Crupier (1998)

Una película, es, sobre todo la conjunción de tres eslabones
1) Guión
2) Dirección
3) Actores
Si falla uno solo de estos eslabones, fracasará el film.
Luego están algunos aderezos: la banda sonora, la fotografía, la ambientación...
En la presente cinta los tres eslabones principales mantienen una singular armonía: una historia sencilla y creíble que atrapa poco a poco, un buen pulso en la dirección, y un Clive Owen soberbio y en su salsa.
No es una obra maestra, pero es sin duda buen cine.
A buscar en los videoclubs.

Agradable descubrimiento de una película totalmente desconocida. Teje una interesante trama que va cautivando pausadamente pero con constancia. Un desfile de personajes atípicos y misteriosos que van apareciendo paralelos al tempo narrativo.
Muy acertada la voz en off que narra la historia en tercera persona.
Pero sin duda el gran acierto es Clive Owen; llena la pantalla en cada secuencia, aguanta los primeros planos con absoluto apabullamiento. Se mueve con una elegancia innata por todas las tomas del film (Aunque las manos que dan juego no son las suyas). Es más, uno no se imagina el personaje sin él.
No está a la altura de "Los timadores" o "Casa de juegos", pero se le acerca sin complejos.