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Saluda al diablo de mi parte (2011)

Saluda al diablo de mi parte
95 min.
5,7
603
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Trailer
Sinopsis
Ángel (Édgar Ramírez) y su hija son raptados por un poderoso hombre llamado Léder (Ricardo Vélez), quien en el pasado habría sido víctima de un grupo de secuestradores del que formaba parte Ángel. Durante el secuestro Léder perdió la movilidad de sus piernas. Ahora varios años después, en silla de ruedas, y acompañado de su hermana Oceane (Carolina Gómez), Léder está dispuesto a todo con tal de lograr venganza contra quienes destruyeron su vida. Contra su voluntad, Ángel deberá ser el instrumento de venganza de Léder, aniquilando a todos los que participaron en el secuestro de Léder y quienes alguna vez fueron sus compañeros y amigos, si es que quiere ver a su hija con vida. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Acción Crimen
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Colombia Colombia
Título original:
Saluda al diablo de mi parte
Duración
95 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2012: Premios Macondo: Mejor dirección de arte
7
Ley de justicia y paz
Aquello que no se dice con toda sinceridad está mal dicho. Con base en esta premisa Taoísta, el film de los hermanos Orozco, “Saluda al diablo de mi parte”, es un alegato a la Ley de justicia y paz en Colombia. Ahora, en clave de thriller, la historia (que por momentos resulta un poco redundante, barroca y demente), podría ser el noir más oscuro que jamás se ha hecho en el cine colombiano.

En esta “sed del mal” manifiesta en la trama, los personajes transitan pesadamente entre el filo de lo legal e ilegal para lograr sus propósitos. De manera que esta intriga criminal desarrollada en Colombia, con una atmósfera pesada, bien fotografiada por Luís Otero, nos transporta a un universo desintegrado, con encuadres que acentúan las características de los principales interlocutores.

Ahora, esta cinta colombiana en cierta medida evoca el tono de "El demonio bajo la piel”. Si bien en esta última película cabe enfatizar que se “siente una aparente sensación de placidez, ya que su acento, imprime un silencio sobre las culpabilidades del personaje principal”; en este contexto (sobre todo el de culpabilidades), el film colombiano, si bien no te arrastra al interior de los personajes (reitero), es una historia que posee todas las características de un cine de autor con el ítem de un excelente reparto (un Edgar Ramírez estupendo).
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Epic
Cuando localizamos el cine colombiano localizamos las inquietudes comunes dentro de un país devorado por su propia mafia política. Imposible imaginarnos al país cafetero despojado de su inestabilidad social/cultural. Saluda...es un nuevo reflejo que tiene como foco no tanto salir a ventilar verdades (sería una más entonces), sino el ventilarlas como una expresión contundente y seca, completamente alejada de manierismos.

Y no lo termina de conseguir, porque para establecer un retrato fiel de una realidad así hay que prescindir de cierto estilismo que justamente en esta peli cobra un papel central. Comenzamos con un golpe duro a la vista: una fotografía seca y apagada que pretende, con éxito, darle a la violencia explícita un rol que se ajusta convenientemente a la noción de lo que uno espera como "acciones posibles". La peli se desarrolla sin pudores ni depuraciones, todo un logro. Pero....

Pero sutilmente todo va deformándose en pro de estereotipos comunes: lo que antes era sucio y verídico cobra una apariencia épica y heroica. El máximo exponente de este cambio es la banda sonora; antes enfocada en estridencias efectistas y luego apegada cada vez más a melodías cuasi grandilocuentes. Cerca del desenlace la transformación es patente. El prota varía en su imagen porque los planos ya no son los mismos: antes lo seguían con una apatía durísima y de pronto se alzan primeros planos que lo cuadran de mártir sin redención.

El desenlace cobra fuerza porque vuelve a sus raíces de verosimilitud, pero no tapa que la obra fue y volvió. Amagó con el espectáculo y no se dejó seducir del todo, pero tampoco logró disimular sus regodeos de espectáculo visual.

Una patente marcada: lo comercial no siempre se identifica con lo real. Y mucho menos cuando pretende generar empatía enardeciendo lo que no debe enardecer. Ya sea por respeto o por discresión.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
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