El último kamikaze (1983)

Eso fue lo que pensé cuando entré en un cine con 12 años y ví el título de la película, yo estaba seguro de que un kamikaze era un piloto japones con pañuelo y bandera de japón al cuello.

Nada más lejos de la realidad, de repente me encuentro una pelicula de mafias, violenta, muy violenta y con extensos desnudos femeninos. Ahora, viéndola de nuevo lo que me llama la atención es una coproducción japonesa-española ¡en los 80!, con Paul Naschy (Jacinto Molina) como director, un cine fuera de los canones típicos del cine español de entonces, una película de acción, tal vez falta de presupuesto, pero muy "currada" para la época.

Como anecdota, recuerdo que la entrada me costó 150 ptas y fue la primera vez que vi una película de adultos en el cine.

"- A veces, incluso los asesinos se cansan".

Sorpresa agradable no en vano pensaba que sería una película floja, pero la verdad es que, sin ser buena, sí que es entretenida e incluso interesante (también previsible) en todo momento.
Es sencilla su historia, bebe, indudablemente, de obras magnas del cine yanki, dentro del género negro, pero Jacinto Molina consigue un buen ritmo, constante, que hace que se dirigiera sin problemas y al final deje un más que aceptable sabor de boca.
Los diálogos no son chorras, aunque hay alguna "chistosa" sentencia, como la arriba indicada y las interpretaciones, entonadas en todo momento.
Además, se toman sus personajes pero que muy en serio, por más que algunos momentos pudieran ser objeto de chanza (la escena de "la viejecita").
Pero la cinta es amena, no aburre nunca y tiene un aroma a cine clásico que la hace simpática.
No está mal, no.

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