Estos zorros... locos, locos, locos (1981)

Film cuyo planteamiento nos recuerda a "La jaula de las locas" por la exageración del personaje homosexual del film y que está mas próximo a una Drag Queen, con un notable amaneramiento y gusto por los vestuarios imposibles, las compras y por travestirse para una buena causa. Quizás hoy en día seria una película políticamente incorrecta como los chistes de Arévalo, destinados a provocar la chanza del espectador heterosexual, cargada de tópicos, y al igual que los chistes, tratando al personaje gay como una burda y exagerada caricatura.

No obstante, es una comedia graciosilla, con un humor light, que busca situaciones equívocas, con un magnífico George Hamilton, que se apodera de la pantalla en cada escena, con ese look de macho alfa latino y bronceado cuando ejerce de hermano heterosexual y de locaza desatada cuando ejerce el rol del hermano gay. El resto del reparto simplemente está ahí, para dar la réplica.

Ya era floja en el momento de su estreno y el tiempo no la ha favorecido. Para aficionados al cine de Esteso y Pajares de los 80.

Película típica de lucimiento para George Hamilton (Nunca mejor dicho, hace dos papeles) En donde se nos cuenta la típica historia de siempre de el personaje "El Zorro", salvo por una novedad, la incursión de el hermano gemelo de Diego de la Vega, el cual se ha criado y educado en otro sitio y ha recibido una especial formación.

Cuando Diego sufre una aparatosa caída, ante el temor de que se descubra su personalidad secreta durante su recuperación, le pide ayuda a su hermano gemelo, para que se haga pasar por él durante sus apariciones como Zorro, la gran sorpresa es que cuando aparece su hermano gemelo es completamente gay, hecho por el cual se vivirán situaciones muy graciosas, que son la gran baza de esta película que obviamente es más bien malilla, pero muy divertida sobre todo en la época que se estrenó.

Lo mejor : Las apariciones de El Zorro gay.
Lo peor : Sí hubiese tenido un director de más talento seguramente hubiese sido una gran comedia, a la altura de parodias como "El jovencito Frankestein" o "La vida de Brian".