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Rep. Dominicana Marathon Man
10.773
Intriga. Thriller
En Nueva York, Babe Levy (Dustin Hoffman), un universitario que está haciendo el doctorado en la Universidad de Columbia y que pasa parte de su tiempo libre preparándose para correr maratones, conoce a Elsa, una extraña mujer suiza con la que inicia una relación amorosa. (FILMAFFINITY)
20 de octubre de 2008
107 de 133 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mí estas películas en las que el tonto del pueblo se convierte de carambola en el super héroe al estilo americano me dejan perpleja.
La conspiración es demasiado forzada como para hacerla creíble y Sir Lawrence Olivier nunca fue tan estúpido como para meterse en la boca del lobo: venga, ¿a qué viene eso de pasearse por el barrio judío preguntándole a los mercaderes de diamantes por la tasación de sus piedras preciosas? ¿Acaso no es más que probable que al menos uno o dos de entre todos esos ex prisionero de Auschwitz reconozca al Angel Blanco?
Pero bueno ¿es creíble que un nazi perseguido por todo el Mossad se pasée por Manhattan con sólo cambiar de peinado?
Para ser profesionales del espionaje y del lavado de dinero nazi se comportan todos irreflexivamente, por impulsos. Aquí nadie mide sus pasos.
Hay además muchas intrahistorias que no se resuelven. ¿Qué sucedió en realidad con el padre de Hoffman? ¿Y con su tesis? ¿Y Devane? Con la impunidad de un personaje que nada entre dos aguas, dejando fuera de juego a su contrincante y teniéndolo todo a su favor ¿es que se vuelve imbécil en el último cuarto de hora?
¿Qué ocurrió en París? ¿Cómo es que Scheider, tan listo, no desconfía de quien tiene que desconfiar? ¿Se puede ir por Central Park cazando nazis, a tiros por las calles, corriendo semi desnudo sin llamar la atención de nadie? ¿O haciendo carreras de coches a plena luz del día, reventando camiones de gasóleo? Aquí todo raya los extremos y la ciencia ficción.
Pero en fin, es entretenida y Hoffman hace un gran papel sobre todo después de pasar por el dentista. Lawrence Olivier está infinitamente desaprovechado.
Muchísimo mejor, opino, la película sobre caza-nazis dos años posterior, que interpreta el propio Olivier (Lieebermaann) junto a Gregory Peck (Joseph Mengele): "Los niños del Brasil".
Marathon Man se queda en una mera sesión de entrenamiento, como Hoffman, sin oxígeno, mientras corre.
La conspiración es demasiado forzada como para hacerla creíble y Sir Lawrence Olivier nunca fue tan estúpido como para meterse en la boca del lobo: venga, ¿a qué viene eso de pasearse por el barrio judío preguntándole a los mercaderes de diamantes por la tasación de sus piedras preciosas? ¿Acaso no es más que probable que al menos uno o dos de entre todos esos ex prisionero de Auschwitz reconozca al Angel Blanco?
Pero bueno ¿es creíble que un nazi perseguido por todo el Mossad se pasée por Manhattan con sólo cambiar de peinado?
Para ser profesionales del espionaje y del lavado de dinero nazi se comportan todos irreflexivamente, por impulsos. Aquí nadie mide sus pasos.
Hay además muchas intrahistorias que no se resuelven. ¿Qué sucedió en realidad con el padre de Hoffman? ¿Y con su tesis? ¿Y Devane? Con la impunidad de un personaje que nada entre dos aguas, dejando fuera de juego a su contrincante y teniéndolo todo a su favor ¿es que se vuelve imbécil en el último cuarto de hora?
¿Qué ocurrió en París? ¿Cómo es que Scheider, tan listo, no desconfía de quien tiene que desconfiar? ¿Se puede ir por Central Park cazando nazis, a tiros por las calles, corriendo semi desnudo sin llamar la atención de nadie? ¿O haciendo carreras de coches a plena luz del día, reventando camiones de gasóleo? Aquí todo raya los extremos y la ciencia ficción.
Pero en fin, es entretenida y Hoffman hace un gran papel sobre todo después de pasar por el dentista. Lawrence Olivier está infinitamente desaprovechado.
Muchísimo mejor, opino, la película sobre caza-nazis dos años posterior, que interpreta el propio Olivier (Lieebermaann) junto a Gregory Peck (Joseph Mengele): "Los niños del Brasil".
Marathon Man se queda en una mera sesión de entrenamiento, como Hoffman, sin oxígeno, mientras corre.
16 de abril de 2008
86 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película entretiene algo, pero para mí tampoco es para tirar cohetes. Y por supuesto no es una obra maestra, a pesar de que se genera intriga, que los actores hacen muy bien su papel y que la fotografía es buena.
