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La carreta fantasma

Drama. Fantástico Es Nochevieja. Tres borrachos evocan una leyenda según la cual si un gran pecador es la última persona que muere al terminar el año, entonces tendrá que conducir durante un año entero la Carreta Fantasma que recoge las almas de los muertos. David Holm, uno de los tres borrachos, muere cuando suena la última campanada de la medianoche... (FILMAFFINITY)
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Críticas 36
Críticas ordenadas por utilidad
26 de octubre de 2006
114 de 122 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque lamentablemente es difícil de visionar, sobretodo en su versión íntegra y restaurada, se trata en mi opinión de una de las más grandes obras del cine mudo —o, para ser más exactos del cine a secas—, comparable a "La pasión de Juana de Arco", "El acorazado Potemkin" o "El último".
Es, sin embargo, bastante más antigua que las otras que he citado, lo que le confiere si cabe más mérito a sus hallazgos expresivos. Entre ellos se encuentra, naturalmente, la visualización del carro mortal que atraviesa la noche y el mar en mágica sobreimpresión, creando imágenes emblemáticas que por sí mismas explican y definen, mejor que cualquier tratado, qué es el cine.
Pero más allá de la terrible belleza de esta secuencia inmortal, la película se alza como un todo a partir de un espléndido y muy complejo guión —que parte del problema del alcoholismo para desembocar en un sobrecogedor cuento moral—, unas interpretaciones siempre mesuradas y una puesta en escena limpia, rítmica y elegante secundada, como se ha dicho, por una genial fotografía donde los frecuentes trucajes nunca resultan gratuitos.
Como complemento, o para quien no pueda verla, tiene un gran interés "Creadores de imágenes", uno de los últimos trabajos exclusivamente para la televisión de Bergman, donde aparecen como personajes el propio Victor Sjöstrom, la autora de la novela original Selma Lagerlöf, y se proyectan precisamente fragmentos de "La carreta fantasma".
En fin, la sombra de Bergman en el cine sueco es tan —justamente— alargada, que a Sjöstrom se le suele recordar únicamente como el intérprete de "Fresas salvajes", pero no debería caer en el olvido su inmenso talento como director, parejo al de su coetáneo y también reivindicable Mauritz Stiller, autor de otra gran obra maestra como "El tesoro de Arne", donde destaca una procesión fúnebre sobre el hielo, que el mismísimo Eisenstein recreó en "Iván el Terrible".
Quim Casals
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13 de mayo de 2008
54 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
75/04(03/04/08) Un éxito mundial en su estreno, cimentó la fama de su director, guionista y actor sueco, tuvo una gran influencia artística en muchos directores y productores. Fué la primera cinta que representó en mundo espiritual como un limbo entre el cielo y la tierra. Realizada en una serie de dobles exposiciones sencillas y meticulosamente organizada, exigieron mucho tiempo, el director, su fotógrafo y un experto de laboratorio crearon la ilusión tridimensional de un mundo fantasmal que nunca se había visto en el cine. También muy importante fué la narración vista a través de una serie de flasbacks, incluso unos flasbacks dentro de otros, que elevararon este duro relato de pobreza y degradacción a la excelencia poética. El oscuro destino de los personajes principales, que casi llega a su conclusión lógica si no fuese por un final melodramático, nunca deja de impresionar. Recomendable para todos los amantes del Cine con mayúscula. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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15 de abril de 2013
34 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Misticismo. Epifanía.
Cine en estado puro.

Antes de que Bergman presentara a su hombre-condón como la muerte en ‘El séptimo sello’.
Antes de que Jack Torrance aplicara el filo de su hacha sobre la puerta del baño del hotel Overlook.
Antes de que ‘Ciudadano Kane’ pasara a la historia del séptimo arte como el coloso narrativo de los flashbacks impagables.
Antes que todo eso, Victor Sjöström: ‘Körkarlen’.

Así podría dar comienzo una crítica altiva y pomposa de ‘La carreta fantasma’ (no sin razón). En su lugar, he preferido una especie de crónica sobre cómo yo viví esta película anoche.

