Climax (amenaza en las aulas) (1977)

Interesante radiografía de los males juveniles de la época contada con todo lujo de detalles. Ana es una joven moza de buen ver que se arrastrada a una serie de vicios mundanos, siempre por la culpa de las malas compañías, y vivirá una serie de desventuras que irán de mal en peor. Esta película nos muestra como los jóvenes de antes también hacían sus locuras y se quedan cortar con las que nuestros jóvenes muchachos realizan en nuestra época actual. Consumo de drogas, orgías hippies, bollerismo, robos e internados son solo una pequeña parte de lo que esta película nos puede llegar a ofrecer. Pero desde luego todos estos males son siempre producto de una sociedad siniestra y amarga que no sabe ver los problemas de Ana y sus amigos. Padres negligentes, instituciones académicas decadentes, vendedores de arte corruptos y mafiosos dueños de locales son entre otros los que producen la decadencia de nuestra heroína. Por fortuna, a pesar de todas estas maldades, el final de la película es feliz y apto para todos los públicos, donde se demuestra que la fuerza del amor y la amistad puede curar los males de la juventud y de la humanidad.

La música que acompaña a la película es de un increíble valor, desde la música española del entonces pasando por increíbles solos progresivos internacionales y musiquilla de fondo para momentos traumáticos, que los hay, y a patadas.

Todos estos sabrosos ingredientes se mezclan con un kilo o dos de destape femenino para hacer las delicias de cualquier adolescente hormonado o del más casto esteta que se deleite con la belleza de los cuerpos de mozas adolescentes en cueros. De obligada visión para los aficionados al género.

Lo que más me sorprendió fue una escena en la que una de las chicas descubre la piscina de una casa donde van a pasar el día con sus amigos; pues bien, ella solita se pasea totalmente desnuda alrededor... Yo esperando que sucediese algo, aunque la trascendencia fuese mínima y... NADA, era todo.

Teresa Gimpera, bellísima con su profesionalidad al servicio de un trabajo menor. Javier Escrivá correcto en un papel que parecía hecho a su medida.

El resto de actores, acoplados a un proyecto un tanto desnortado, donde se mezcla el sexo con la política y temas menores que complementan un trabajo de finales de los 70, donde el espectador al que iba dirigido, encontraba ampliamente lo buscado.

Un 4