Lo que falla es que el guión es confuso. Uno espera al final para atar algunos cabos sueltos, pero termina la película y no se dan muchas explicaciones. Parece que éstas se hubieran quedado fuera del montaje final. Tampoco ayuda mucho el ritmo cansino de la primera parte de la película.
Dejo en el "spoiler" los citados cabos sueltos.
Lo que falla es que el guión es confuso. Uno espera al final para atar algunos cabos sueltos, pero termina la película y no se dan muchas explicaciones. Parece que éstas se hubieran quedado fuera del montaje final. Tampoco ayuda mucho el ritmo cansino de la primera parte de la película.
Dejo en el "spoiler" los citados cabos sueltos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
Madame Web
28 de octubre de 2006
43 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siete años después de su obra cumbre "Cowboy de medianoche", el cineasta británico de "Domingo, maldito domingo", John Schlessinger, factura esta magnífica película, basada en la obra epónima aunque con un final diferente, del escritor norteamericano William Goldman que un año antes escribiera su obra más reputada "La princesa prometida"...
Con una más que brillante fotografía de mi admiradísimo Conrad Hall autor de la fotografía de obras maestras como "Dos hombres y un destino" de G.R Hill o la más reciente "Camino a la perdición" de Sam Mendes... una eficaz banda sonora a cargo de Michael Small ("El último testigo" de Pakula), Schlessinger pergeña los planos de un entretenido thriller de suspense al más puro estilo Franklin J. Schaffner en su celebérrima "Los niños del brasil", con una temática similar, y compartiendo además la sublime presencia en escena de uno de los más grandes, Lawrence Olivier, genial esta vez de malo, malísimo...quien fuera nominado al oscar por esta cinta como mejor actor de reparto, ganando finalmente el globo de oro en la misma categoría...
Tanto la novela homónima como la película, son conocidas por su secuencia de tortura (tal vez Tarantino se inspirara también aquí a la hora de rodar la suya propia en "Reservoir Dogs"), en donde el famoso "Ángel blanco" Dr. Christian Szell(Olivier) tortura a su víctima Thomas Levy(D. Hoffman) con alguno de sus más despiadados métodos sin anestesia de su época de dentista en Auschwitz, cuando él era responsable de aquel nefasto campo de concentración...
La película discurre por veredas cada vez más tensionadas, en donde a cada nuevo paso el espectador siente más y más desazón y confusión hasta que finalmente el entuerto se deshace...
También aquí hay héroes, mujeres fatales y malos, malísimos directamente importados del régimen nazi...
Una película para disfrutar, y en donde de nuevo Hoffman vuelve a contar para el cineasta británico de origen hebreo...
De hecho la cinta se inicia el día del Yom Kipur y toda ella es un homenaje a las víctimas del holocausto con un cierto toque optimista dentro de tanta catástrofe, como ya ocurriera con su celebrada "Cowboy de media noche"...
Sólo nos queda sentarnos y disfrutar de los imprescindibles 125 minutos de metraje de todo un paradigma setentero del cine de acción y suspense...
...Aquella sugerente imagen de Thomas "Babe" Levy(Dustin Hoffman), entrenándose para correr la maratón de la ciudad por los senderos de Central Park, mientras su imagen se intercalaba con los fotogramas en blanco y negro de su ídolo el atleta maratoniano etíope, Abebe Bikila...
I M P R E S C I N D I B L E.
Con una más que brillante fotografía de mi admiradísimo Conrad Hall autor de la fotografía de obras maestras como "Dos hombres y un destino" de G.R Hill o la más reciente "Camino a la perdición" de Sam Mendes... una eficaz banda sonora a cargo de Michael Small ("El último testigo" de Pakula), Schlessinger pergeña los planos de un entretenido thriller de suspense al más puro estilo Franklin J. Schaffner en su celebérrima "Los niños del brasil", con una temática similar, y compartiendo además la sublime presencia en escena de uno de los más grandes, Lawrence Olivier, genial esta vez de malo, malísimo...quien fuera nominado al oscar por esta cinta como mejor actor de reparto, ganando finalmente el globo de oro en la misma categoría...
Tanto la novela homónima como la película, son conocidas por su secuencia de tortura (tal vez Tarantino se inspirara también aquí a la hora de rodar la suya propia en "Reservoir Dogs"), en donde el famoso "Ángel blanco" Dr. Christian Szell(Olivier) tortura a su víctima Thomas Levy(D. Hoffman) con alguno de sus más despiadados métodos sin anestesia de su época de dentista en Auschwitz, cuando él era responsable de aquel nefasto campo de concentración...
La película discurre por veredas cada vez más tensionadas, en donde a cada nuevo paso el espectador siente más y más desazón y confusión hasta que finalmente el entuerto se deshace...
También aquí hay héroes, mujeres fatales y malos, malísimos directamente importados del régimen nazi...
