a la altura. Uno nos ofrece demasiado drama, con extravagancia; otro se me antoja insensible, que tener a la política como principal valor no quita que pueda cabrearse, descojonarse, asustarse o lamentarse...muy mal, Daniel Grao; y otra que destaca bastante sobre los demás, pero que le falta pasión, mucha pasión. Hay personajes que sobran, francamente, porque aun no he averiguado el porqué de su presencia.
Y nada más que resaltar, ni para bien ni para mal. El resto es totalmente inocuo, incoloro, inodoro e insípido.
Pero repito, como Opera Prima, muy decente.

No consigue aprobar porque su cadencia anodina, la atrapa.

Una estética adecuada, un encuadre correcto de los personajes, no son suficientes si el guión se ofrece desdibujado e imperfecto.

Las lagunas no se pueden cubrir con bellos planos, ni oscuros planteamientos, que indiquen que existe algo que se nos escapa. Ese no es el juego. Las películas se hacen para que los espectadores disfruten, no para hacerlos sentir estúpidos. No somos nosotros quienes no entendemos, sois vosotros quienes no sabéis contar. Y estos "animales" están muy mal narrados.
¿Ok?

Película aburrida, pretenciosa y supuestamente muy actual dada su temática en torno a un nuevo político que quiere cambiar el mundo arrebatándoles el poder a los poderosos. Este pan sin sal, porque el personaje es plano como el suelo, ha sido un niño muy malo en su juventud y eso le pesa en forma de chantaje.

Una absoluta pérdida de tiempo. El talento no fue ese día.

No centra el foco en nada, y eso mismo da como resultado una obra dispersa. Actuaciones potentes en su sobriedad; mostrando distancia en todo momento con el espectador, lo cual le otorga un aire frío, de ahí, tal vez su baja nota en esta página.

No conectará fácilmente con el espectador medio, y cuando digo medio, pienso en quienes acuden buscando un cine distinto, o al menos narrado de otra forma y manera.