Santuario (2019)

¿Qué hacen con las firmas los responsables políticos? ¿Los que no se cansan de repetirnos que están al servicio del ciudadano y que, en nombre de la democracia, han de obedecer la voluntad popular?
¿Por qué si veinticinco países votan una propuesta y hay tres (China, Noruega y Rusia) que no la apoyan, el acuerdo queda en agua de borrajas? ¿Dónde queda el principio universal de la equidad?

Los acuerdos, recogidos en el Tratado Antártico, dicen básicamente: que la Antártida, en interés de toda la humanidad, ha de seguir utilizándose para fines pacíficos, científicos y cooperativos; sin que nadie, dada la dificultad de establecer límites oceánicos, pueda actuar por su cuenta en aguas o territorios.
Pero a pesar de estos convenios de buena voluntad, lo cierto es que no cesan las amenazas y los abusos de algunos de los firmantes, en temas de pesca, explotación turística, etc. No en balde el continente helado y escasamente explorado, tiene grandes reservas de gas y petróleo; también de otros minerales; inmensos bancos de kril y ballenas que llegan a repostar; y el 82% del agua potable de nuestro planeta. Suficiente riqueza para despertar el interés de los carroñeros.

Con estas premisas, las muchachas y muchachos de Greenpeace se pusieron en marcha para que, de una vez por todas, se garantizara la zona como de alta protección. Antes de que se reuniera la Comisión en Tasmania, en el último trimestre del 2018.
Este documental, sustentado por los hermanos Bardem, que sumaron su imagen a la causa, cuenta todas las iniciativas que se llevaron a cabo para informar y recoger apoyo, a través de las redes, y actuando (Carlos y Javier) como embajadores ante los medios políticos y de prensa. Asimismo nos muestra algunos trabajos del grupo ecologista, desde su buque base, Artic Sunrise, en lugares equiparables a la luna por la escasa presencia humana, que sería recomendable mantener.

El trabajo se hizo, las firmas se consiguieron con creces (3.000.000), el mundo creía en la creación del Santuario, la ilusión era desbordante...
El resultado ya lo conocéis, ¿pero quién nos explica ahora por qué unos pocos interesados tienen más poder que la mayoría de la población mundial?

Si militas entre los que buscan una salida negociada con la naturaleza, el negocio que más debería importarnos, no te pierdas esta película, porque aunque sale algún capullo, la mayoría son de los que te gustaría estar rodeado cuando laboras, paseas, tomas café o bebes unas cervecitas.

Álvaro Longoria se ha convertido en unos de los directores españoles que mejor refleja el estado del mundo con sus diversos documentales. Con “Hijos de la nubes. La última Colonia” se llevo el Goya al mejor documental, ahí nos mostraba el actual clima de agitación política en el norte de África. Luego dirigió “The Propaganda Game” sobre el mundo de la propaganda y centrándose sobre todo en Corea del Norte.

El año pasado nos regalo un documental sobre como es la vida diaria de los protagonistas de la película “Campeones”. Pero sobre todo a Longoria le gusta meterse y reflejar el gran trabajo que esta realizando Greenpeace. Ya lo hizo en 2016 con el cortometraje “Esperanza” donde nos narraba la vida a bordo de este barco que realiza viajes por el ártico, en él íbamos viendo las distintas motivaciones de toda su tripulación, que en cada viaje se jugaba su vida por salvar el planeta.

Ahora nos presenta “Santuario” y en ella nos cuenta la historia de una campaña mediática, científica y política destinada a proteger la última área virgen del planeta: La Antártida. Para este proyecto a contado la ayuda de los hermanos Bardem, ambos se subieron a bordo de está expedición y fueron los portavoces de está campaña y pusieron todas sus herramientas a su disposición para conseguir el apoyo popular masivo para esta nueva iniciativa de Greenpeace . La cinta tuvo su estreno internacional en el Festival internacional de Toronto. Aquí en nuestro país se presento en la última edición del Festival de Cine de San Sebastián.

Pero la verdadera protagonista de la película es la propia Antártida, con su apabullante belleza, sus impresionantes glaciares y su fauna. Visualmente el documental es maravilloso y te deja impresionado por la calidad de sus imágenes. Tiene una estructura narrativa bien elaborada y en todo momento se hace agradable su visionado. Pero sobre todo la cinta tiene un objetivo fundamental. Y no es otro que el de proteger y conservar la maravilla en la que vivimos todos los seres humanos.

Con este trabajo se llegaron a conseguir casi tres millones de firmas para que se llevara a cabo este santuario, pero como casi todo en la vida, el resultado final depende de una decisión política. En definitiva ha merecido la pena haber visto el documental y si podéis merece la pena descubrir esta gran belleza que es la Antártida.

Lo mejor: Visualmente es un espectáculo
Lo peor: Quizás le falte dar algunas soluciones a todo este problema

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net