Unas rubias muy legales

Es tan mala que no tienes mas remedio que verlo por partida doble, el argumento en si no es que sea malo pero no engancha, tiene poco realismo y parecen dos hijas secretas de Paris Hilton. Si no hubiese sido una copia barata hubiesen ganado bastante puntuación

De la mano de Resse Whiterspoon como productora nos llega esta secuela de las primas pobres pero Pijísimas de Elle Woods. Representa el debut de las gemelas Camy y Becky Rosso lo cual en vez de relanzar la trama la convierte en doblemente empalagosa siguiendo la linea descendente que era de esperar de un producto tan frugal. Demasiado rosa para mi gusto.

Era una tarde de domingo en casa de una amiga, como otra cualquiera, hasta que se nos encendió la bombilla y pensamos en ver esta peli : anda a ver si nos reimos un rato...
Nada más lejos de la realidad.
La película es un poca absurda. Por no decir mucho. El guión es bastante predecible y al poco de estar empezada ya no tiene ningun interés, si es que en algún momento lo ha tenido.
Nada, no vale la pena, no me extraña que haya salido directamente en dvd , en cine habría sido un gran fiasco...

La idea de una rubia muy rubia y muy pija con aspiraciones a ser una gran letrada tratando de luchar contra el pecado evolutivo que la hizo nacer con el pelo amarillento ya fue tratado en una película en la que Reese Witherspoom estuvo a punto de echar su carrera al retrete. El relativo exito cosechado por esa película, especialmente entre el mundo adolescente, provocó dos temidas secuelas: una un par de años más tarde, y ésta.

Para la primera de las secuelas, se conservó la historia original y la protagonista; en cambio en ésta no sólo presenta una historia alejada de la original sino que la buena de Reese Witherspoom ya no tiene nada que ver. Es más, esta película se aqueja del llamado mal de las segundas partes consistente en multiplicar lo aportado por el largometraje original. Unas Rubias muy Legales multiplica por dos la protagonista, por infinito su estolidez, y por cero su interés. Sin embargo, presenta una historia y alguna que otra situación que entretiene al público adolescente.

Mientras sus virtudes, la moraleja final y el buen ver de las protagonistas, se pueden contar con los dedos de una mano; sus defectos requieren varias de ellas. Entre esos defectos podemos enumerar lo estrafalarias que resultan las normas internas del colegio, la sobreactuación de los actores, lo ridículo que resulta el guión, la exageración innecesaria del color rosa...

Si esperaban una secuela acorde a la historia de Ellen Woods, obvio que parecerá mala, pero sería necesario aclarar que la trama se desvía hacia el tan consabido y frugal mundo de los adolescentes de secundaria norteamericanos, por ende, va dirigida a muchachas adolescentes, ya sabiendo esto y dejándose de buscarle la quinta pata al gato, podrá parecer muy entretenida. Yo la ví con mis hijas y verlas complacidas a ellas fue más que suficiente para mí.