arrow

Buck Rogers (1939)

5
Una space-ópera clásica
Tienen su encanto estos seriales. ¡Muestran un concepto de futuro tan alejado del que hoy en día tenemos! Un futuro de space-ópera, donde la gente viste graciosos uniformes con gorritos, la arquitectura parece una mezcla bizarra entre Le Corbusier y una fantasía árabe, junto a naves fusiformes con remaches y puertas con goznes.

Con todo, estos filmes ofrecían al espectador una tecnología que sucesivamente se ha visto en los filmes y series de TV de sci-fi: aparatos teletransportadores antes de Star Trek, naves espaciales y combates, cinturones antigravitatorios que te permiten volar, espaciopuertos, viajes a otros planetas, humanos controlados como zombies tecnificados y pistolas de unos curiosos rayos de luz. Sus efectos especiales chirrían sobretodo en el vuelo de las naves espaciales, con esas bengalas que les ponen a las maquetas tan poco creibles ...

Como buen serial, Buck Rogers y su joven amigo Buddy sufren muchas aventuras al enfrentarse al malvado Killer Kane y su régimen autoritario en una Tierra de un futuro lejano en la que han despertado tras haber quedado en animación suspendida por accidente desde los años 30 del siglo XX. Un macho-alfa para llevar por el buen camino a los humanos del futuro, bastante flojos y sin espíritu combativo. Idas y vueltas de la ciudad del malo a la de los buenos, de la Tierra a Saturno, equívocos y rescates, trufan estos 12 episodios, con un final algo flojo para tanto traqueteo.

Con todo, es menos machista que la versión televisiva setentera protagonizada por Gil Gerard. Claro que aquellos años eran los de la música disco, Tony Manero y los machos de pelo en pecho...
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Buck Rogers
Fichas más visitadas