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Ojos en la noche III (1993)

Sinopsis
Un guardia de seguridad se enamora de una famosa actriz de televisión. Él es contratado para protegerla mientras trata con mafiosos que quieren su piel por algún trato comercial agrio. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Drama Erótico Secuela
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Night Eyes III (Night Eyes 3)
Duración
97 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Ojos en la noche
Links
5
Chantaje y cintas de vídeo
Tercera entrega de las aventuras eróticas de Will Grifith, el segurata más 'picha brava' de Beverly Hills. Aunque pese a lo que pueda sugerir engañosamente la carátula, se trata de la más convencional y más comedidita en mostrar sexo de todas ellas. Como si la franquicia creada y protagonizada por el hijo de Stella Stevens, que aquí es también el director, hubiese querido ganar respetabilidad y acercarse a todos los públicos.

Tan es así que aunque la peli repite los mismos esquemas y patrones anteriores, a Grifith le sale una hija de 10 años (Allison Mack) que ni sabíamos que existía y nos enteramos de que está divorciado. O sea que vamos avanzando en el conocimiento de aspectos de su vida familiar y si en el primer episodio solo pudimos ver a su perro, y en el segundo se nos presentó a su mejor amigo (encarnado por Tim Russ, el Tuvok de "Star Trek:Voyager"), en el tercero por fin nos enteramos de que es padre de una hija!! (*)

De esa intención de dotar a la serie de otro registro es un claro síntoma, por ejemplo, la banda sonora, en la que los encuentros sexuales de los protagonistas tienen como fondo violines y melodías orquestales de música sinfónica, frente a la sensualidad ('Soft-Jazz', 'New Age') de los capítulos previos. Y qué duda cabe que con ese aderezo la relación entre ambos adquiere (o pretende adquirir) a ojos del espectador otro tono, el de una pasión si cabe no tan física y un rollo más profundo.

Aunque al filme, no nos engañemos, le cuesta bastante dar ese supuesto salto cualitativo. En lo fundamental, todo vuelve a desarrollarse de modo parecido, incluidos los despistes del prota al no apagar las cámaras de seguridad de manera que no los graben a él y a su jefa mientras hacen 'ñaca-ñaca'. Y aunque la trama cuente con bastantes más meandros, como el de la niña, o el del oficio de Shannon Tweed (que repite, pero cuyo personaje tiene ahora otro nombre y es actriz de televisión) (o sea, es otro personaje, aunque eso a la franquicia le da igual) que seguramente podrían haber dado más de sí.

Porque lo cierto es que todos esa macedonia de nuevos temas, incluida también la rivalidad entre distintas agencias de seguridad, no siempre está bien aprovechad.

Eso sí, algún detallito curioso hay, pues en todas las pelis se encuentra algo. La secuencias de acción, por ejemplo, están siempre muy bien rodadas en las pelis de Stevens que hasta ahora he visto. Y lo mismo pasa en la que hay al final de ésta, cuyo desenlace no voy a contar, en un Mullholland Drive perfectamente reconocible, aunque faltase casi una década, para que se rodara allí la famosa peli de Lynch del mismo nombre.

También es destacable todo lo derivado de la presencia del 'cine dentro del cine' (o del telefilme dentro del telefilm para vídeo, como es el caso) a través de la serie de 'acción sexy' que rueda Shannon Tweed junto a una morena que está interpretada por su hermana en la vida real (!), Tracy Tweed.

La morenota le tiene a la rubia aún más envidia que la que profesaba Bette Davies a Joan Crawford y va a tratar de putearla todo lo que pueda. Algo que quizá podría haberse desarrollado mejor.

Por otra parte, Con todo lo que se refiere a ese rodaje, Stevens se permite la 'delicatessen' de rendir cierto homenaje a "Los Angéles de Charlie" (1976-1981), pues no en vano había estado casado con la inolvidable Sabrina (Kate Jackson). Como también se permite la broma de que el productor de la peli (Richard Portnow) aleccione a la niña para que vigile al director y que como se le ocurra balbucir algo relacionado con "la integridad artística", lo llame de inmediato.

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(*) A veces pareciera que la ficción y la realidad se entremezclan. Allison Mack, la niña que interpreta a la hijita de Stevens y que luego se haría famosa con 'Smallville' (2001-2011) recibió en 2021 una condena de tres años de cárcel por su participación en las actividades de la secta NXIVM.

La secta de la que, al parecer, Allison también fue víctima, abducía a mujeres para convertirlas en esclavas sexuales de sus líderes y luego chantajearlas amenazándolas con difundir imágenes de ellas. Aunque la peli no vaya de sectas, sí que va un poco de cuestiones oscuras relacionadas con el Hollywood más oculto y de chantajes sexuales a través de cintas de vídeo.

No tenía mucha idea de este escándalo, aunque en HBO hay una serie al respecto.
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