El pequeño caos (C) (1966)

Segundo cortometraje del cineasta que en menos tiempo más películas filmó, de la historia del cine.
Murió con 37 años. Sin contar el teatro que dirigió y en el que actuó.
Dejó un legado vasto, áspero, variopinto y con personalidad, podrá gustar más o menos, pero su sello y maneras fueron valientes, inconformistas, arriesgadas, provocadoras y nada pusilánimes.

Varias veces fue rechazado en la escuela de cine, aprendió a realizar cine viendo cine, como el que necesita comer, él necesitaba verlo para crearlo en su imaginación.
Decía, Artaud, que crear era una necesidad como cagar, para Werner Rainer Fassbinder, también lo era.
De hecho ambos tienen flecos en común, esa locura lúcida, descarnada con la realidad e iconoclasta.

La relación epistolar, de amistad, casi paterna, con su admirado Douglas Sirk, es fascinante, de ensueño.
Digna de estudio y admiración, un caso único y original.
Ya era una rara avis en vida y continua siéndolo, quizá por eso nunca consiguió entrar en la escuela de cine.
Su madre, Liselotte Eder, colaboraría en varias de sus películas, la figura paterna suele ser un fantasma, no aparece en sus filmes, habitualmente.

En 9 minutos desprende frescura, rezuma mala leche social y chulería muy de Fassbinder.
La música que abre la historia, atmosférica, con ambiente, elegida con estilo, la que la cierra, con la fuerza de los nuevos tiempos que ya estaban ahí.

Se vislumbra algún barrido de cámara y encuadre de calidad, el del espejo con el póster de Juliette Greco.
Utilizando la profundidad de campo, con frescura.
(Por esos años ya había sido amante de Miles Davis) Una aventura amatoria que cruzó el atlántico y duró años de manera eventual. La Greco y Davis.

La fotografía contiene el tono realista, en exteriores gana la amalgama cromática de grises.
Una historia sencilla, nada presuntuosa, con humor negro, contada con ritmo en los inicios de una rara avis del cine germánico y mundial.
P.D
Solamente la realización de la serie "Berlin Alexanderplatz" con la ingente cantidad de capítulos es un dato, de la creatividad prolífica del inusual teutón.