Los hijos del día y de la noche

Atípico spaghetti western que sigue el esquema de las producciones habituales con la pareja que se dedica al crimen, como Bonnie y Clyde, junto con otros clásicos del cine, solo que en esta ocasión centrada y ubicada en el mundo del oeste. Tiene toques de humor y resulta entretenida, aunque no llegue a resultar un tiro certero.

Esta película es una especie de versión de "Bonnie y Clyde" (Bonnie & Clyde, 1967), de Arthur Penn, pasada por el tamiz cómico y burlesco de "Le llamaban Trinidad" (Lo chiamavano Trinità..., 1970), de Enzo Barboni, por lo que da la impresión de que todo es una gran broma, en el sentido de que no importa mucho la verosimilitud, sino la acumulación de situaciones divertidas, chocantes y sorprendentes, así como el alargar hasta el absurdo, o la extenuación, la relación de amor-odio que hay entre los personajes protagonistas, interpretados por Tomás Milian y Susan George.

Milian, para esas fechas, ya había interpretado a más de un bandido en el "western" italiano, por lo que tiende a la autoparodia, esta vez disfrazado de "Che" Guevara. Por lo demás, tanto Milian como Susan George y y Telly Savalas son, o eran, grandes actores, por lo que su presencia mantiene el interés, pese a un guión un tanto convencional, y a veces lleno de tópicos. La banda sonora del recientemente fallecido Ennio Morricone y la estupenda fotografía en color contribuyen a dar al conjunto una calidad estándar.

Sergio Corbucci tiene películas mejores en su filmografía, aunque ésta se deja ver, sobre todo por su notable elenco de actores, en el que encontramos también a Eduardo Fajardo y Rosanna Yanni.

Si no estuviera dirigida por Sergio Corbucci habría que considerarla como resultona, pero estando él tras las cámaras hay que reconocer que es poquita cosa.
No molesta, cierto, pero es una chorradita aunque, a pesar del humor que destila, me da que todo se toma, en el fondo, muy en serio.
Es, en efecto, una especie de revisitación, de traslación al western de "Bonnie and Clyde" (también la primigenia lo era en gran manera), y se queda a medio camino de sus propuestas, siendo al fin y al cabo un film regularcillo, que se puede ver, sobre todo por el trío protagonista... y poco más.
A veces es un batiburrillo de escenas mal hilvanadas y todo se queda en la superficie. Si hay un mensaje, yo no lo he pillado.
Un western europeo pues flojillo, salvo en aspectos como la fotografía de los grandes Luís Cuadrado y Alejandro Ulloa.

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En cuanto a la banda sonora del maestro Morricone, en esta ocasión no le he visto nada especial.

Por encima de spaghetti western es comedia. La película no tiene pretensiones, por eso se la puede dejar en "floja". Puede resultar entretenida como comedia la historia de Jed y Sonny pero no hay más argumento que sus desventuras. El sheriff (Telly Savalas) tiene un papel muy secundario y banal. No hay historia ni argumento serio, a los 5 minutos de película te das cuenta. No va de más a menos, ni viceversa, es lo que se ve desde el principio que va a ser, poco o nada.

El por qué Corbucci acabó su brillante carrera en el spaghetti western con bodrios como éste y "El blanco, el amarillo y el negro" creo que puede deberse al declive del mismo y el relativo éxito de spaghetti's - comedia como la saga de Trinidad. Pero ésta la verdad es mucho peor y de menor presupuesto.

Un Spaguetti Western menor, transitado por los lugares más comunes del género. Con una estética conocida y una presentación estilística manida y saboreada hasta el hartazgo en otras cintas del género, generalmente tan mediocres como esta.
Es un género que gusta mucho a los que les gusta, pero que, más allá de unas cuantas películas, no creo que goce de una buena consideración entre los cinéfilos. Es un género de tópicos y lugares comunes. Es más, muchas son idénticas en su formato, en su estética, en su planteamiento e incluso en su desarrollo.
Música de Ennio Morricone y de Telly Savalas como principales argumentos para un director santificado en el género pero que a mi me dice pocas cosas.