Por fin viuda

Estoy acostumbrado a las engañifas del cine en general, vas a un multisalas con una gran pantalla y sonido envolvente que te cagas y te quedas embobado, o al rato te aburres y te recuestas en esa cómoda butaca.

Pero otras veces dices: Le voy a dar una oportunidad a una comedia francesa que aunque hayas visto muchas sabes que tienen un sello de calidad, entonces llego y me recuesto en una pequeña butaca no tan cómoda como las otras y me coloco en la última fila ya que la pantalla es pequeña y se encuentra muy elevada.

Pero ahí está la gracia, en la primera, digamos película comercial x me aburro y no paro de mirar la hora por la falta de originalidad y los chistes sin gracia, y en la segunda digamos esta o cualquiera con un mínimo de talento con chistes que rallan la hilaridad y me lo paso genial, ya se me ha olvidado la butaca y la pequeña pantalla.

En definitíva, y después de haberme ido por las ramas, película francesa en apariencia liviana pero que ralla a gran altura en todo su metraje, con un humor muy elegante basado en la cotidianeidad, para mi es muy importante que esos personajes respiren naturalidad y esta película ha conseguido que me olvide de mi sesuda mente cinéfila, por cierto Michele Laroque está espléndida en su madurez tanto interpretativa como física.

Una película que entre pequeños toques de humor nos recuerda que en la vida hay que luchar por lo que uno verdaderamente quiere y desea si realmente quiere ser feliz. Aunque como en la vida real ese tipo de decisiones a veces no son tan fáciles de tomar como aparentan ser, pues hay muchos perjuicios y factores que nos frenan, haciendo de nuestras vidas lo que los demás quieren. ¿Vivir nuestra vida o la de otros?
Excelente canción principal "Et si tu n'existais pas" de Joe Dassin y aún más excelente interpretación de su actriz principal Michèle Laroque, para mi todo un descubrimiento.

¿Imposible? Pues no, Isabelle Mergault lo sabe hacer, y muy bien por cierto.
Ya desde el principio podemos atisbar la absoluta comicidad hilarante que nos espera en esta película.
Para empezar, los diálogos son absurdos a más no poder, sí, pero divertidísimos como nada. Si a eso le sumamos que la protagonista (la máxime representante de lo absurdo de los diálogos) interpreta de forma magistral, con sus gestos, sus miradas, las caras que va poniendo,... tenemos algo estupendo.
A nuestra protagonista, una mujer desencantada con su matrimonio que busca el romanticismo y la aventura junto a otro hombre, de buenas a primeras se encuentra con el fallecimiento de su marido y la consiguiente preocupación de sus familiares y seres queridos, que le impiden reunirse con su verdadero amor.De ahí sale una ingente cantidad de situaciones cómicas (en el tráiler ya se pueden ver algunas de ellas)
Pero aquí no se queda esta "Por fin viuda"... Si no fuera suficiente, esta directora francesa introduce una gran historia de amor, que si bien no resulta "preciosa" del todo, por lo menos nos podemos quedar con un amor verdadero que intenta salir del paso y saltar todos los obstáculos que se le ponen en el camino.

Lo mejor: la relación entre la sra. Gravigny y Léo, la de aquélla con Sissy (con lo mal que empieza)...
Lo peor: Christophe, el hijo entrometido y pesado, que sin embargo introduce 2 de los gags más cómicos de toda la película. Pero el personaje se hace bastante odioso.

Película ideal para ver un sábado por la tarde desde el sofá. Es una comedia de enredos con una primera parte divertida y prometedora que va diluyéndose a medida que avanza. Se puede ver sin pretensiones y con ganas de pasar un rato agradable.

Cuando una bella y adúltera mujer cree haberse librado de las cadenas de un abominable y rico marido y matrimonio, se encuentra con dos realidades algo cómicas: 1) los supuestos de los familiares sobre las consecuencias de su pérdida, 2) su inveterada necesidad de simular su verdadera situación. Una comedia se desarrolla con estos elementos archiconocidos, una comedia francesa, es decir ingenua y nada convincente, como a veces puede ocurrir, con algunas situaciones y personajes demasiado tontos y una crítica demasiado trillada de la alta burguesía. Conclusión: El menos creíble (Jacques Gamblin) de todos los amantes de una bella mujer (Michèle Laroque).