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Si de verdad quieres...

Comedia. Drama. Romance Después de más de treinta años de matrimonio, una pareja (Meryl Streep y Tommy Lee Jones) se somete durante un fin de semana a una sesión intensiva de asesoramiento, con el fin de aclarar sus ideas y tomar la decisión de seguir adelante o divorciarse. (FILMAFFINITY)
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Críticas 37
Críticas ordenadas por utilidad
1 de octubre de 2012
38 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mal hecho. Ha vuelto a pasar. A uno le presentan una película con un trailer bastante insulso, lleno de bromas y comentarios cómicos que fuera de contexto no funcionan tan bien como deberían, y que parecen tópicos y manidos. Además, el cartel de la película se parece a otros cientos de carteles, en tonos blancos y virginales, sin un atisbo de creatividad. Por si fuera poco, el director no cuenta con demasiados créditos a su favor; y el colmo es una traducción del titulo al español que no podría tener menos sentido, que es imposible que perdure. Con todo eso, los que distribuyen Hope Springs esperan dar una imagen de comercialidad, de película liviana y facilona, con el afán de mantener fiel a su grupo demográfico... Haciendo que, probablemente, muchos se alejen de un filme adulto, sin estridencias, realista en el mejor sentido de la palabra, y por supuesto, con grandes interpretaciones.

Por que está claro, si Hope Springs no tuviera a quien tiene en su cartel, el resultado no seria el mismo. Conviene decir que Hope Springs no es una gran película, no es la visión definitiva sobre el matrimonio, ni un ejercicio artístico a la altura de, digamos, Revolutionary Road; y ello se debe, principalmente, a que el director David Frankel, no es precisamente un virtuoso del séptimo arte: le falta inventiva, originalidad, riesgo, se apoya en canciones pop ya pasadas de moda (evidente signo de mediocridad) y se limita a confiar en sus actores y en su guión perdiendo la posibilidad de perdurar, de que su filme no se parezca a otras similares (problemas ya presentes todos ellos en su anterior filme, El diablo viste de Prada).

Pero por suerte, Hope Springs cuenta con un guión que si vale la pena. La sucesión de sencillas escenas que lo componen es puro oro para el trabajo actoral, pero además tiene ideas sinceras, que no quieren aleccionar a nadie y que salen de la verdad de los años de vida compartida de una pareja cualquiera, de todo lo que no se ha dicho o se dejó de decir, de los prejuicios que nos autoimponemos conforme nos hacemos mayores, y de lo fácil que nos resulta olvidar el por qué nos enamoramos de quien nos enamoramos. Pero lo bueno de Hope Springs es que cuenta todo esto de una forma limpia y sencilla, no quiere que lloremos, no es un melodrama, y encuentra un equilibrio perfecto entre la comedia sentimental y el drama matrimonial.

Y ahí está el reparto. Steve Carrel y Tommy Lee Jones son dos actores cuyo carácter parece siempre impregnar sus composiciones. Tal vez aquí también ocurra, pero, por un lado, la limitada labor de Carrel está ejecutada con sabiduría (no parece un psicólogo, ni interpreta a un psicólogo, ES un psicólogo), y por otro, la impertérrita imagen de Lee Jones se conmueve como cuando realiza sus mejores trabajos, pues ver las fisuras emocionales en un intérprete de voz e imagen tan marcadas dejan ver su verdadera humanidad. Y por supuesto, su complicidad con su compañera de reparto, y la creación de nada más y nada menos que 32 años de vida juntos, es de una definición absoluta.

Siempre me pasa. En una película en la que actúe Meryl Streep debo dedicarle uno o varios párrafos sólo a su trabajo, y en el fondo, no se que decir. Podría hablar de otras dos películas suyas, Se acabó el pastel, No es tan fácil, y ésta. En las tres se habla de temas en cierta forma similares, de tres mujeres enfrentadas a crisis que les impone la madurez o las relaciones con sus compañeros de vida. Pero esas tres mujeres están tan bien construidas que cada una de ellas tiene detalles únicos, personales, esenciales como ser. Está claro la vida que han vivido, las experiencias que han pasado; está claro por qué tienen determinados gestos en su cara, por qué se mueven cada una de una forma distinta, por qué visten de una manera u otra. Es en los detalles en lo que Streep se basa para interpretar toda una vida. En Hope Springs su vis cómica está presente, su sensibilidad está presente, su magnetismo está presente. Y la cámara lo sabe, por eso se posa frente a ella, y simplemente, contempla como un gesto da paso a otro, como una emoción emerge en el momento más humano, como un silencio abarca tantas cosas...

Podemos pensar que Hope Springs no es una obra maestra, que la venden como una chorrada más, pero ver a una intérprete como ésta trabajar, en lo que sea, es per se todo un privilegio.
jaly
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30 de septiembre de 2012
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
David Frankel, aquel que dirigiera la exitosa "El diablo viste de Prada", regresa a la comedia de situación con esta pequeña película sobre las crisis matrimoniales.

"Hope Springs" nos cuenta la historia de una pareja, que después de llevar más de una treintena casados se hallan sumergidos en una hastiada rutina donde el contacto físico no existe y el amor es más costumbre que pasión. Pero la mujer decide poner punto y final a la situación tomando cartas en el asunto y sometiendo a la pareja (contra la voluntad de su marido) a una sesión de terapia para recuperar la chispa perdida.