[SPOILERS A PARTIR DE AQUÍ]

… A decir verdad, me esperaba un trabajo notable del que ir paladeando detalles, pero sin ánimo de empatizar, sin ánimo de estrechar distancias emocionales. En muchas películas de cine mudo pasa que el alejamiento cultural entre el espectador de las primeras décadas del siglo XX y nosotros -los sujetos posmodernos-, de tan inmenso, no nos permite conectar con el cine de por entonces, tan acostumbrado a emplear motivos argumentales muy básicos, cuando no patrióticos, propagandísticos o explícitamente ideológicos.

… Comienza la película (Importante: la versión que yo tuve la suerte de ver fue la restaurada y reeditada, mejorando por mucho la calidad de la imagen y permitiendo apreciar infinidad de detalles que de lo contrario se perderían, sustituyendo el blanco y negro puro por varias capas de color (fundamentalmente sepia y azul) e incorporando una 'banda sonora' atmosférica mediante la que la película comunica mucho más). Las primeras escenas me resultan elegantes, y agradezco la parsimonia con la que se van sucediendo los hechos (muy distinta del ritmo frenético a que algunas producciones célebres de cine mudo nos tienen acostumbrados). Los planos de los borrachos, absolutamente excepcionales, introducen el cromatismo azulado y fantasmal que esta versión aplica a los exteriores frente al sepia de los interiores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Telefunken
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30 de agosto de 2009
33 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la leyenda sueca de la carreta de la Muerte que recoge las almas de los muertos y que en vísperas del Año Nuevo recorre las calles en busca de cochero, hay, al margen de su atractivo argumento inicial, cosas que sorprenden en esta película: los elementales pero eficacísimos efectos visuales, la sencilla y elocuente imaginería de la muerte o la seriedad con que se aborda el género fantástico…, pero sobre todo es interesantísimo comprobar cómo ya en los años 20 el cine sueco, en las manos de Victor Sjöström, está imbuido de unas obsesiones trascendentes que le confieren un hondo transfondo espiritual, en un camino que continuarán Dreyer y Bergman.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ziryab
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5 de agosto de 2010
32 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director-actor sueco al que yo conocía por su intervención en “Fresas salvajes” de Bergman, contribuyó en la década de los veinte al cine pionero de quienes forjaban los primeros compases de un arte en gestación.
Técnicamente, su largometraje que desarrolla un relato de la galardonada con el Premio Nobel, Selma Lagerlöf, es sólido y muy destacable. La nitidez de la vieja fotografía sorprende agradablemente, tratada con matices de color de un modo semejante a como lo había hecho Robert Wiene en “El gabinete del doctor Caligari”. Emplea tonos azules para los gélidos exteriores y terrosos para los interiores. Y los efectos especiales son dignos de elogio, en las figuras semitransparentes de ultratumba.
Los actores interpretan con una naturalidad poco afectada, sin recurrir a la exageración. Sjöström, por lo menos en lo que yo he percibido en este caso, no se adscribió al expresionismo que se ponía en boga en Alemania. Sus escenarios son realistas, los personajes no están excesivamente maquillados, los gestos no se salen de los parámetros corrientes. Pero se consigue una ambientación difusamente fantasmagórica en esos planos nocturnos cargados de sufrimiento y amenaza, y en el relato de un borracho que habla sobre el Cochero de la Muerte. Crítica social, leyenda, mito y religión cohabitan en este cuento moralista sobre el bien y el mal
Y aquí viene el pero. La narración me recuerda a una edificante lección del catecismo carente de gracia. Es como impartir una clase de moralidad o religión sin chispa. David Holm se vuelve tan malvado y plano en su maldad y descreimiento que pierde interés. La monja Edit del Ejército de Salvación es tan sumamente buena e ingenua que acaba cayendo mal. El resto del reparto tampoco tiene demasiada miga, salvándose únicamente la esposa de Holm, cuyo rostro consigue transmitir lo que los otros no logran. Otro que también resulta atrayente es el conductor del carro, silueta atemporal y misteriosa con su guadaña y la carga de almas que recoge cuando acaban de desprenderse del cuerpo en el momento de morir.
Interesante la idea del cochero que es reemplazado cada Nochevieja por otro. La última persona que muere cada año es la que debe empuñar las riendas del carro durante el año siguiente y realizar la ingrata tarea de llevarse los espíritus al otro mundo. Interesante idea, sí, pero con un desarrollo poco arrebatador.
Vivoleyendo
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