Welcome to the USA (2019)

*Carta verde

La situación en Kazajistán se revela en Welcome to the USA, analizando la forma de vida de una mujer de mediana edad, que recibe la buena noticia de recibir la Green Card para irse a vivir a Estados Unidos. El film de Assel Aushakimova realiza un retrato cotidiano, donde se ve la influencia de la familia, los amigos y las amantes. Sin embargo, su mayor hallazgo es que no se para en temas más superficiales, sino que se realiza desde una introspección, donde se ven los deseos y motivaciones que conducen a esa vida. De esta forma, el guion goza de una sinceridad narrativa, que cuenta con un humanismo en el que se cuestionan las bases firmes por las que se rige la propia sociedad kazajo, para ser más exactos, la posición de la mujer en ella.

Por lo cual, se puede decir perfectamente que la mayor baza de la cinta es dotar de verosimilitud y realidad a un relato aparentemente sencillo. Se ven estilos de vidas completamente diferentes, donde ninguno es más válido que otro, pero se esparcen las problemáticas que hay en ellas. Asimismo, se realiza una crítica a una sociedad marcada por una feminidad concreta, con el foco de la maternidad en un lado y la independencia por otro. Aun así, el problema que halla el libreto es arrancar de una forma demasiado pausada en la primera hora de la película. Por lo que, si el film dura 95 minutos, rompe en los últimos treinta minutos. Sin duda, se podría haber obtenido un resultado extraordinario si se hubiera equilibrado el desarrollo de las tramas con la potencia del último tercio de la película.

*Dentro de ella

Uno de los puntos fuertes del film es haber contado con una protagonista acorde a la identidad de Welcome to the USA. Saltanat Nauruz da vida a Aliya, el personaje principal de este relato. Desde el principio se puede ver esa naturalidad ante la cámara, que le permite medir la dramatización de aquellos hechos que más remuevan. Aun así, lo que más destaca en su interpretación es la facilidad que tiene para un humor ligero y simpático, utilizando pinceladas de ironía que impresionan por el ambiente que produce. De igual forma, esa construcción menos pasional y más racional se ve en una expresión que no cae en la planitud, dado que se fija en los pequeños detalles y en los estímulos que reciben del resto de sus compañeros de reparto. El espectador conecta fácilmente con ella.

Por otro lado, el reparto se fundamenta por varios actores que no aparecen en exceso en pantalla, pero que, en el momento que deben salir, aprovechan el momento para mostrar su calidad actoral. Aida Zhetpissova se convierte en pura energía, con un punto de picante y un reflejo del deseo más descarnado. Con lo cual, consigue empastar con la presencia de Nauruz, al estar las dos en dos extremos artísticos opuestos, pero combinando a la perfección con una sinergia singular. Después, otra de las sorpresas es la presencia de la soprano Dinara Alieva, la cual realiza una interpretación eficaz y dinámica. Por último, destacar al grupo de amigos, que, con perfiles muy diversos, apenas aparecen en unas pocas secuencias, pero fluye fácilmente el ritmo entre ellos. No son grandes actuaciones que queden para la posteridad, pero emergen de un realismo urbano provechoso.

*La rutina que se va

La intención de mostrar Kazajistán en Welcome to the USA no se fundamenta en explotar una visión de la vida étnica de los kazajos, sino dar una perspectiva que permita explorar esa vorágine existencial que sucede en la protagonista. No son pocos los exteriores que se ven a lo largo del film, pero sin abusar del efecto de los grandes parajes. Es más, los espacios escogidos tienen una razón creativa detrás, que refleja la rutina del día a día, pero con un sabor a despedida. Además, sería importante destacar el cuidado de la dirección de fotografía y de arte como en la escena del parque, con la estatua de Lenin. Aunque apenas dura unos minutos, es de las secuencias que mejor define el carácter del largometraje, incluyendo el uso de los colores en unas tonalidades frías.

La elección de los colores no está hecha al azar, sino que tiene un significado de la distancia que se propone tomar ante una eminente salida. Además, forma parte de la propia realidad atmosférica del país asiático. Luego, la dirección de arte en interiores tampoco lo descuida, sino que, apuesta por una estética más minimalista, con espacios amplios, pero con la sensación de limitado. Así hace una metáfora de la necesidad de libertad, a pesar de tener una situación aparentemente favorable. Por otra parte, el montaje sufre las consecuencias de tardar en arrancar, que se hace patente por el detenimiento visual que hay en la propia acción. En consecuencia, el ritmo es excesivamente lánguido, pero después encuentra una resolución más amena. El público disfruta de la cinta en su resultado en conjunto, por las emociones bien retratadas, pero esa composición más flemática en dos tercios del film le pasa factura.

*Conclusión

Welcome to the USA es un retrato sincero sobre una generación de mujeres que busca la libertad y reflexiona sobre su figura en Kazajistán. A través de un guion que refleja esas inquietudes y una sociedad que necesita renovarse, se extrae una introspección interesante. Sin embargo, tarda tanto en producirse ese efecto cautivador, que el público puede echar en falta que se hubiera realizado con mayor dinamismo. Por otro lado, el reparto aborda el trabajo interpretativo desde la sencillez, destacando Saltanat Nauruz con una Aliya perfecta. Después, a nivel técnico hay un influjo de la imagen que escenifica artísticamente ese dilema existencial que se promulga en el guion, aunque, al igual que el libreto, tarda en arrancar. Un viaje hacia una reflexión sobre encontrarse a una misma, y el significado de ello.

Escrito por Diego Da Costa