Dos son los pilares que hacen de este pequeño film algo grande, pues son sus dos interpretaciones principales, el matrimonio interpretado por Meryl Streep y Tommy Lee Jones, quienes aportan un valor añadido a la película que arrastrará al espectador desde la ternura a la carcajada, de la sonrisa a la lágrima. Ambos bordan unos papeles que elevan un guión un tanto simple a un nivel superior. Ella, como siempre, perfecta en lo que se propone, y él, sorprendentemente efectivo en un papel en el que no estamos acostumbrados a verle logrando nuevos registros interpretativos que le sitúan en esta producción al nivel de su compañera metiéndose al público en el bolsillo y ganando una instantánea empatía.

Junto a ellos una galería de secundarios capitaneados por Steve Carell encarnando al enervantemente plano terapeuta y meros cameos desde Elisabeth Shue a Mimi Rogers, personajes sin importancia alguna que enmarcan a la historia principal sin aportar nada de especial.
Una puesta en escena sencilla, una banda sonora que guía (quizás con excesivo descaro) las emociones del espectador... una historia mínima con una máxima calidad en sus interpretaciones que la elevan por encima de la media. Divertida, emotiva e interesante.

-Enoch-
RavenHeart
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30 de septiembre de 2012
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta agradable acudir al cine a ver una película humana, altamente emocional, de gran comicidad e ingenio sin caer en lo burlesco o en la pura chabacanería -tan común, últimamente, en las salas de los cines-, sin superhéroes ni seres fantásticos que llenan minutos de una historia pobre, sin consistencia que no se mantendría sino fuera por tanto efecto clamoroso; simplemente, dos extraordinarios actores, en un papel soñado para ellos que aparece en el momentos ideal, que funcionan magníficamente en pantalla y una historia humana, una gran tragedia personal presentada con sencillez y gran sabiduría, con un sensacional guión, muy completo y rotundo, con sus oportunas dosis de humor ácido y sorprendente en cantidades oportunas, sin demasiadas melancolías o aspavientos innecesarios que te contenta y satisface por igual. La recuperación de lo que nunca hubo en un matrimonio cuyos 31 años casados pesan como una losa profunda e inalterable es el fondo de este relato que, a pesar de su espléndido resultado, no deja de ofrecer el conveniente vuelco hacia lo que la recta moral norteamericana espera de una unión idílica y pastoril. Lo mejor: el encuentro con un estilo diferente y mucho más grato que lo devorado usualmente en las salas de cine; la siempre sensacional y polifacética actriz Meryl Streep desborda toda su desnudez madura al lado de un Tommy Lee Jones que le baila el ritmo a un buen compás sin necesidad de más que su crisis personal como pareja y su convencionalismo a la hora de solucionarlo. Reconozco que un poco más de picardía y argucia en el tratamiento a seguir, de riesgo en la evolución de la historia hubieran sido el toque ideal de una tarta que no empalaga ni indigesta; todo lo contrario, te quedas con ganas de más!
lourdes lulu lou
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1 de octubre de 2012
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me entero del homenaje que el Festival de S.Sebastián le acaba de hacer a Tommy Lee Jones por toda su carrera y me congratulo de ello. Tommy Lee es un actor de esos que hacen que una se pregunte por qué no lo explotó Hollywood como galán, a la altura de Harrison Ford o Kevin Costner, puesto que se trata de un tipazo, además de varonil, simpático, precisamente por esa tremenda seriedad que ostenta. Yo siempre le he tenido por uno de los buenos, aunque Tommy Lee no haya tenido nunca el aura de los superstars, y eso me lleva a pensar que, tal vez, sea él mismo quien haya elegido un camino más sereno y de menos relumbrón que otros. Si así fuera, este tipo se merecería doblemente el premio otorgado: por buen actor y por inteligente. Ruego me acepten esta pequeña digresión como prólogo a lo que vengo a comentar de la película Si de verdad quieres, en la que Jones comparte protagonismo con la inmensa Meryl Streep. La película, aunque es para todos los públicos, sin duda interesará más a los que ya han superado la barrera de los cincuenta, aunque también a los cinéfilos de pro, aquellos que aman los combates interpretativos, en este caso de dos pesos pesados. Una pareja con una química increíble - y mira que él está pasado de kilos, y mira que ella es la antítesis de la imagen “sexy prefabricado” de la meca del cine –, pero que con su autenticidad e inmenso oficio convierten una película “de viejos” (esto no lo digo yo, lo dirían mis hijos veinteañeros) en una película llena de sensualidad y muy, muy tierna y divertida. Acepto que la historia es natural como la vida misma (y por eso no encierra sorpresas), pero en estas películas que no presumen de nada es donde actores de la talla de Tommy Lee Jones y Meryl Streep mejor lucen en todo su esplendor. Ah, y Steve Carrell está estupendo.
Termitone
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27 de noviembre de 2012
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No esperaba nada demasiado bueno de este film, que realmente ha conseguido sorprenderme con las magníficas interpretaciones de los dos actores principales, ambos inmensos en sus papeles, especialmente esa grandiosa Meryl Streep, sin duda la mejor actriz de la historia del cine. Aunque tampoco podemos desmerecer a Tommy Lee Jones, que nos tenía acostumbrado a roles más serios y que sorprende gratamente sacando a la luz su vena más cómica.

Ambos está considerablemente aupados por un gran guión, sencillo pero eficaz, con grandes puntazos y una dosis justa de drama y romance.

Me ha sorprendido muy gratamente este film, no me esperaba que me fuera a divertir tanto e incluso he llorado de la risa. Muy, pero que muy recomendable.

Mi nota: 7.7
I love Norton
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