Un mundo sin mujeres (2011)

Mediometraje de 53 minutos, hasta los 60 minutos, se considera mediometraje, según los cánones vigentes.
Creo que la temática que aborda, la crea con bastante sensibilidad y delicadeza.

El personaje del chico, Sylvain, ( Vicent Macaigne ) despierta gran ternura y cariño, emociona su enorme soledad.
Es un chico tímido, no demasiado agraciado y muy buena persona, se nota desde el minuto uno.
Gran interpretación de Vincent Macaigne, lo hace tan creíble y real.

Luego están la madre y la hija que han ido a pasar unos días de vacaciones a la playa, Sylvain, les alquila una casa y les hace de guía y entretenimiento.
La madre es una mujer madura atractiva, sugerente y morbosa, con mucha energía y vitalidad, extrovertida.
Su hija, recatada, algo tímida, reservada, muy delicada y femenina y sumamente hermosa.
Comparte con Silvayn la timidez y retraimiento.

La historia está desarrollada con cierto ritmo y algunos planos son de gran belleza plástica, muy bien escogida la luz, el encuadre, la localización.

Los tres interpretes dan verosimilitud a la historia y el trabajo de Laure Calamy, como madre, es fabuloso y empático.
La película tiene más de lo que en apariencia muestra, deja cierto sustrato interesante, da que reflexionar.
Admirablemente escogidos los tres protagonistas.