Una película para disfrutar, y en donde de nuevo Hoffman vuelve a contar para el cineasta británico de origen hebreo...
De hecho la cinta se inicia el día del Yom Kipur y toda ella es un homenaje a las víctimas del holocausto con un cierto toque optimista dentro de tanta catástrofe, como ya ocurriera con su celebrada "Cowboy de media noche"...
Sólo nos queda sentarnos y disfrutar de los imprescindibles 125 minutos de metraje de todo un paradigma setentero del cine de acción y suspense...
...Aquella sugerente imagen de Thomas "Babe" Levy(Dustin Hoffman), entrenándose para correr la maratón de la ciudad por los senderos de Central Park, mientras su imagen se intercalaba con los fotogramas en blanco y negro de su ídolo el atleta maratoniano etíope, Abebe Bikila...
I M P R E S C I N D I B L E.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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23 de junio de 2007
56 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto es un thriller. No, no estoy traduciendo la canción de Michael jackson, simplemente intento resumir de forma concisa mi opinión.
Esta película debería ser mostrada como ejemplo de argumento bien trenzado, de coherencia argumental, de saber crear tensión in crescendo y acabar con un perfecto climax final.
Todo ello sin necesidad de efectismos ni de requiebros argumentales. Sólo con un buen guión, una dirección acertada y unos actores perfectos en sus papeles se demuestra que no se necesitan grandes explosiones ni guaperas en pantalla para crear un film como Diós manda. Una pena que hoy en dia en Hollywood no tomen nota de joyas como esta y se dediquen a complacer sus bolsillos con blockbusters de usar y tirar. Imprescindible.
Lo mejor: La escena del nazi rodeado de joyeros judíos, su cara es la muestra perfecta de lo que es una gran actuación.
Lo peor: Que no se hagan más películas como esta.
Esta película debería ser mostrada como ejemplo de argumento bien trenzado, de coherencia argumental, de saber crear tensión in crescendo y acabar con un perfecto climax final.
Todo ello sin necesidad de efectismos ni de requiebros argumentales. Sólo con un buen guión, una dirección acertada y unos actores perfectos en sus papeles se demuestra que no se necesitan grandes explosiones ni guaperas en pantalla para crear un film como Diós manda. Una pena que hoy en dia en Hollywood no tomen nota de joyas como esta y se dediquen a complacer sus bolsillos con blockbusters de usar y tirar. Imprescindible.
Lo mejor: La escena del nazi rodeado de joyeros judíos, su cara es la muestra perfecta de lo que es una gran actuación.
Lo peor: Que no se hagan más películas como esta.
30 de noviembre de 2009
24 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
He vuelto a ver Marathon man, después de muchísimos años, y me he encontrado con una película digna, pero a la que los años no le han pasado en balde (esto me pasa con muchas películas de la década de los 70), con un Laurence Olivier que està muy bien como siempre,
y un Hoffman muy correcto, tengo que reconocer que no soy un fans incondicional suyo, siempre lo veo a él con su cara de no enterarse bien de lo que pasa a su alrededor, lo que lógicamente en esta película funciona muy bien, y eso que tengo que reconocer que en mi años de juventud fue unos de mis actores preferidos, pero al igual que la película ha envejecido mal.
El guión es muy confuso, pero éste no es su problema, sino el dejar muchisímas cosas sin resolver, en el que todo empieza a decaer tras la huída suya de la tortura dental, escenas clautrofóbicas y muy estresantes que es lo mejor de la película, con un final largo y que en nada explica los interrogantes abiertos y no me refiero al duelo final dentro de las cloacas porque éste me parece muy metafórico con el personaje del ángel blanco.
En resumen una película interesante, que se ve con agrado, que en estos tiempos de escasez de calidad ya es un logro importante, que cumple con el primer mandamiento del cine que es no aburrir.
y un Hoffman muy correcto, tengo que reconocer que no soy un fans incondicional suyo, siempre lo veo a él con su cara de no enterarse bien de lo que pasa a su alrededor, lo que lógicamente en esta película funciona muy bien, y eso que tengo que reconocer que en mi años de juventud fue unos de mis actores preferidos, pero al igual que la película ha envejecido mal.
El guión es muy confuso, pero éste no es su problema, sino el dejar muchisímas cosas sin resolver, en el que todo empieza a decaer tras la huída suya de la tortura dental, escenas clautrofóbicas y muy estresantes que es lo mejor de la película, con un final largo y que en nada explica los interrogantes abiertos y no me refiero al duelo final dentro de las cloacas porque éste me parece muy metafórico con el personaje del ángel blanco.
En resumen una película interesante, que se ve con agrado, que en estos tiempos de escasez de calidad ya es un logro importante, que cumple con el primer mandamiento del cine que es no aburrir.
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